El Valencia CF regresaba a su estadio el pasado domingo después de acumular dos derrotas consecutivas en LaLiga. Pese al mal inicio de la competición domestica, la hinchada valencianista estaba ilusionada, sobre todo, por tres debuts esperados, los de Munir, Mangala y Ezequiel Garay. Los nuevos fichajes y el tiempo veraniego que hacía en la capital del Turia hacían pronosticar que sería una tarde plácida en el feudo che. Pero, en los tiempos que corren, Mestalla no conoce la tranquilidad.

El Real Betis Balompié llegaba a Valencia con la misma necesidad de puntos que los blanquinegros y no serían ellos quienes facilitasen el estado de paz en Mestalla. Los de Gustavo Poyet llegaron a ponerse 0-2 en un partido que parecía sentenciado; más aún con la expulsión del capitán che, Enzo Pérez.

Los primeros silbidos comenzaban a sonar y el Valencia CF parece que se dio por aludido. Pese a que sobre el papel jugar con un hombre menos suponga un duro contratiempo, a los de Pako Ayestarán pareció servirle de estimulante. Los valencianos comenzaron a acumular claras ocasiones de gol, sobre todo a partir de la entrada al campo del debutante Munir, muy activo.

El inicio de la remontada

Corría el minuto 75 de juego cuando Rodrigo Moreno aprovechaba una gran jugada de Nani y Parejo para mandar el balón al fondo de la red y ponía así el 1-2. Eran los mejores minutos de juego del Valencia CF. Volcados en ataque las ocasiones se sucedían, provocado por las "ganas de darle una alegría a la afición", como afirmó Garay al término del partido. Precisamente sería el central argentino el que instalase la locura en Mestalla cuando 3 minutos después del tanto valencianista aprovechó un rechace en el área para empatar el partido.

El Valencia CF había hecho lo más dificil, poner de nuevo las tablas en el luminoso, pero el técnico blanquinegro no se conformó y quiso más. En cambio, con los locales volcados al ataque fue el Real Betis quien lo aprovechó. Rubén Castro anotaba en el minuto 91 de juego para darle los tres puntos a su equipo.

Y así acabó un enfrentamiento con final amargo para el Valencia CF. Un equipo que luchó y dio todo, con un hombre menos, para tratar de darle la vuelta a un partido que muchos hubieran dado por perdido.