Con un calor asfixiante, el doble de aficionados que de butacas y con los dos mejores equipos del fútbol femenino español frente a frente, la Ciudad del fútbol de Las Rozas se vistió sus con mejores galas para acoger una nueva final de la Copa de la Reina. Y el espectáculo no defraudó: brilló el fútbol, llovieron goles y el Barcelona fue justo campeón.
Les quitaron La Liga hace unas semanas, les quitaron La Copa hace justo un año, les arrebataron el trono del fútbol femenino español. Y ellas ahora querían despertarlas de su sueño, robarles el doblete. El conjunto dirigido por Xavi Llorens dominó la final de principio a fin para conquistar su quinta Copa de La Reina, un premio más que merecido tras una grandísima temporada. Aunque esto no quiere decir que las de Villacampa fueran meras espectadoras, el apoyo de su afición, las paradas de Lola Gallardo y el gol de Sonia sostuvieron al equipo hasta los compases finales.
El barcelona gana su quinta Copa de la Reina
El duelo comenzó con más intensidad de la esperada, parecía que las jugadoras de uno y otro equipo tenían prisa por marcar. Pero tras unos primeros minutos de ida y vuelta, el Barcelona se hizo rápidamente con el control del partido. Firme en defensa y ahogando la salida de balón rival con una excelente presión, las azulgrana anularon totalmente a las rojiblancas. Sólo los guantes de Lola y las malas decisiones en ataque de las delanteras del conjunto catalán evitaron el susto para Villacampa antes de tiempo.
A todo esto, el calor obligó a hacer parones para refrescarse. Y precisamente el primero de estos parones, como se puede esperar de estas circunstancias, sirvió para que el equipo que más sufría, el Atleti, volviera a conectarse. Y fue ahí cuando llegó la ocasión que podría haber cambiado el guión del partido, la pena máxima. Una desafortunada y para algunos dudosa acción de Gemma Gil acabó en penalti, una oportunidad que no sabrían aprovechar las rojiblancas: Sonia falló y el Atleti se volvió a desinflar.
Demasiado castigo
El penalti fue un sustito y las azulgrana no podían dejar que su excelente primera parte se acabar sin premio. Tuvo que aparecer la goleadora Jenni hermoso, nombrada mejor jugadora de la final para poner el primero al filo del descanso.
Ya en la segunda parte, Villacampa dejó claro que se resistía a dejar escapar el doblete tan pronto, movió el banquillo dando entrada a Ángela Sosa y se vio otra actitud en sus jugadoras. Pero esta vez Jenni no dio tregua y volvió a perforar la meta defendida por Lola a los pocos minutos de la reanudación.
Jenni Hermoso fue nombrada mejor jugadora de la final
2-0 y parecía que la Copa ya volaba hacia Cataluña. Una afirmación que se podría haber pronunciado con otro rival, no con el Atlético de Madrid, invicto en la temporada hasta este partido. Y con fuerza, corazón, algo de suerte y toda a rabia por el penalti errado, Sonia puso el 2-1 con un potente disparo lejano que se coló entre la defensa azulgrana. Quedaba todavía una vida y SE PODÍA. O así lo gritaba la grada repleta de colchoneros.
Por desgracia para la afición, esta Copa ya tenía dueñas y no vestían de rojo y blanco. La zaga colchonera, que no estaba teniendo, ni mucho menos, su mejor día, cometió un gravísimo error que supo aprovechar bien el Barcelona, poniendo el 3-1 por mediación de Alexia Putellas. Una goleada que redondearía la canterana Aitana Bonmatí con el 4-1 final. Demasiado castigo para el Atlético de Madrid, que no pudo poner la guinda a una temporada idílica.
