“El deporte tiene el poder de transformar el mundo y más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales y sociales”. Con su contundencia nata, Nelson Mandela aseveró encontrar en el deporte un factor de unión entre sociedades. El nexo entre su afirmación y el panorama futbolístico nacional es la necesidad de preservar la verdadera esencia de La Liga, aprovechando su trascendencia internacional para establecer lazos.
La influencia del fútbol en España tiene diversos caminos. Desde el ámbito estrictamente deportivo, hasta el económico, pasando por el social. Y es que el balompié se ha convertido en una amalgama de sentimientos e intereses que conforman una espiral mágica capaz de traspasar fronteras. Aun así, la prioridad continúa siendo la erradicación de cualquier comportamiento que perturbe la cohesión entre aficionados, jugadores e integrantes que velen por el bien de la competición.
La emoción está garantizada durante los próximos nueve meses
La octogésima quinta temporada de la Primera División española acogerá nueve meses de competición que prometen emoción a raudales. Con cambio de patrocinador incluido, La Liga ofrecerá esta campaña un reparto económico que busca la equidad, teniendo que distribuir un total de 1.303 millones de euros en concepto de derechos audiovisuales. Las distancias entre los equipos con mayor repercusión y los más desfavorecidos se ha visto reducida, si bien continúa siendo un lastre para asegurar el equilibrio monetario.
Acomoden sus asientos, porque la travesía está a punto de iniciarse y el viaje se prevé largo y con turbulencias. El viernes 19 de agosto, con más precocidad que en las últimas ediciones, dará comienzo La Liga 2016/2017. El escenario, La Rosaleda, templo malacitano por excelencia. A las 20:45 (hora peninsular) se detendrá el tiempo para que el esférico vuelva a rodar por el verde. Ese lugar del que, por bien del aficionado, nunca debió marchar por vacaciones.
En cada estadio se respirará el nerviosismo del primer día, como el escolar incipiente que acude al colegio. Desplieguen sus bufadas, ajusten sus cuerdas vocales y armonicen sus voces. La emoción pasará por los estadios más modestos y por los más imponentes del horizonte futbolístico. Esta será la temporada de subvertir el orden natural; un curso para soñar y demostrar que la sencillez y la humildad pueden devorar cualquier límite. Una liga de veinte.
Sueño de una noche de verano
Alavés, Leganés y Osasuna compartirán un mismo sueño esta temporada. Los tres recién ascendidos a la Primera División saborearán las mieles de la élite. Una gran temporada en la categoría de plata les ha otorgado el privilegio de competir con los mejores; viajar de San Mamés al Camp Nou, pasando por Riazor o El Molinón. Tres caminos diferentes que han llevado a una misma parada: hacer realidad una quimera.
El Deportivo Alavés retorna a la élite diez años después
Un equipo histórico como el Alavés regresa a Primera tras diez campañas vagando por la inmensidad de la plata y el bronce. La escuadra vitoriana, que ha jugado once temporadas en la élite, logró incluso su billete para la Copa de la UEFA en el curso 1999-2000, y disputó la final del mismo torneo un año más tarde ante el Liverpool. Los vascos alcanzaron la cima de la clasificación y miraron a los ojos, con osadía, a los gigantes de la competición.
En Pamplona se respira un aroma que no conocían desde hacía dos temporadas. Los problemas extradeportivos envolvieron a un club que descendió a los infiernos en 2014. Las vicisitudes institucionales llegaron a su fin, y el conjunto rojillo amenazó con volver a donde había pertenecido durante los últimos quince años. Los navarros se encumbraron en el olimpo del fútbol europeo, ocupando plaza de Champions League en 2006. El espíritu que caracterizó a Osasuna ha vuelto para seguir deslumbrando.
Butarque aún no ha salido de la profunda perplejidad en que quedó sumido el pasado 4 de junio. Las mejillas de los pepineros continúan exhibiendo el rubor que la magia del ascenso ha sacado a relucir. El Leganés será esta temporada el tímido compañero de curso que llega por primera vez a clase, pero con afán de sorprender. Los madrileños serán el sexagésimo primer club en la historia que compita en Primera División. Su debut tendrá lugar el Balaídos, templo vigués y hogar del Celta. Será la máxima expresión de la obra ‘shakesperiana’ Sueño de una noche de verano.
El descenso, una lucha encarnizada
Nadie conoce los avatares del destino. Concebir a los recién ascendidos como equipos destinados a sufrir ha sido, en los últimos años, una afirmación de lo más relativa. Los tres equipos que se incorporaron a la competición la pasada temporada lograron la salvación: Betis, Las Palmas y Sporting de Gijón; es más, los asturianos fueron los únicos que tuvieron que esperar hasta la última jornada para dilucidar su futuro en la categoría.
La pesadilla del descenso se hizo realidad el último curso para Getafe, Rayo y Levante. Los valencianos certificaron su debilitamiento y rubricaron su ocaso a escasas jornadas del final. Para los vecinos, azulones y vallecanos, la confirmación se hizo de rogar hasta la última cita. Pese a haber exhalado hasta el último aliento de vida, la lucha a tres con el Sporting dio como vencedor a los guajes.
El atractivo reto de afianzarse será más complicado que nunca
La consolidación es un arduo proceso que, en ocasiones, conlleva quebraderos de cabeza de toda índole. El atractivo reto de afianzarse en Primera será más competido que nunca esta campaña. Aun así, la incógnita del abismo no será despejada hasta final de temporada, dada la incandescente pugna que se mantendrá durante los meses de competición doméstica. Faltará el aire, pero jamás las ganas de respirar.
"El sueño de la razón produce monstruos". O eso interpretó Francisco de Goya en uno de sus fabulosos caprichos. Una declaración extrapolable al fútbol y al arte del balón. Dormirse en los laureles, en el ámbito deportivo, supone alejarse del objetivo. Los monstruos que habitan en las posiciones de descenso tratarán de cobrarse sus víctimas, y no dudarán en atacar a los más modestos... o a quienes osen disuadirse de sus obligaciones.
El pasado curso, equipos como Granada, Deportivo de La Coruña o Éibar merodearon la delgada línea que separa la angustia y la placidez. La lucha encarnizada del descenso no deja a nadie fuera, y será cada equipo el que deba construir su camino, cimentando las bases en la prosperidad. Para ello, los refuerzos han llegado en periodo estival y la preparación ha sido de lo más intensa.
Agonía o sosiego
No hay manera más genuina de sentirse tranquilo que confiando en uno mismo. La tranquilidad no tiene precio, y para ello solo cabe confrontar los hechos. Varios equipos esperan con ansias poder traspasar el limbo y no sufrir en los puestos más bajos de la tabla clasificatoria. A priori, escuadras como Espanyol, Málaga o Real Sociedad mantendrán sus posiciones alejadas del abismo; un bloque al que esperan unirse Las Palmas, Betis y Sporting para encadenar su segunda permanencia consecutiva.
La tranquilidad pasará por superar los miedos propios
Entrenadores como Juande Ramos o Quique Sánchez Flores han regresado a La Liga para disfrutar del balompié nacional, y no tienen intención de sufrir. Lo mismo intentará Quique Setién en el banquillo de Las Palmas o Eusebio Sacristán en la Real Sociedad. Sin embargo, en el fútbol español no hay ninguna evidencia empírica que exima a nadie de perecer o de soñar. La prueba de ello bien le consta al Celta, que tras estar destinado a luchar por la zona tranquila, logró la clasificación para la Europa League.
Los clichés vigentes durante tanto tiempo han sido pulverizados en los últimos años. No hay club que tenga su posición asegurada en La Liga, y la idea de trabajar desde la modestia y la humildad ha cobrado fuerza. "Partido a partido", decía Diego Pablo 'El Cholo' Simeone, en una de las frases más reveladoras de las pasadas temporadas. El eje vertebrador de la Primera División es la igualdad entre los diez últimos puestos. Superar el ecuador de la clasificación será tarea de los que deseen superar sus miedos.
El anhelo europeo
En posiciones más elevadas se disputarán las plazas europeas. Esta temporada se seguirán vendiendo caras, pero los favoritos para comprarlas son Villarreal, Athletic, Sevilla, Celta y Valencia, salvo sorpresas que puedan concebirse de la mano de Málaga o de otra revelación. Este año puede haber un total de siete equipos españoles en competiciones europeas, merced al título de Europa League conseguido por el Sevilla.
El Submarino Amarillo tratará de no acusar el repentino cambio de entrenador sufrido en los últimos días. Tras la destitución de Marcelino García Toral, el encargado de comandar el banquillo será Fran Escribá. Los castellonenses tendrán la oportunidad de superar la fase previa de la Champions League y convertirse en el quinto equipo español que milite en la competición más prestigiosa del viejo continente.
Los leones rugieron hasta conseguir la quinta plaza
El Athletic estará una vez más en Europa League. Los leones, tras una difícil pugna con el Celta, se alzaron en el quinto lugar de la tabla con 62 puntos. Valverde volverá a vestirse de gala para iluminar el sendero de los vascos. Pese a no haber efectuado nuevas incorporaciones, el fichaje más importante será mantener el bloque de garantías de antaño.
El Sevilla sigue a lo suyo. Los hispalenses, si bien concluyeron su participación en Liga como séptimo clasificado, sumaron su tercer trofeo de Europa League consecutivo. Ya son cinco en total, y debido a la nueva normativa de la UEFA, encadenarán su segundo año en Liga de Campeones. El sueño no deja de ser alcanzar los octavos de final y estar entre los mejores, pero Sampaoli irá paso a paso en Nervión.
Las vidas de Celta y Valencia parecieron revertirse el pasado curso. El cuadro vigués frecuentó las posiciones altas y finalmente acabó por ocupar la sexta plaza. El equipo ché, sin embargo, pese a las altas expectativas, no pudo ser más que duodécimo después de dos cambios de entrenador. Aun así, esta temporada promete batallar por retornar a Europa y emular a la escuadra de Eduardo Berizzo.
La pugna por el cetro
Los focos apuntarán por enésima vez a las máximas potencias de La Liga. La lucha por el trono en España volverá, salvo sorpresa, a tener forma de triángulo. El binomio imperial había reinado con puño de hierro en los últimos años, pero fue disuelto por el argentino inquisitivo. Real Madrid y Barcelona volverán a contar con la presencia del Atlético en la carrera hacia el título. Simeone pondrá a prueba el 'proyecto Zidane' y la continuidad de Luis Enrique.
El cuadro blaugrana volvió a triunfar en la competición doméstica. A pesar de un final de campeonato en que las distancias se vieron considerablemente reducidas, los barcelonistas levantaron su vigésimo cuarto título liguero con un excepcional Luis Suárez, que eclipsó al mismísimo Leo Messi. Al final, doblete gracias a la consecución de la Copa del Rey en una endiablada final frente al Sevilla. Los culés parten con la intención de revalidar su dominio.
'Zizou' comandará el camino hacia el trigésimo tercer título
En Chamartín se frotan las manos tras ganar la Undécima. Dos títulos de la Liga de Campeones en tres años han devuelto al gigante blanco a su lugar en el viejo continente. Sin embargo, los merengues anhelan imperar en España. Cuatro temporadas después de su último éxito nacional, el Real Madrid cimentará su nuevo proyecto sobre la base de cantera. Este verano no se han hecho ingentes compras desde las oficinas del Bernabéu, y se ha optado por jugadores de la casa como Asensio o Morata. El objetivo, volver a reinar.
La amenaza, de nuevo, será el Atlético de Diego Pablo Simeone. Aunque a orillas del Manzanares aún siguen resignándose por no haber levantado ‘la orejona’, los hinchas rojiblancos no han dejado de confiar en su entrenador. El Calderón vibró la pasada campaña hasta la última jornada, pero finalmente no pasó de la tercera plaza y los 88 puntos. Incorporaciones como Gaitán o Gameiro darán una bocanada de aire fresco a los pulmones colchoneros.
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