Tres puntos. Eso es lo que separa -virtualmente- a España de participar en la próxima Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. Una victoria ante Albania dejaría al conjunto de Julen Lopetegui prácticamente clasificado para una cita mundialista en la que la Selección Española quiere tener un papel protagonista después del mal trago de Brasil en 2014. Allí, España no pudo siquiera alcanzar los octavos de final y se quedó en fuera de juego a las primeras de cambio dejando una pobre imagen. 

La situación es ahora bien distinta a la de entonces. Con la marcha de Del Bosque y la llegada de Julen Lopetegui, el cuadro español se ha reinventado, con algunos cambios pero no demasiados, y ha dado un paso adelante convencido de sus posibilidades. 22 puntos de 24 posibles en la fase de clasificación para estar en Rusia así lo demuestran. A falta de dos partidos por jugarse, huele a mundial. Sí, tres puntos clasifican virtualmente a la Roja. Pero el caso es que sumar uno más que Italia, que se enfrenta a Macedonia, daría el pase matemático al equipo de Lopetegui.

El choque, en mitad de la crisis política y social

A nadie se le escapa que España está en estos momentos inmersa en una de las mayores crisis constitucional, institucional y democrática desde 1978. Algo que, en parte, no es nada nuevo para Lopetegui y sus pupilos, acostumbrados en los últimos tiempos a que la polémica sea una constante en cada convocatoria. En este caso, la tesitura es más crítica, no hay duda. Piqué, que ayer declaró no ser independentista en rueda de prensa,  será casi con total seguridad  hostilmente recibido en el José Rico Pérez de Alicante con pitos y abucheos. Otra vez. La historia de nunca acabar. Pero que nadie olvide que el fútbol es fútbol, nada más. O nada más debería ser. Y eso es lo que se espera de los chicos de Julen: fútbol. Salir al terreno de juego a darlo todo, ganar y clasificarse para Rusia. 

Albania también se la juega

Si la Selección Española busca en el penúltimo choque de esta fase clasificatoria los tres puntos, Albania también lo hará. De hecho, el encuentro ante España es  para ellos un match ball. Terceros, con trece puntos y a tres de Italia, los albaneses necesitan sumar seis de seis en los dos partidos restantes y que el combinado transalpino no gane ninguno de ellos. Difícil, pero no imposible. Difícil, así piensan ponérselo los hombres dirigidos por el italiano Christian Panucci a los dirigidos por Lopetegeui en el día de mañana. Ya en la ida lo hicieron, aguantando con el marcador igualado (0-0) hasta el gol de Diego Costa en el minuto 55. Una defensa bien colocada y un peligroso contraataque serán las armas a utilizar por un equipo que piensa agotar todas y cada una de las opciones que le quedan para ser de la partida en la cita rusa.

Sin Iniesta y con Rodrigo

Andrés Iniesta, con una elongación en el bíceps femoral, será baja tanto para el encuentro contra Albania como para el choque ante Israel. El puesto que deja vacío el manchego en la medular será probablemente ocupado por Thiago Alcántara. Arriba, sin un Diego Costa en baja forma y un Morata que se lesionó en la última jornada de Premier League (mes y medio de inactividad para el madrileño), el único delantero puro con el que cuenta Lopetegui es Aduriz. Rodrigo, que vuelve a la Selección después de debutar en 2014 y pasar a mejor vida después, también podría ser referencia en ataque. Aunque cierto es que lo más probable es que el técnico vasco opte por colocar a un falso punta. Llámese Isco esa probabilidad.

Además de Rodrigo, Callejón e Illarramendi vuelven también a una lista en la que no está Carvajal, lesionado. La baja del lateral derecho del Real Madrid abre las puertas a César Azpilicueta, que viene cuajando buenas actuaciones con el Chelsea. En Albania, Piqué y Ramos tendrán que vigilar de cerca a Armando Sadiku, el hombre más peligroso -quizá el único- en la punta de lanza de los albaneses. El resto, se ocuparán de que la Selección no esté en ningún momento cómoda con el balón en los pies. Estas son las posibles alineaciones para el encuentro de mañana.