Decepción. Quizás es la mejor definición que podría hacer cualquier valencianista tras finalizar el partido en tierras gallegas. 
El Valencia visitaba al Deportivo en lo que era el tercer partido de Césare Prandelli al mando del conjunto valencianista. El denominado "efecto Prandelli" parecía haber surgido efecto tras la victoria de oficio en Gijón y la espectacular imagen mostrada por el conjunto "che" una semana antes en Mestalla ante el FC Bacelona, pese a que no sirviera para sumar puntos. Parecía que el técnico italiano había cambiado la cara al equipo pero ese cambio se quedó en Mestalla aquella tarde de Octubre.

Prandelli y Voro, el pasado y el presente, en Riazor. Foto | Valencia CF
Prandelli y Voro, el pasado y el presente, en Riazor. Foto | Valencia CF

El equipo llegaba con la baja de Jose Luis Gayà a la que se unía como era habitual, la de Guilherme Siqueira. El por entonces entrenador valencianista decidió confiar nuevamente en Aymen Abdenour para el lateral, como lo hiciera de urgencia en el partido frente al Barça, pero el central tunecino no estuvo igual de acertado que en el partido anterior. Por su banda llegaron numerosos centros peligrosos y precisamente, en uno de ellos llegaría el gol de Emre Çolak en los minutos de descuento de la primera parte evidenciando la falta de concentración de equipo valenciano.

Antes de ello el delantero hispano-brasileño, Rodrigo Moreno, tuvo hasta tres ocasiones clamorosas para abrir el marcador, dos de ellas fueron claros "mano a mano" que de haberse materializado habría cambiado el rumbo del encuentro.
Pero la insistencia del delantero obtuvo su premio. Pasados los diez minutos de la primera parte, tras un centro de Parejo despejado por Tyton, Nani le servía el balón a Rodrigo para que anotara el empate en el electrónico. El partido volvía a comenzar para el Valencia pero la reacción del equipo fue nula, las mejores ocasiones del partido fueron de color blanquiazul y los cambios no tuvieron repercusión sobre el juego del equipo. 

La imagen mostrada en Riazor es el reflejo del actual Valencia y como en la mayoría de partidos de la presente temporada, el espejo donde no debe mirarse el equipo para tratar de vencer en Mestalla al Deportivo y espantar casi de manera definitiva, los fantasmas del posible descenso.