Enfrentarse al Real Madrid es como afrontar una épica batalla entre Hércules y legionario. Si la contienda se produce en el coliseo blanco y no se dispone de las armas necesarias para disponer de una mínima posibilidad, este último se transforma en un mero campesino. 

El conjunto blanco, al igual que el héroe mitológico griego, esta tocado por una varita mágica que actualmente le mantiene como invicto. Un gigante que se mantiene en píe después de un total de 39 asaltos consecutivos sin conocer la derrota. Una fuerza sobrenatural que logra sopreponerse ante cualquier dificultad. Un total de 24 futbolistas y un cuerpo técnico que se crecen ante la adversidad. Una trayectoria que está cercana a convertirse en leyenda del fútbol mundial.

Cristiano ofreció el Balón de Oro junto a leyendas como Kopa, Ronaldo o Figo

Al igual que en antaño el 'Cid Campeador' expulsó a los moriscos de territorio hispano, los pupilos de Zinedine Zidane se vieron reflejados en el caballero castellano, que domino buena parte de la peninsula ibérica a finales del siglo XI, con el férreo correctivo propiciado al Granada el pásado sábado. Tras las ofrendas realizadas por Cristiano Ronaldo ante la parroquia merengue, donde el 'comandante blanco' ofreció su cuarto balón de oro a los aficionados, los goles no tardarían en llegar al marcador. Hasta en cinco ocasiones clavaron el estoque los futbolistas del Real Madrid en su propio feudo. Un total de cuatro goles en 31 minutos que hicieron a los granadínos besar la lona verpertinamente.

Cristiano ofrece al Bernabéu sus Balones de Oro. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL
Cristiano ofrece al Bernabéu sus Balones de Oro. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL

¡Todos bajo palos!

Los hombres de Lucas Alcaraz llegaban al Santiago Bernabéu con la idea de abandonar el incesante calor infernal de un descenso en el que llevaban inmersos incontables jornadas. La tarea no se tornaba como sencilla, se encontraban ante uno de los escenarios más complicados del fútbol mundial, pero los nazaríes saltaron al verde con un ímpetu superlativo; con el único objetivo de conseguir rascar algún punto en la capital española. 

El Granada se mostró férreo en defensa en los inicios de partido. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL
El Granada se mostró férreo en defensa en los inicios de partido. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL

El Granada arrancó el partido con un planteamiento defensivo digno de estudio: encerrados ferreamente en su propio campo, manteniendo a todos sus hombres por detrás del balón y cediendo la iniciativa del juego al conjunto de Zinedine Zidane. Inicialmente, fue una organización táctica que parecía funcionar al técnico visistante, pero que sin embargo, tarde o temprano se desmoronaría ante la calidad superlativa de los futbolistas locales. 

Monólogo blanco

Los jugadores del Real Madrid tardaron poco más de 10 minutos en habituarse al encuentro, logrando comenzar a superar las trabas encontradas al inicio para hilar el juego ofensivo de su escuadra. Pero cuando la liebre comenzó a cabalgar con fluidez, el galgo blanco se volvió imparable. Desde el portero hasta el último delantero, el conjunto de Concha Espina volvió a demostrar que funciona con la precisión de un reloj suizo, volviendo a deleitar al público con una masterclass de fútbol de élite.

Luka Modric volvió a ser el eje sobre el que gira el centro del campo blanco. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL
Luka Modric volvió a ser el eje sobre el que gira el centro del campo blanco. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL

Cuatro goles en 31 minutos destrozaron la moral nazarí

La sala de maquinas del Real Madrid comenzó a carburar bajo la tutela croata-alemana con un juego de posesión ofensiva vertiginosa que desmoronó la organización táctica andaluza. Así, en el minuto 12, llegó el primer golpe sobre la mesa del Real Madrid. De la mano de Karim Benzema, Isco aprovechó un error defensivo de Samper y fue asistido por el airete francés para batir a Ochoa y colocar el 1-0 en el luminoso. A partir de este agónico minuto para los visitantes, llegaría la embestida merengue.

En el ecuador de la primera parte, con el marcador adverso, el Granada se vió obligado a pasar al Plan B y focalizar su juego en el aspecto ofensivo con el objetivo de retomar la igualdad en el encuentro. Sin embargo, al estirar las líneas, el Real Madrid obtuvo los espacios necesarios para acabar de sentenciar el encuentro. Hasta en tres ocasiones en 17 minutos, retumbó la megafonía anunciando un gol local en el Santiago Bernabéu. Un total de cuatro goles durante la primera parte del encuentro a cargo de Modric, Isco y Cristiano Ronaldo.

Isco aprovechó sus minutos con dos goles importantes

La mención a parte no es para Isco, que estaba aprovechando su oportunidad de forma magistral con un doblete, si no para Marcelo. El lateral del Real Madrid se volvió un auténtico tiburón en busca de sangre. Fue el único responsable de realizar la jugada del partido para asistir a Cristiano en el 3-0. El brasileño se internó en el área dejando sentado a Tito tras varios recortes para asistir al luso que lanzó un testarazo a placer.

Marcelo deja sentado a Tito en el 3-0 donde asiste a Cristiano. +| FOTO: Daniel Nieto - VAVEL
Marcelo deja sentado a Tito en el 3-0 donde asiste a Cristiano. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL

Después de la tormenta llega la calma

Con el 4-0 imperando en el marcador, las pulsaciones en Concha Espina se fueron diluyendo progresivamente mientras el ritmo del partido se difuminaba con el transcurso de los minutos. El partido se transformó en un apacible 'entrenamiento' en un estadio de primer nivel.

James saltó al campo por Kroos

Zidane se permitió el lujo de poder dar descanso a pesos pesados del grupo como Kroos, Marcelo o Isco; el primero y más relevante de ellos al inicio de la segunda parte. Fue aquí cuando James Rodríguez cobró de nuevo protagonismo para continuar su camino de méritos hacia la titularidad con un segundo tiempo en el que logró asistir a Casemiro en el definitivo 5-0.

James salió en la segunda parte y asistió a Casemiro en el 5-0. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL
James salió en la segunda parte y asistió a Casemiro en el 5-0. | FOTO: Daniel Nieto - VAVEL

Un resultado que lleva a Zinedine Zidane al olimpo de los entrenadores con un balance de 39 partidos consecutivos sin perder; un hito que supone alcanzar el récord absoluto del fútbol español y entrar en los libros de historia deportiva mundial.