La Sociedad Deportiva Eibar encara el partido del próximo sábado ante el Espanyol con la mira puesta en resarcirse de la derrota del pasado lunes ante el Club Atlético Osasuna (2-3). Tras el varapalo que supuso caer en el derbi, primer traspiés en Ipurua por parte de los de José Luis Mendilibar, la visita a Cornellà se presenta como una buena oportunidad para dejar atrás las malas sensaciones y volver a lograr un resultado positivo que vuelva a equilibrar la situación.

El conjunto guipuzcoano, después del punto obtenido en el Santiago Bernabéu, se presentó la jornada pasada ante un equipo que todavía no conocía el sabor del triunfo. Sin embargo, los rojillos sorprendieron a los eibarreses y se llevaron los tres puntos a Pamplona. A pesar de adelantarse antes del medio minuto, los locales, que no estuvieron nada cómodos y no fueron fieles a su estilo, se marcharon de vacío en la octava fecha del campeonato doméstico.

Lo mejor para el Eibar es que, pese a no llegar en su mejor momento al duelo ante los pericos, el encuentro llega pocos días después de la derrota en casa. De lunes a sábado apenas pasarán días y los armeros quieren recuperarse de lo ocurrido para continuar en la parte alta de la clasificación. Pese a la derrota, los puestos europeos todavía no quedan tan lejos, aunque una nueva derrota, ante un equipo que ha empezado irregular la campaña, podría agrandar las dudas.

El equipo de Mendilibar tiene una gran oportunidad de dar un golpe sobre la mesa. El técnico seguro que espera que su plantilla vuelva a los orígenes, al juego de las primeras jornadas, y con ello poder conseguir un buen resultado en un campo complicado como Cornellà, donde el pasado curso cayeron goleados. Otro motivo más para ir a por todas desde el principio y poder regresar a la localidad guipuzcoana con más puntos en el casillero.