El FC Barcelona está obligado a no volver a fallar si quiere seguir teniendo opciones de ganar el campeonato liguero. Con 63 puntos y con la mirada puesta en afrontar la 29ª jornada de La Liga, los culés se encuentran a dos puntos del máximo rival, el Real Madrid que acumula 65. Sin embargo, el choque aplazado que enfrentará a los blancos con el Celta de Vigo en Balaídos supone que los de Zidane cuenten con un partido menos que los azulgranas, de manera que los números dejan claro que el Barça ya no depende de sí mismo. Si el Real Madrid no tropieza en más de un partido, se proclamará campeón de La Liga.
Ni un tropiezo más
Con esta situación, un fallo más por parte de los culés supondría un adiós casi definitivo a cualquier posibilidad de renovar por tercera vez consecutiva el título liguero. Lo cierto es que ni blancos ni azulgranas han ofrecido su mejor juego en este curso. Los de Zidane ganan sin convencer y los culés han sido muy irregulares en su juego. Acumulando tres derrotas y seis empates, el Barça ha fallado demasiado.
Pese a todo, hubo un momento no hace tanto en el que los culés veían muy posible y no sin motivos el volver a conquistar La Liga española. El 22 de febrero, el Real Madrid caía sorprendentemente derrotado ante el Valencia, en el choque correspondiente al partido de la jornada 16 que había sido aplazado. De manera consecutiva, los blancos empataban con Las Palmas mientras el Barça conseguía imponerse al Atlético de Madrid en el Calderón y goleaba al Sporting de Gijón en territorio culé. La situación ponía a los blaugranas líderes un punto por encima del máximo rival y los números no engañaban: Si derrotaban a los blancos en El Clásico y no volvían a fallar, ganarían La Liga.
La Liga por la Champions
La dicha no duró mucho. Dos jornadas después de que los culés volviesen a tener motivos para creer en conquistar el campeonato liguero, tropezaban de nuevo. El Barça cayó derrotado por 2-1 ante el Deportivo de La Coruña en Riazor y los blaugranas cedían otra vez el liderato al Real Madrid, de manera que volvían a perder la ventaja de depender de sí mismos. El varapalo llegaba en un gran momento de los culés, pues venían de golear en los dos últimos choques ligueros y arrastraban la euforia de la histórica remontada conseguida en Champions tan solo dos días antes. El caprichoso destino quiso darle al Barça una de cal y otra de arena, pues hasta el momento la continuidad en la UEFA Champions League parecía impensable y el liderato de La Liga se presentaba como un objetivo mucho más asequible. Al final los azulgranas consiguieron lo más difícil, vencer por 6-1 al PSG, a cambio de alejarse de la conquista liguera un pasito más y allanarle el camino al máximo rival.
Las claves: El Clásico y el derbi
Desde entonces, culés y merengues suman una victoria en sus respectivos compromisos ligueros y la clasificación sigue liderada por los blancos, que podrían permitirse perder un encuentro y aun así seguirían líderes de La Liga. A tan solo diez partidos del final del campeonato, el calendario y los números favorecen al Real Madrid, sin embargo, la suerte aún no está echada. El Clásico se presenta como una de las claves para decidir el campeón de La Liga y aunque en caso de ganarlo el Barça, los blancos seguirían líderes si no volviesen a fallar, supondría una inyección de ánimo para los culés y metería presión a los de Zidane, pues no podrían permitirse más tropiezos.
Habrá que esperar al 23 de abril para ver el choque entre los dos mayores titanes del fútbol español, que se celebrará en la jornada 33 pero antes de eso, La Liga nos tiene preparado otro gran partido que será definitivo de cara a decidir el campeón. Los blancos recibirán al Atlético de Madrid del Cholo Simeone dos semanas antes de El Clásico. El Barça no tendrá que volver a enfrentarse a los colchoneros este curso, al menos en Liga, pero los de Zidane aún tendrán que superar esta dura prueba. Así, el derbi madrileño se erige como otra de las claves para el Barça. Si el Real Madrid tropieza ante rojiblancos y culés y el Barcelona no falla, será campeón.
Pese a todo, lo único que de momento está claro es que los azulgranas no pueden permitirse ni un fallo más. Los de Luis Enrique tienen un camino difícil por delante pero siguen vivos y con opciones en todas las competiciones. Después de la histórica remontada que el Barça protagonizó en Champions, estos chicos han demostrado que la palabra 'imposible' no está en su diccionario.