El partido no tuvo color. Bueno sí, solo uno, el rojo. Un partido que al descanso se va con un resultdo de 4-0 no tiene prácticamente historia. Y es que la selección de Celades hizo los deberes antes del medio tiempo. La victoria era obligatoria si se quería tener opciones de superar a Suecia y Croacia, que encima jugaban entre ellas, de cara a la clasificación para el Europeo.

Poco tardó la 'rojita' en deshacer el entramado defensivo que la débil San Marino había preparado con el objetivo de evitar la más que probable sangría de goles. Los primeros diez minutos de España solo tuvieron un 'pero', que no llegara antes el gol. Los sub-21 realizaban una buena circulación de balón, con velocidad y sentido, abriendo a bandas y dejando encarar a Deulofeu para, luego, cambiar el balón de lado y regalarle espacio y tiempo a Santi Mina y Munir, que combinaban en la izquierda. 

Precisamente desde ese sector, y tras la salida de un córner, llegó el primer gol. Un buen centro de Grimaldo fue desviado por el debutante, Diego González, jugador del Sevilla, que cabeceó al fondo de la red. Antes del cuarto de hora los de Celades habían logrado medio objetivo. Lo difícil era abrir la lata. 4 minutos más tarde Deulofeu y su electricidad en la derecha tuvieron premio. El capitán no paraba de encarar y en una de esas, el centro le cayó a la cabeza de Munir. El nuevo '9' del Valencia hizo lo que mejor sabe, meterla en la portería. Antes Grimaldo había desaprovechado un centro del jugador del Everton. España era un torrente de fútbol y ocasiones pero, pese a ello, los dos goles la tranquilizaron eso se vio en su fútbol. Posesiones más largas y horizontales, con el objetivo de mover al rival y esperar la creación de espacios

Tardó un cuarto de hora más en ampliar la diferencia la 'rojita'. De nuevo el encargado de hacerlo sería Munir. El exjugador del Barça aprovechó un mal rechace de la defensa de San Marino para poner una volea desde la frontal en la red. Partido sentenciado. Pero los pupilos de Celades no se conformaron. En la última jugada antes del descanso, una asistencia de Óliver Torres que hubiera firmado el mismo Iniesta, dejó solo a Santi Mina. Éste, al primer toque, salvó la salida de Benedettini y puso el cuarto. 

Tan finiquitado estaba el choque que a los 5 minutos de la reanudación Deulofeu, el capitán, vio su número en el luminoso del cuarto árbitro. En su lugar entró un hiperactivo Iñaki Williams. 15 minutos más tarde el descanso era para Meré, por el que entró Sergi Samper. El catalán del Granada se fue al medio campo mientras Mikel Merino ocupó la posición del central del Sporting de Gijón. 

El resultado hizo que, ahora sí, los españoles bajaran la intensidad de su juego dando paso a un periodo en el que San Marino se acercó por primera vez a la portería de Kepa. Los de Celades, sabiendo de la importancia del segundo choque de este parón de selecciones, reservaron fuerzas. Aún así, el quinto acabó cayendo. Un centro de Grimaldo desde la izquierda acabó con el balón en la red tras un buen remate de Santi Mina, que hacía su segundo gol de la tarde. La media docena fue obra de Iñaki Williams. El genial futbolista del Athletic Club aprovechó un rechace del cancerbero de San Marino para fusilarlo y aumentar la diferencia de goles con Suecia, contra la que se verá las caras España en el próximo encuentro.