Sin lugar a dudas el hombre clave, el mejor jugador de la temporada e indiscutible tanto para Eduardo “Toto” Berizzo como para la afición ha sido Don Iago Aspas Juncal. Si ya la temporada pasada rindió al nivel esperado en su vuelta a casa con un fútbol increíble entre sus botas y con 16 goles anotados, esta temporada deslumbró con la camiseta celeste realizando la mejor temporada en cuanto se refiere a influencia en el juego, de hacer mejor a sus compañeros, tanto en la Liga Santander, Copa del Rey como en la Europa League. Iago Aspas ha dado un salto muy grande en la calidad, lo físico y lo mental. Atrás quedaron los fallos tontos hacia portería, los cambios en cada partido para darle descanso y, lo más importante, ahora Iago es capaz mentalmente de asociarse con los demás, dándose cuenta de que es importante para el equipo.

Con el paso de las temporadas, el moañés se ha convertido en un referente para el equipo, y esto se puede ver en los números de esta temporada, pues ha participado en la mayoría de los partidos, y en los que no jugó fue por amonestación o por descanso para la Europa League. En su segunda temporada consecutiva portando la camiseta del club vigués disputó un total de 3607 minutos, en los que consiguió marcar 26 goles con el club olívico y uno con la selección absoluta de España contra Inglaterra en Wembley con un golazo por toda la escuadra que impulsó el empate en los últimos minutos. Su primer gol lo marcó en la jornada 5 ante el Sporting de Gijón en Balaídos. Hay que destacar que en dos jornadas consecutivas consiguió hacer dos dobletes ante el Deportivo de la Coruña en Balaídos (hay que resaltar que por primera vez le marcaba al eterno rival en partido oficial) y contra Las Palmas en Gran Canaria.  

Iago Aspas ha dado lo mejor de sí esta temporada realizando grandes actuaciones con el Celta que le han llevado a la selección absoluta y, de momento, es un fijo con Julen Lopetegui. Para el año hay mundial y si el moañés quiere ir a Rusia tendrá que seguir rindiendo a un nivel extraordinario, y que mejor club que el de su corazón.