Una ilusión, una nueva historia daba sus primeros pasos en un centro de enseñanza en el barrio coruñés de Los Mallos llamado Karbo. Este nombre estaba formado por las primeras sílabas de los apellidos de sus fundadores, el matrimonio formado por Ramón Carrasco y Mª Carmen Borrego, regentes del citado centro educativo. Este recién nacido equipo de fútbol estaba formado por 20 jugadoras de entre 18 y 25 años y era presidido por Francisco Cadahia, lo dirigía José Mañana. Estas jugadoras compaginaban su pasión por el fútbol con estudios y trabajo, disputarían  su primer partido en unas fiestas locales. 

Pasados unos años, ya en 1980, el Karbo Club de Fútbol, pasaría a formar parte del Deportivo de La Coruña dando comienzo a una época dorada. Tan solo un año después el equipo gallego se proclamaría campeón de la Copa Reina Sofía, antecesora de la Copa de la Reina de Fútbol,  que volvería a terminar en las vitrinas en sus primeras tres ediciones; 1983, 1984 y 1985. A estos grandes hitos, que harían del Karbo uno de los equipos más laureados del fútbol español, habría que sumarle otros hechos para conocer aún más la gran relevancia e impacto que tuvo para el fútbol femenino además de A Coruña. 

Como en todo equipo, siempre hay un grupo de personas que marcan historia dentro de un club y en el equipo coruñés no habría excepción. Pilar Neira, quien llegara a convertirse en la entrenadora de la Selección Femenina de Galicia, Luisa "Lis" Franco, hija de Rafael Franco y antiguo jugador del Deportivo, pero sobre todo destaca Inma Castañón. La jugadora nacida en Cudillero fue la gran estrella del Karbo, llegando a ser capitana de la selección española femenina y considerada a sus 25 años una de las mejores jugadoras del mundo. Otros nombres también importantes llegarían a ser Adela Castro, Natacha Astray, María Carmen Iparraguire, Pili Artime, Ángeles Olmo, Encarnación Pérez y  Aurora Martínez; todas ellas internacionales absolutas con la selección española. 

Todos los éxitos conseguidos por este gran grupo de jugadoras, entre ellos una victoria ante el equipo masculino del Laracha, tuvieron un gran eco en los medios de comunicación de carácter local, pero se quedaría ahí. Sin una gran repercusión en el resto del país, la historia de estas guerreras que luchaban por su pasión llegaría a su fin 20 años después de ver la luz. Debido al poco apoyo y a problemas económicos se apagaban las luces de uno de los mejores y más laureados equipos del fútbol femenino  español, el Karbo decía adiós.

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