Sol, playa y, vacaciones. Tres cosas que toda persona busca en verano, pero si a todo ello le juntas Estados Unidos el panorama es aún más fabuloso, pero si por medio va una pretemporada y rivales de nivel todo cambia. El Real Madrid no ha cruzado el Atlántico para llegar a territorio americano para estar de paseo, y es que después de las duras sesiones realizadas en Canadá, le tocó cambiar de continente para disputar la International Champions Cup en Estados Unidos. Después de sumar una dura derrota frente al París Saint-Germain, los blancos se resarcían días después frente al Chelsea, pero para cerrar los compromisos de preparación antes de la Supercopa de Europa, los pupilos de Zinedine Zidane se debían batir en duelo con ni más ni menos que el campeón alemán, el Bayern de Münich.
Con Cristiano Ronaldo y Gareth Bale de vacaciones, y teniendo a Karim Benzema y Keylor Navas lesionados, las pruebas estaban a la orden en un equipo de Zinedine Zidane que debía ser lo más competitivo posible de cara a la Supercopa de Europa, el gran compromiso antes de comenzar el campeonato liguero. El técnico francés decidió formar de inicio en el MetLife Stadium con un once inicial en el que se encontraban Kiko Casilla, Dani Carvajal, Sergio Ramos, Raphael Varane, Marcelo, Casemiro, Luka Modric, Isco, James Rodríguez, Álvaro Morata y Lucas Vázquez. Once jugadores con muchas papeletas de partir de inicio ante el Sevilla. Al otro lado del terreno de juego el Bayern de Münich, el campeón alemán con Carlo Ancelotti a los mandos, y el técnico italiano se reencontraba con su ex equipo, sin poder contar con los lesionados Robben, Douglas Costa y Boateng, además de Kimmich, Müller, Hummels, Neuer, Coman, Lewandowski y Renato Sanches, todos ellos de vacaciones tras la Eurocopa de Francia, partiendo de inicio en el arranque del choque teniendo sobre el césped a Ulreich, Lahm, Javi Martínez, Alaba, Bernat, Thiago, Xabi Alonso, Feldhahn, Vidal, Rafinha y Green.
Comienzo trabado sin apenas ocasiones
En pretemporada las piernas siempre pesan durante los primeros compases de los partidos, y en esta ocasión no iba a ser menos, apareciendo una lucha por el esférico en el centro del campo sin descanso, acumulando ambos conjuntos muchos jugadores cerca del balón propiciando movimientos lentos y, sobre todo, sin claridad a la hora de llegar a la frontal del área. Mientras el contról era del Bayern, el Real Madrid aguantaba encerrado en defensa mostrándose contundente a la hora de cortar el balón buscando salir a la contra con Álvaro Morata como buque insignia, tratando el ariete blanco de aguantar balones llovidos y darles salida hacia las bandas. Tras los diez primeros minutos, un balón largo de Xabi Alonso volaba por encima de la defensa blanca para llegar hasta Arturo Vidal, rematando desviado totalmente solo ante Casilla, pasando así el primer peligro claro del conjunto blanco en el MetLife Stadium.
Tan solo tres eran los minutos que necesitaba el Real Madrid para responder al golpe alemán, y es que una espectacular internada por banda de Isco Alarcón terminaba con un disparo del malagueño que golpeaba en un defensor, quedando el cuero suelto para que de cabeza, James Rodríguez, rematara fácil a las manos de Ulreich. Tras los dos primeros acercamientos con peligro, uno para cada conjunto, la tranquilidad aparecía de nuevo en el choque, pero siendo capaz el Bayern de mantener la posesión. Ni más ni menos que con tan solo dieciocho minutos de partido, el público comenzaba a hacer la ola en el público, mostrando así su alegría por ver a dos de los mejores equipos del mundo sobre el terreno de juego. El paso de los minutos, como no podría ser de otra manera, permitía que el equipo blanco empezar a entrar en ritmo de juego, haciéndose no solo con la posesión, sino con movimientos cerca del área bávaro.
Kiko Casilla comienza a tener trabajo y se luce bajo palos con paradas sobre Green y Thiago
A pesar de todo, dar un metro al Bayern no es síntoma de tranquilidad, sino de todo lo contrario, de peligro, y es que a los veinticinco minutos de partido una falta botada por Alaba se dirigía hasta la escuadra poniendo el miedo en el cuerpo de Kiko Casilla que veía como el magistral golpe del futbolista austriaco salía desviado repelido por el palo. Los problemas no hacían otra cosa que aparecer en la defensa madridista, al conseguir Green llegar al área y disparar a bocajarro a Casilla tan solo dos minutos después del lanzamiento de Alaba, encargándose el cancerbero blanco de detener el chut con su cuerpo teniendo Varane que despejar el peligro del área. Con la lesión de Keylor Navas el turno de reivindicarse bajo palos le llegaba a Kiko Casilla, teniendo el guardameta que volar hasta el palo para detener el fabuloso disparo de Thiago Alcantara pasada la media hora de partido.
El dominio comenzaba a ser aplastante por parte del equipo alemán, por lo que Zidane desde la banda ordenó adelantar líneas a sus jugadores, lo que se tradujo en más dominio y ocasiones para el Real Madrid, probando suerte James Rodríguez con un disparo lejano que se iba por encima del larguero. El centro del campo brillaba por su ausencia en los últimos compases del primer tiempo, empezando los movimientos desde la defensa hasta el ataque con rápida velocidad. Al final, con más pena que gloria y sin concretar ninguno de los acercamientos por parte de ambos equipos, el colegiado del encuentro, el mexicano Jaime Herrera, se encargaba de señalar el camino de los vesutarios para los veintidós protagonistas del partido con un marcador de 0-0 tras una primera mitad en la que el Bayern dominó, mientras que el Madrid se mantuvo a la espera. 45 minutos de futbolistas que volvieron sin destacar demasiado como Ramos, Modric y James, quedando por delante una segunda mitad con mucho por mejorar tanto en españoles como en alemanes.
Zidane mueve ficha al descanso, pero nada cambia
Tras quince minutos de descanso en los que corregir errores y, sobre todo, descansar, los jugadores volvían al terreno de juego, pero ni mucho menos lo hacían todos, y es que Zinedine Zidane decidía dejar en la ducha a Raphael Varane, Luka Modric y James Rodríguez, dando entrada a Nacho Fernández, Mateo Kovacic y Marco Asensio, mientras que por su parte, Carlo Ancelotti decidía no realizar ninguna permuta. La segunda parte se ponía en marcha con unos primeros minutos de tanteo entre ambos equipos, sin llegar con peligro a las inmediaciones del área rival, probando suerte Álvaro Morata con un disparo lejano que se terminaba yendo desviado. Tras diez minutos de poco fútbol con acciones lentas por culpa de las faltas, Ancelotti movía ficha retirando del terreno de juego a Xabi Alonso para dar entrada en su lugar a Fabian Benko.
Estando en un momento de forma fabuloso, Marcelo realizaba una espectacular acción personal para llegar hasta la frontal del área, abriendo el balón hacia Álvaro Morata con un elegante gesto, pero cuando el esférico le llegó al ariete blanco, este no fue capaz de definir con claridad, yéndose el balón desviado ante las protestas del Bayern al entender que había fuera de juego en la acción. La magia pasa por las botas de muchos jugadores blancos, pero después de sacar el balón jugado desde campo propio, Dani Carvajal le daba la pelota a Lucas Vázquez, para que este abriera el cuero hacia Isco Alarcón, que con un movimiento de cadera soltaba a su defensor para sacar de la chistera un remate cruzado que se estrellaba con virulencia en el palo izquierdo, siendo este uno de los mejores acercamientos del Real Madrid. Zidane entendía que llegaba el momento de volver a mover el banquillo, dando entrada en el partido a Martin Odegaard, Danilo y Liengart, sustituyendo estos a Sergio Ramos, Dani Carvajal e Isoc Alarcón.
Los últimos cambios rejuvencen al Madrid y Danilo saca su fusil desde la frontal
La intensidad era la cualidad que definía el partido a la perfección, llegando los encontronazos en el minuto 70 de partido, cuando una dura falta sobre Álvaro Morata hacía que el futbolista blanco se levantara cabreado encarándose con Rafinha, en una acción que terminaba con el colegiado sacando cartulina amarilla al propio Rafinha por su acción. En la última remesa de cambios, Zidane decidía dar entrada a Tejero, Marcos Llorente y Mariano Díaz, dando descanso a Marcelo, Álvaro Morata y Casemiro, con la mirada puesta en la Supercopa de Europa, al mismo tiempo que Carlo Ancelotti daba entrada a Pantovic en lugar de Javi Martínez. Los cambios no tardarían en dar sus frutos, y es que en el minuto 78 de partido, Danilo cogía el balón en banda, entrando hacia el interior para desde la frontal soltar un latigazo imparable que subía y bajaba rápidamente para introducirse en el fondo de las redes alemanas. Espectacular acción que valía el 1-0 para el Real Madrid a poco más de diez minutos de la conclusión, pasando así la presión al Bayern, equipo que necesitaba un tanto mínimo para forzar el empate en el encuentro.
Con tan solo dos cambios realizados en todo el partido, a los jugadores del Bayern les comenzaban a pesar las piernas, hasta el punto de tener que tirarse Thiago sobre el terreno de juego para que Carlo Ancelotti le diera descanso a pocos minutos de la conclusión, entrando en su lugar Ozturk. Seguido por varios de los mejores equipos del fútbol internacional, Mariano Díaz quería continuar revalorizando su precio de cesión, probando suerte a las primeras de cambio con un disparo cruzado que se terminaba yendo desviado, para a continuación filtrarse entre líneas y colocarse solo ante el portero alemán, terminando su disparo con una fabulosa parada de Ulreich. Sin tiempo para más, el árbitro indicó el final del choque con una trabajada victoria por parte del Real Madrid por 1-0, gracias al gol de Danilo. El próximo compromiso de los blancos será este próximo martes frente al Sevilla FC en la Supercopa de Europa.