El arduo y angosto camino que es la Segunda División española obliga a los distintos equipos que la componen a vivir el presente y plantearse objetivos diarios que ir cumpliendo con el paso de las jornadas. El Almería, tras estrenarse en el campeonato venciendo lejos de su estadio, tenía ante sí el reto de inaugurar el casillero de triunfos haciendo las veces de local, fin que ha terminado por lograr ante un Lorca combativo que ha hecho gala de una propuesta semejante a la de su rival.

Con ambos conjuntos poniendo en liza un centro del campo integrado por tres hombres, uno de los alicientes del choque representaba ver quién se iba a hacer con el dominio del balón. En estas lindes tanto almerienses como lorquinos anduvieron parejos, si bien no fueron capaces de transformar esa posesión del cuero en productividad ofensiva. Así, se sucedían llegadas a una y otra área que no terminaban de concretarse; entre las más claras, una de Pablo Caballero en la zona de castigo adversaria, controlando, revolviéndose y finalmente disparando desviado hacia la meta defendida por Dorronsoro. Precisamente en una acción entre el arquero blanquiazul y el ariete argentino estuvo cerca de llegar el primer tanto del envite, tras no acertar el primero en sacar el esférico jugado desde atrás. No llegó la sangre al río.

Fran Rodríguez, en una de sus internadas por la banda derecha. (FOTO: David García - VAVEL)

Antes lo intentó también Verza y posteriormente Fran Rodríguez, pero sus respectivos disparos se toparon con la figura del cancerbero visitante. El lateral granadino, no obstante, buscó dar profundidad a su banda constantemente, formando un gran tándem con Fidel Chaves que, rebasada la hora de partido, dio sus frutos a los unionistas. El onubense controlaba el cuero en zona de tres cuartos, veía la incursión de su compañero de faenas, le cedía la redonda y este, tras perfilarse y controlar, cruzó un disparo con veneno que se alejaba de la estirada del meta a la par que se acercaba inexorablemente al fondo de las mallas.

Lo más difícil ya estaba hecho, pero el elenco de Curro Torres no cejaba en su empeño de ofrecer batalla y contentar a los trescientos seguidores murcianos que se habían dado cita en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, que atendieron esperanzados a una ocasión de Sito como preludio al que sería el tanto del empate, anotado por Javi Muñoz tras aprovechar sobremanera una segunda jugada procedente de un saque de esquina, batiendo a René con una volea certera desde el lateral izquierdo del área.

Pozo demostró destellos de la calidad que atesora, pero no anduvo acertado. (FOTO: David García - VAVEL

El tiempo apremiaba, el reloj jugaba en contra de los de rojo y blanco y, mientras su rival contemporizaba para mantener las tablas en el luminoso, Tino Costa apareció para dar muestra de que el jugador que fue no solo está presente sino que ha llegado para quedarse. El argentino disponía de un libre directo en el costado derecho del área y cuando los seis compañeros que tenían opción de rematar aguardaban su oportunidad, el de Buenos Aires se sacó de la chistera un chut con tan mala baba que sorprendió a propios y extraños. El balón pasó entre la barrera y se alojó en la red contraria para hacer estallar de júbilo al respetable.

No hubo lugar para más y el triunfo indálico terminó por certificarse. Un triunfo que sirve para colmar de confianza la labor diaria de Ramis y sus pupilos, que, de momento, ahuyentan las dudas generadas tras las derrotas en Soria y Cádiz. El próximo sábado (20:00), El Sadar dictaminará si la dinámica positiva de los andaluces goza de continuidad. 

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Sobre el autor
David García Fernández
Coordinador y redactor de la sección de la Unión Deportiva Almería en VAVEL.