El destino es caprichoso y, a veces, también maravilloso. Es por eso por lo que el viernes 8 de septiembre el Estadio Municipal de Butarque vivirá uno de sus días más especiales desde su ascenso a Primera División recibiendo al Getafe de Bordalás. La histórica rivalidad que mantienen los dos conjuntos del sur de Madrid hacen que el encuentro sea un derbi con todas las letras. Mucho más que un partido y con mucho más que tres puntos en juego, el Leganés y el Getafe se enfrentarán en la máxima categoría del fútbol español por primera vez en su historia.

José Bordalás o cómo resucitar a un equipo en tiempo récord

Hay dos hombres que son los máximos artífices y responsables de que el derbi madrileño por excelencia en el sur de la capital vuelva a ser una realidad. José Bordalás y Asier Garitano se han consolidado como auténticos héroes tanto para azulones, como para pepineros. El primero, el técnico del Getafe, cogió a su actual equipo en la octava jornada de la temporada 2016/2017 en una situación límite. El Geta era penúltimo y solo sumaba una victoria en siete partidos, por lo que Esnáider fue destituido y Ángel Torres apostaría por un entrenador con una trayectoria intachable como era el caso de Bordalás. 

Su gran labor en equipos de la categoría de plata como Hércules, Elche, Alcorcón y Alavés, a quien ascendió a Primera División, avalaban a un míster que llegó a El Coliseum con la clara intención de devolver al equipo la mentalidad ganadora perdida y dar un giro de 180 grados a la situación. Lo consiguió, hasta el punto de meter al Getafe en los play-offs de ascenso a Primera y llegar a jugarse el ascenso frente al Tenerife. El conjunto canario no pudo con la bestia que resucitada por Bordalás y el Getafe se convirtió en equipo de Primera División solo un año después de haber descendido.

Con 19 victorias, 12 empates y 8 derrotas, los números respaldan el magnífico trabajo del técnico azulón realizado en menos de una temporada, con el dato de solo haber perdido una vez como local. Bordalás ha convertido al Getafe en un equipo muy ordenado defensivamente y peligroso en ataque, como ya ha podido experimentar el Athletic de Bilbao, ni más ni menos que en San Mamés, donde hubo reparto de puntos y el conjunto vasco fue incapaz de imponerse al madrileño.

El Garitanismo, la religión de Butarque

Asier Garitano, por su parte, es más que una eminencia en la ciudad de Leganés. Un hombre sencillo, de barrio, de los de toda la vida, que ha logrado llevar a su equipo desde Segunda B hasta Primera División en apenas tres temporadas. La 2017/2018 es la cuarta campaña con el técnico vasco al frente del conjunto pepinero y, en todo este tiempo, parece no haber cambiado nada más para Asier que la categoría.

Con él, el esfuerzo y el sacrificio defensivo son dos condiciones indispensables para poder contar con oportunidades en el terreno de juego. Eso no se negocia. De la misma forma que, desde que llegó a Butarque, ha hecho que su forma de dirigir y de llevar al equipo se haya convertido en toda una filosofía: el Garitanismo. ¿Que qué es esto? Es trabajar, trabajar y trabajar para lograr unos objetivos y, una vez que los has logrado, mantener los pies en la tierra, no creerte más que nadie y ser igual de humilde que el primer día.

Así ha llegado el Leganés a la élite del futbol español y así Garitano ha logrado encadenar dos temporadas consecutivas en Primera, algo impensable hace un par de años. Ahora, el Lega afronta su partido contra el Geta como una magnífica oportunidad de escribir un nuevo capítulo en la historia de los derbis madrileños entre blanquiazules y azulones, con el incentivo de que llegan con dos victorias logradas en los dos primeras jornadas.

Tan diferentes, tan parecidos

Bordalás y Garitano, Garitano y Bordalás, dos entrenadores que han llevado al éxito a sus respectivos equipos, rompiendo barreras y previsiones, hasta llegar a Primera División. Dos entrenadores muy distintos, pero que tienen más en común de lo qua cualquiera pudiera pensar, empezando por su pasado. Asier fue jugador y ayudante de Bordalás, cuando el técnico vasco se empezó a curtir en los banquillos una vez que colgó las botas. Ambos conservan una gran relación, lo que no impide que cuando suene el pitido inicial a las 21:00 horas del viernes 8 de septiembre pasen a ser enemigos íntimos.

Para ellos, la intensidad y el orden defensivo son dos pilares básicos, sin los que no entenderían este deporte. Así se verá en Butarque, de donde solo puede salir un vencedor. La igualdad será la tónica dominante de un partido que se decidirá por detalles, con el Leganés intentando hacer valer el factor campo y el Geta tratando de arruinar la noche del viernes a sus vecinos.

"Cualquiera nos iba a decir a nosotros hace 17 años que nos íbamos a ver las caras en Primera", decían ambos entrenadores en la previa del encuentro. El destino así lo ha querido. Ahora solo queda sentarse y disfrutar.