Era una ruptura que se veía venir. Desde que regresó La Champions a la vida del Sevilla FC, el corazón y la mente estaban centrados en recuperarla, ya la perdieron el año pasado, y esta temporada no podía volver a repetirse, era hora de volver a los octavos de la máxima competición europea, lo que suponía dejar sin dueño aquello que tantas alegrías y buenos momentos había proporcionado al sevillismo. La Europa League.

El empate de ayer en Lyon, causa y consecuencia del gran trabajo realizado por el conjunto hispalense desde que comenzó su periplo por La Liga de Campeones, provoca una situación que suena a extraña en Europa, hace que el futuro de la Europa League esté más oscuro que nunca, pues el Pentacampeón, su principal pareja de baile, parece haberse doctorado en el fútbol europeo y ha dejado a esta bella princesa sin su príncipe azul, aquel que más la defendía, aquel que más la adoraba, aquel que más agradecido se sentía.

La Uefa Europa League se queda abandonada a su suerte, por lo que es necesario alzar la voz y preguntar ¿habrá alguien que la mime tanto como el Sevilla?, ¿será el nuevo príncipe de Europa tan merecedor de poseerla como el equipo que la tuvo en su regazo tres temporadas consecutivas?

Y es que, pocos clubes en el continente europeo aman a esa competición tanto como los sevillistas, pocos equipos la han deseado tanto y ningún equipo se ha alzado campeón cinco veces. Tres años después este es el legado que deja el Sevilla FC a la Europa League, un legado que es historia del futbol mundial y que al menos, no tendrá continuidad un año más.

Pues, este es el aspecto más “triste” de las rupturas, con el tiempo se verá que nos tiene guardado el destino, pero actualmente es imposible predecir si el Sevilla FC volverá a cruzarse con su competición más preciada, posiblemente no, o quizás antes de lo esperado esté otra vez la tropa hispalense a su lado, luchando por ganar de nuevo su cariño. Otros equipos ya disfrutaron de su presencia, como el Atlético de Madrid, la tuvo dos veces entre sus brazos, pero actualmente lleva años sin congeniar con ella.

Ya muchos quisieran que el destino del Sevilla sea similar al del Atlético, un destino que lleve al club de Nervión a dejar de jugar con la princesa de las competiciónes europeas, para ser dominante en la reina de todas las competiciónes, aunque eso suponga no volver a mirar a los ojos a quien tantas alegrías dio a la afición rojiblanca. Pues seguramente, no haya forma mejor de honrarla y defenderla que disputar La Champions League con ella por bandera y símbolo de identidad.

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Sobre el autor
Juan Vega Relimpio
1996. Geografía y Gestión del territorio e Historia en la Universidad de Sevilla. amante del deporte y apasionado del fútbol