Derbi gipuzcoano bajo la lluvia. Partido en el que el conjunto de Mendilibar se la jugaba contra una Real Sociedad de idas y venidas, pero que venía demostrando un gran juego durante ciertos tramos de lo que va de temporada. En el encuentro, reinaron los contraataques y se acabó decidiendo por detalles  e indecisiones defensivas en la zaga armera, algo que se va repitiendo durante muchos partidos. 

El choque comenzó con un Eibar valiente, lanzado a por los tres puntos. La asfixiante presión del conjunto armero parecía ahogar a la Real Sociedad que se ceñía al viejo recurso del balón largo. De hecho, las primeras ocasiones las firmaron los armeros. Sin embargo, poco iba a durar esa buena tónica del Eibar, ya que en el minuto 12, un buen centro lateral de Odriozola encontró la cabeza de William José, que no perdonó e hizo el 0-1 para destrozar la moral de los eibarreses. 

La Real comenzó entonces a dirigir sus ataques por la banda derecha y fue desde este momento, cuando comenzó el particular show de Januzaj. El belga ilusionó e hizo levantarse a gran parte de Anoeta varias veces tras una sucesión de regates y jugadas que llevaban mucha intención. Minutos después, en el minuto 28, el extremo txuriurdin obtuvo su premio. Tras una serie de tarascadas y errores defensivos al rechace de un córner, recogió el balón Xabi Prieto y dio el pase de la muerte a Januzaj para que convirtiera su primer gol como jugador de la Real Sociedad. El gol pareció darle confianza al belga y completó un grandísimo partido. 

Poco a poco la calidad de la Real Sociedad se iba imponiendo a la ambición del Eibar y los aficionados armeros se tendrían que llevar las manos a la cabeza una vez más dado a errores defensivos. Nada más terminar el descanso, en la primera jugada del segundo tiempo, Illaramendi dio un gran pase entre líneas a Oyarzabal y éste definió con la zurda para hacer el 3-0. Esta vez, Gálvez rompió la línea del fuera de juego y el resto de la zaga no supo responder ante el pase de Illarra y el movimiento de Mikel Oyarzabal

Durante el resto del partido, continuó el dominio del equipo de Eusebio Sacristán y las jugadas por parte de Januzaj, que dieron cierto a protagonismo a José Ángel. De hecho, fue el lateral izquierdo del Eibar quien envió un centro al área a Joan Jordan para que éste realizara un gran movimiento y una buena definición para hacer el gol de la honra. 

En definitiva, el Eibar sigue dando la impresión de ser un equipo de serios problemas defensivos, sigue cometiendo errores que le cuestan encuentros y luego no encuentra el gol con facilidad, por lo que es muy difícil ganar partidos de esta manera.