La vida, en muchas ocasiones, es injusta. No debería estar escribiendo este artículo. El trágico día 30 de noviembre de 2016, en el que 71 personas perdieron la vida tras un accidente de avión no debería haber existido. Pero sí, ocurrió, como ocurren mil tragedias a diario en todas las partes del mundo. El Chapecoense fue el desafortunado protagonista de un capítulo negro, triste, que restará para siempre en las memorias de la gente, en la memoria del mundo del fútbol.

El mundo del fútbol se unió para apoyar al equipo brasileño

Un viaje a la gloria, a la disputa de una final, se convirtió en un antítesis de lo debía ser ese día para los futbolistas del “Chape”. Sólo 6 personas sobrevivieron al accidente aéreo, entre ellos 3 futbolistas del combinado brasileño, que sin duda, volvieron a nacer ese día. Seis ángeles que inexplicablemente se salvaron de una muerte segura. Se quedaron para luchar, para recordarnos lo valiosa que es la vida, lo importante que es aprovechar cada día. Son la base de una reconstrucción de un equipo en ruinas, que vio como de la noche a la mañana cambiaba su futuro de manera drástica.

Alan Ruschel, Jackson Follmann y Helio Neto fueron los tres futbolistas que sobrevivieron a la tragedia. Lateral, portero y defensa central. La zaga del equipo, el muro de los brasileños. Tres ejemplos de superación absoluta. Alan es actualmente integrante del primer equipo, puede seguir haciendo lo que más quiere, lo que mejor sabe hacer. De hecho, volvió a debutar hace poco menos de 15 días en un amistoso de entrenamiento. Se dijo en un primer instante que se quedaría paralítico, pero tan solo una semana después ya daba sus primeros pasos. Jackson fue amputado de una de sus piernas y Helio sigue en proceso de recuperación y espera “volver a jugar algún día”.

Jackson, emocionado, con la Copa Sudamericana. Foto: Getty Images
Jackson, emocionado, con la Copa Sudamericana. Foto: Getty Images

La remodelación fue total. A nivel deportivo se realizaron 23 fichajes para conformar una nueva plantilla. Todos desde el más profundo secretismo debido a la expectación que se había creado. Se llegó a especular que jugadores como Ronaldinho podrían fichar por el equipo para ayudarles de forma momentánea. Hasta 11 clubes llegaron a ofrecer la posibilidad de ceder jugadores. El Chapecoense rechazó todo tipo de propuestas de ese estilo. No querían caridad, huyeron de la pena. Querían jugadores para poder luchar y competir en las siete competiciones que disputan, jugadores de largo plazo, no jugadores puente ni futbolistas que aprovecharan el tirón mediático que por aquel entonces pesaba sobre el club. Lo más importante, mantener sus valores que lo habían llevado a lo más alto. La humildad por bandera.

Helio, ejemplo para los nuevos. Foto: Chapecoense
Helio, ejemplo para los nuevos. Foto: Chapecoense

Nuevos jugadores, nuevo entrenador y nuevo presidente. Vagner Mancini cogió las riendas. Un perfil de entrenador parecido al de su antecesor. Con experiencia en equipos grandes y defensores de un fútbol moderno, un fútbol que les hizo brillar y les hizo llegar a esa final de la Copa Sudamericana. Se les declaró campeones en un gesto para quitarse el sombrero de Atlético Nacional, su rival en la final. Eso supuso una inyección de unos 2 millones de euros a los que sumar los 17 que ya tenían de presupuesto y el millón y medio que la Federación de Brasil les dio.

Se especuló en múltiples donaciones procedentes de diversos equipos de todo el mundo, pero la realidad que confirmó el club es que tan sólo el Barça aportó su granito económico donando 250 mil euros y brindando la posibilidad de disputar el Trofeu Joan Gamper, para dar homenaje a los que ya no están, con el desplazamiento pagado.

El Barça fue el único equipo que ayudó al Chapecoense

Sus números a día de hoy no son del todo malos. Son decimocuartos en la liga brasileña con 22 puntos pero a tan sólo 3 puntos del séptimo puesto, en una competición muy igualada, en la zona media de la clasificación. Cayeron en la fase de grupos de la Copa Libertadores al quedarse a un punto de Nacional, quedando segundos. No se puede pedir más.

La ilusión con la que llegan para disputar el Gamper es enorme y la oportunidad perfecta para rendir homenaje a las víctimas del accidente. De hecho, llevarán una camiseta conmemorativa, en la que brillan 71 estrellas verdes, estrellas que brillarán más que nunca en el Camp Nou, estrellas que nunca dejarán de brillar. Forza “Chape”.

La camiseta que llevará este lunes el combinado brasileño. Foto: Chapecoense
La camiseta que llevará este lunes el combinado brasileño. Foto: Chapecoense