Mestalla se vistió de gala para recibir al líder de la liga en un partido que debió jugarse meses atrás pero debido al mundial de clubes que disputó el Real Madrid debió aplazarse el que iba a ser uno de los clásicos de la liga.

La afición valencianista no aprobó el horario dispuesto por la liga debido a que muchos de los hinchas blanquinegros no podrían asistir al encuentro por ser horario laboral, aunque a pesar de ello, el club de la capital del Turia colgó el cartel de 'no hay entradas'.

Voro y Zidane alinearon sobre el verde de Mestalla sus mejores galas. El técnico galo dejó en el banquillo a Gareth Bale, que volvió de su lesión unos días antes del duelo ante el Valencia.

Mucho Valencia para un Madrid gris

El conjunto local salió como un avión al encuentro y tardó tan sólo cuatro minutos en hacer el primer gol. Zaza recibió dentro del área un pase de Cancelo y, a la media vuelta se sacó un zurdazo que entró por la escuadra de la meta defendida por Keylor Navas.

Esto provocó que Mestalla estallase de alegría pero, por si eso fuera poco, tan sólo cuatro minutos después del gol del delantero italiano, que anotó su segundo gol con la elástica del Valencia; Orellana, tras una contra de libro, batió por debajo de las piernas al guardameta costarricense y puso el segundo gol en el electrónico.

Tras el segundo gol del Valencia, el partido comenzó a calmarse y fue el conjunto de la capital quien dominó la posesión de la pelota aunque le costaba mucho crear peligro sobre la portería defendida por Diego Alves.

El mejor Valencia de la temporada estaba anulando por completo al Real Madrid que se mostraba sin ideas al ver que cada vez que parecía que iba a llegar el gol, salía una pierna de un jugador de blanco para evitarlo.

Llegando a los compases finales del primer tiempo, Voro se vio obligado a mover banquillo. En una jugada de ataque, Nani notó dolor en su pierna derecha y no fue capaz de continuar en el terreno de juego, por lo que el técnico valenciano dio entrada a Siqueira, que ocupó el lugar de Gayà y éste el del internacional luso.

Cuando el primer tiempo parecía que no iba a dar más de sí, Cristieno Ronaldo, con un cabezazo perfecto tras el centro de Marcelo, recortó distancias y metió al conjunto merengue en el partido.

El Valencia trató de replicar al tanto del astro portugués antes de encarrilar el túnel de vestuarios con un lanzamiento desde la esquina, pero el remate de Munir salió desviado por mucho.

El Valencia sabe sufrir y se lleva el gato al agua

Los primeros quince minutos de la segunda mitad fueron un monólogo del Real Madrid hasta el punto en el que Keylor Navas no vio la pelota rondar su portería hasta pasado el cuarto de hora del segundo periodo.

Poco a poco, el Valencia fue cobrando protagonismo en el juego, aunque su principal preocupación era la de defender y tratar de buscar un contragolpe que pillase al Madrid con pocos efectivos en defensa.

Con el cojunto dirigido por Zinedine Zidane volcado en el ataque y tras la lesión de Zaza, Voro decidió dar entrada a Mario Suárez para ganar un efectivo en el centro del campo a costa de quedarse sin referencia en ataque.

Los jugadores del Valencia celebran el gol de Orellana. | Imagen: www.valenciacf.com
Los jugadores del Valencia celebran el gol de Orellana. | Imagen: www.valenciacf.com

El Madrid dominaba y encerraba al Valencia, pero seguía, como en la primera mitad, sin crear un peligro real que inquietase a Diego Alves. Sólamente hacían trabajar al guardameta carioca con acciones a balón parado y en ninguna de ellas se tenía que estirar con mucho esmero.

Los de Voro reclamaron penalti sobre Zaza primero por un empujón dentro del área brindado por Carvajal, y sobre Munir después al recibir un tremendo pisotón de Sergio Ramos, pero el colegiado de la contienda no apreció nada en ninguna de las dos jugadas.

Llegando a los minutos finales del encuentro el partido se convirtió en una batalla de recados, en la que cada jugada un jugador, de uno u otro equipo, llegaba sospechosamente tarde al balón y el rival caía al suelo, todo esto sin que De Burgos Bengoetxea lo viera.

En el minuto 87 el conjunto de la capital tuvo la ocasión más clara para los de Zidane de toda la segunda mitad. Carvajal colgó un balón al área que salió repelido hasta en cuatro ocasiones, terminando en los pies de Marcelo que volvió a colgar el balón, pero finalmente no consiguió entrar en la red defendida por Diego Alves.

Tras la carambólica jugada, el Madrid volvió a tener el empate en sus botas, pero el zarpazo de Ramos se marchó por muy poco y continuó el 2-1 en el electrónico de Mestalla.

En el descuento la volvió a tener el conjunto de la capital pero el testarazo de Cristiano Ronaldo esta vez no entró y Mestalla estalló de júbilo alentando a su equipo como llevaba haciendo durante todo el partido.

En el último minuto del tiempo añadido el Real Madrid dispuso de dos córners, a los que subió a rematar incluso Keylor pero ningún jugador del conjunto merengue fue capaz de rematar el balón a gol y Mestalla, ahora sí, estalló para celebrar la victoria del Valencia.

Tras el pitido final, los tres puntos se quedaron en el coliseo blanquinegro y llenaron de moral a los de Voro que por fin habían hecho a su afición disfrutar de su equipo. Mestalla había vuelto a vivir una de sus grandes noches y despidió a los jugadores cantando el himno regional de Valencia.

En la siguiente jornada, los de la capital del Turia visitan Mendizorroza para medir ese al Alavés mientras que los madrileños, sin salir de la Comunidad Valenciana se enfrentarán al Villarreal en el Estadio de la Cerámica.

Estadísticas del encuentro

Fuente: mismarcadores
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