Tras seis encuentros de pretemporada los de Manolo Márquez convencen a los aficionados. Manteniendo su status de invictus en la presente pretemporada, nada refleja mejor la buena dinámica del equipo que los propios números cosechados desde mediados de julio.

Hasta la fecha los amarillos con un juego a veces vistoso y otros tantos faltos de profundidad y frescor, atesoran la significativa cifra de cuatro victorias en seis enfrentamientos. Triunfos relevantes como el 1-4 al Besiktas de Pepe y Quaresma en Marbella, o el 2-0 ante un Tenerife superado con creces en el partido de vuelta de la Copa Mahou, arrinconan dos empates logrados frente a un Marítimo de Funchal sin ritmo y un Tenerife que al igual que los grancanarios pusieron intensidad al partido.

De menos envergadura, por la diferencia de nivel de los oponentes pero no por ello victorias menos importantes, el equipo consiguió en la primera prueba del verano un contundente 0-6 frente a la selección del sur de Gran Canaria, para semanas después coronar el histórico trofeo andaluz “Ciudad de la Línea”, en un partido muy exigido para los insulares, cerrando un ajustado 1-2.       

El buen palmarés de la UD Las Palmas no es de obviar. El conglomerado de Manolo Márquez respalda una puesta a punto donde no ha faltado de nada excepto la derrota. Por consiguiente, sin tener en cuenta los partidillos de entrenamiento contra el tercer y segundo equipo, el balance de resultados es positivo, sacando cuatro victorias y dos empates que dejan buen sabor de boca y buenas sensaciones. Buenas sensaciones como las palpitadas los días 27 de julio ante el campeón de la liga turca y el pasado 8 de agosto contra el Tenerife,  esas mismas que pretenderá  prolongar hasta el inicio de temporada el cuadro amarillo que como bien manifestaba el técnico catalán tras el último choque frente al conjunto blanquiazul.

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