En Montilivi, el equipo malacitano buscará quitarse el mal sabor de boca que dejaron en la primera jornada, en el que se vieron superados por el rival, no solo en el resultado si no también en juego y en actitud.
Todo lo contrario le sucede al Girona, que en su primer partido en la Primera División se llevaron un meritorio punto que cumplió con creces y estuvo excesivamente cerca de ganar al Atletico de Madrid, tras ir ganando por dos goles durante la mayor parte del partido siendo superiores y en el que se pudo observar que los catalanes no pondrán las cosas nada fáciles este año, como ya venían demostrándolo en pretemporada. Además, la actuación de los jugadores da al equipo más confianza a los de Machín. La solidaridad defensiva gracias al sistema, sumado a la verticalidad de los carrileros y su extrema facilidad para poner centros al corazón del área, hacen del Girona un equipo que puede poner en serios aprietos a los de Míchel si cometen los mismos errores que frente al Eibar, ya que las grandes oportunidades de el equipo armero, llegaron precisamente desde las bandas y seguro que los catalanes habrán tomado buena nota de eso.
Por tal de conseguir su objetivo de la permanencia, el Girona se ha renovado notablemente, en especial gracias al Manchester City y ha conseguido mejorar su columna vertebral. Es por eso que a los Granell, Portu, Pons o Borja García, se han añadido los Stuani, Maffeo, Muniesa o Iraizoz que hacen que el equipo dé un salto de calidad y pueda competir en su estreno en la máxima categoría con una plantilla de garantías.
Aún siendo conscientes de sus limitaciones, la ilusión y la motivación que pondrán a lo largo de la temporada será una de sus principales armas para derrotar a todos aquellos que subestimen a un equipo joven y con garra como lo es el Girona.