La pasada temporada no fue muy exitosa, dos supercopas perdidas y eliminados en octavos de final tanto en Copa como en la Champions League. Lo único destacable fue la campaña liguera que realizaron los hombre de  Jorge Sampaoli quedando en puestos de liga de campeones.

Si la directiva quiere que este año el equipo haga un buen papel en Champions y lleve a las vitrinas algún título, saben que tienen que fichar, y sobretodo vender. Una vez realizadas las cuentas, sabemos que el Sevilla ha dejado de contar con doce jugadores, los cuales han dejado al club un total de 76 millones de euros. Por otra parte, se han producido nueve incorporaciones en las que la entidad rojiblanca ha invertido 64 millones de euros.

Muchas pérdidas

Un mercado de fichajes suele ser sinónimo de ilusión y nuevas oportunidades. Sin embargo, también hay cabida para la pérdida de jugadores que han sido muy importantes en el equipo pero que abandonan el barco por motivos personales o interés del propio club.

Algunas bajas eran necesarias, pero otras han molestado a la afición. Empezando por uno de los culebrones del verano, Vitolo. El canario faltó a su palabra con el conjunto de nervión marchándose finalmente al Atlético de Madrid. Esta decisión provocó un enfado monumental entre los aficionados andaluces, los cuales no quieren ni oir el nombre del que fue su jugador desde 2013.

Jovetic, Iborra y Vietto también se marcharon, aunque estos seguirán contando con el cariño de sus aficionados. Nombres importantes que hubieran aportado mucho este año pero que por diferentes razones no han permanecido en la capital.

Buenos refuerzos

Eduardo Berizzo tenía claro el perfil de jugador que necesitaba en cada posición para poder hacer su juego, y sus deseos se vieron cumplidos. Luis Muriel, un delantero con un olfato goleador envidiable que se ha convertido en el fichaje más caro de la historia del club. Guido Pizarro, pivote con un gran físico y calidad para mover el balón. Banega, centrocampista de los que destacan sobre un terreno de juego, le sobra calidad. Simon Kjaer, central alto y preciso al corte, defensa de garantías.

Y, por último, Jesús Navas y Nolito. La vuelta del niño prodigio y el jugador franquicia del Celta. Ambas bandas estarán ocupadas por dos balas con diferentes aspectos destacables, uno destaca por su uno contra uno y los centros medidos al área, y el otro por su impecable disparo. Sin duda son dos fichajes que darán mucho de que hablar este año.