Se cruzaban dos equipos con una acuciante necesidad de puntuar. Como local jugaba el Deportivo de La Coruña. Un Deportivo que llegaba a este choque tras hacer un meritorio encuentro en un estadio tan complicado como es el Santiago Bernabéu y en el que vieron como los puntos volaban del casillero en los minutos finales. Como visitante llegaba Osasuna. Un Osasuna que llegaba al choque de Riazor como colista, a 5 puntos de la salvación y con una racha muy negativa de su nuevo entrenador, Joaquín Caparrós, que no sólo no ha logrado la victoria con los rojillos, si no que había encajado nada menos que 14 goles por tan sólo uno anotado.

Gaizka Garitano repetía once por tercera jornada consecutiva. Y es que parece que tras muchos partidos sin dar con la tecla, el técnico vasco ha encontrado un once tipo con el que jugar. Habrá que ver si el mercado de invierno no trastoca los onces de Garitano, y es que Ryan Babel, una de las piezas angulares del juego ofensivo blanquiazul, termina contrato el 31 de diciembre y al holandés le sobran novias.

Y en este partido de urgencias pescó pronto el cuadro local. Transcurridos apenas tres minutos de encuentro, Emre Çolak ponía un córner al área pequeña que Florin Andone mandó al fondo de las mallas ante una pasividad defensiva difícil de creer en un partido con tanto en juego, el Deportivo se ponía por delante con mucho encuentro aún por disputarse. Sexto gol de Florin Andone, que ha visto puerta seis veces en los últimos seis encuentros de su equipo. Si bien le costó abrir la lata parece que el rumano está en un excelente momento de forma.

Lejos de reaccionar al gol, Osasuna siguió siendo muy inferior a un Deportivo que manejaba a su antojo la posesión y que llegaba con mucho peligro a los dominios de Nauzet cuando la línea ofensiva de los gallegos, formada por Çolak, Carles Gil y Babel se ponían a tocar el balón. Los rojillos ni estaban ni eran esperados en el primer tiempo.

Y cuando el colegiado ya empezaba a mirar de reojo el cronómetro para cerrar el primer acto, una gran jugada de Carles Gil acabó en un centro al área que Ryan Babel casi sin oposición mandó al fondo de la portería de Nauzet. El Deportivo ponía tierra de por medio a falta de tan sólo dos minutos para el descanso y dejaba a Osasuna muy tocado de cara a una posible reacción.

Con el gol de Babel se llegaba al descanso, un descanso que la gente en A Coruña no olvidará fácilmente, y es que cuando restaban pocos minutos para la reanudación se produjo un apagón en la zona próxima al Estadio de Riazor que afectó a los focos y que retrasó el comienzo de la segunda mitad más de veinte minutos.

Y con la reanudación puso ganas Osasuna para intentar remediar la desastrosa primera parte. La entrada en el campo de Rivière le dio a los rojillos mucha más versatilidad en ataque y tuvieron los navarros alguna ocasión de inquietar la portería de Tyton, pero en muy pocas ocasiones le generaron auténtico peligro al guardameta polaco.

El Depor mantenía el tipo, sustentado en un Guilherme que parecía estar en todas partes. Quizá sea la mejor actuación del brasileño desde que recaló en el Deportivo. El equilibrio que le daba al equipo el mediocampo formado por el brasileño y por el costarricense Celso Borges junto con el buen hacer defensivo del cuadro local hizo imposible cualquier atisbo de remontada rojilla en una segunda parte mucho menos intensa que la primera en la que el Deportivo por fin supo rentabilizar los minutos de juego sin conceder ocasiones claras al rival al acercarse el pitido final.

Acabó el partido y un año extraño para el Deportivo, que cierra 2016 a cuatro puntos y dos posiciones de los puestos de descenso y con la sensación de que el equipo al fin ha encontrado un patrón de juego que le funciona. Despedirán el año los de Garitano midiéndose al Betis de Víctor Sánchez del Amo el miercoles ante su afición desde las 21.00h de la noche y con la complicada papeleta de levantar el 1-0 cosechado en la ida.