Probablemente el tiempo que hizo durante el partido no estará muy lejano al que hará el día del Juicio Final. Con la solemnidad que esto merecía, y con el choque de las gotas de agua contra el suelo mezclándose con los cánticos de los aficionados, el Atlético B y el Leganés B iniciaron un duelo que quizá no estaba a la altura de la importancia del día del Juicio Final, pero que era trascendente para los locales ya que necesitaban la victoria para seguir peleando por el liderato del grupo. Para conseguir su propósito, los de Óscar Fernández trataron de llevar el peso del partido desde el principio y en cierto modo lo consiguieron. En cambio, los visitantes trataron de ser pacientes, aprovechar las pérdidas del Atleti y alargar lo máximo posible las posesiones en la mitad de campo del contrario.

Los ataques rojiblancos se concentraban en ambas bandas y terminaban o bien en un centro o bien con una devolución del balón al carril central cuando llegaban a la altura de la frontal del área. Mientras, el filial pepinero no dejaba de buscar a Moussa, que mostró una gran capacidad de aguantar el balón de espaldas y esperar la incorporación de alguien que estuviese en mejor posición. De este modo llegaron las primeras ocasiones del partido con un disparo de Kilian que atrapó el portero del Leganés en dos tiempos y otro, minutos más tarde, de Keidi a la media vuelta que tuvo el mismo destino que el disparo de Kilian. Pese a estas ocasiones, los visitantes no se dejaron intimidar y Moussa rozó el gol con un disparo que le salió muy centrado y atrapó San Román.

La sensación era que ninguno de los dos equipos era superior, lo que era más preocupante para el filial colchonero, cuyas aspiraciones son mayores. Para alcanzarlas debía ganar y al descanso no solo no lo iba haciendo sino que el Leganés había ido creciendo en el partido.  

El segundo tiempo no empezaría mejor para los rijiblancos, y en la primera jugada el Leganés rozó el gol, pero San Román hizo un auténtico paradón. La respuesta del Atleti fue un remate de Zaka a un centro raso de Nacho que rechazó un defensa pepinero. Acto seguido habría otro centro, en esta ocasión de Kilian, que se paseó por la línea de gol. En este momento el partido parecía que iba convertirse en un intercambio de golpes, y durante un periodo de diez minutos lo fue y hubo cuatro llegadas peligrosas que pudieron significar el primer gol del partido para cualquiera de los dos bandos.

Con el paso de los minutos, la espesura predominante en el primer tiempo volvió a invadir a los colchoneros. Como queriendo acompañar a su mal partido la lluvia volvió a hacer acto de presencia y, además, los pepineros empezaron a creerse que podían ganar el partido. Llegados a este punto el Atleti B empezó a buscar el juego directo sobre sus extremos y su delantero, pero la producción ofensiva no era suficiente como para que el Leganés temblase. La sensación real de peligro llegó al filo del minuto 90, con un par de centros protagonizados por Juan Moreno y Sergi que la defensa del Leganés no acertó a despejar, pero que no terminaron el gol.

Al final, el partido acabó en tablas, y no puede decirse que no fuese justo según lo visto en el campo. Pese a la lluvia y al frío y por suerte para el Atlético, no era el día del Juicio Final, y pese a haber perdido el liderato en beneficio del Móstoles todavía tiene jornadas de sobra para recuperarlo.