Paulo Dybala tiene 23 años y juega de segundo delantero por detrás del ‘9’ o más a una banda. La calidad que atesora su pierna zurda le ha alzado a ser uno de los jóvenes con mayor proyección en el panorama futbolístico. Su fichaje por la Juventus de Turín en 2.015 le permitió crecer y colocarse entre los mejores del equipo bianconero tras una primera temporada de escándalo. Este año lleva el mismo camino pero más allá de Italia, Europa ha podido disfrutar de sus grandes actuaciones. Su compatriota Messi ya vio de lo que es capaz el argentino y ahora quiere mostrárselo también a Cristiano Ronaldo.

‘La joya’, de Argentina a Italia

Ese fue el apodo que le puso un periodista argentino a Dybala cuando jugaba en el equipo de su ciudad natal, el Instituto de Córdoba. Con 18 años comenzó su andadura por el fútbol profesional, aunque solamente permaneció un año en Argentina. Los ojeadores del Palermo se fijaron en el joven zurdo y no dudaron en ficharle.

En la temporada 2012-2013, Dybala disputó sus primeros 28 partidos en la Serie A y marcó tres goles. Sin embargo, el conjunto rosanero descendió a la segunda división italiana. Al año siguiente regresó a la máxima categoría y en su último año con el Palermo, el delantero argentino destacó por encima de sus compañeros. Fue el mejor con 13 goles y 10 asistencias en los 34 partidos que jugó. Varios clubes comenzaron a interesarse por él.

El mejor club para progresar

La Juventus de Turín apostó fuerte y Dybala firmó por unos 32 millones de euros. El día de su presentación el joven se mostró muy contento porque estaba en “el equipo perfecto para seguir creciendo”. Y en su primera campaña no defraudó: disputó 46 encuentros y logró 23 goles, además de nueve asistencias (entre todas las competiciones).

Está claro que el club bianconero -un grande e histórico del fútbol italiano y europeo- era el mejor escenario posible para Paulo. El PSG o el Chelsea también lo querían, pero él ya se había acostumbrado a jugar en Italia y seguro que eso fue un punto a favor de la 'Juve'. Además, otros equipos italianos que antes estaban entre los mejores de Europa como el Milán, Inter o Roma, no pasan por un buen momento futbolístico.

Dybala escogió bien su destino y muchos le han comparado ya con el mismísimo Lionel Messi, aunque todavía está a años luz del astro argentino. Eso sí, ambas zurdas son envidiables.

Su papel en esta Champions

Dybala ya ha demostrado su enorme talento en la competición europea y nada menos que ante el Barcelona. Dos zurdazos del argentino dejaron la eliminatoria de cuartos muy de cara para los italianos. De momento lleva cuatro goles ya que contra el Mónaco no estuvo acertado. Quizás se haya guardado su mejor actuación para la final de Cardiff. El argentino ha reconocido que desde que llegó a la Juventus soñaba con jugar este partido. Ahora, deseará añadir una 'orejona' a sus dos trofeos de Serie A italiana. Enfrente tendrá al campeón de la última Champions.

Casemiro, clave para detenerle

El centrocampista defensivo del Real Madrid tendrá un complicado duelo con el argentino. Sus movimientos entrelineas -combinando con el resto del frente de ataque y el medio campo- generan mucho peligro en el área rival. Sus compañeros intentarán buscarle por el centro o en banda derecha, donde a menudo se desplaza para jugar a pierna cambiada. De esta manera puede bordear la defensa contraria de fuera hacia dentro y golpear con su zurda o dar un pase al hueco. 

Puestos en esta situación de juego, Casemiro recibirá órdenes de Zidane para no despegarse del argentino. No dejarle ni levantar la cabeza, porque en un par de metros arma una jugada o un disparo. Con el arduo trabajo que tendrán los dos centrales madridistas con Higuaín y Mandzukic, el brasileño se queda como único defensor del delantero. Aunque tanto Kroos como Modric e incluso Marcelo podrían echarle una mano, depende de la zona que frecuente Dybala.  

El centrocampista también deberá llevar mucho cuidado con no ser amonestado pronto, pues podría condicionarle para todo el duelo. Y pedirle a Casemiro que reduzca su intensidad no es bueno, ni para él ni para el Madrid. ¿Quién ganará este apasionante enfrentamiento individual? La gloria europea es el premio.