A ritmo de récord. Así ha empezado la etapa de Ernesto Valverde a cargo del FC Barcelona. El 0-0 ante la Juventus en Champions League, más allá de clasificar a los culés para los octavos de final, sirvió a El Txingurri para establecer un nuevo récord personal de imbatibilidad: 18 partidos consecutivos sin perder.

De esta manera, Valverde superó la marca que logró en la temporada 2007/08 con el RCD Espanyol. El técnico cacereño sumó con los pericos 17 encuentros seguidos sin conocer la derrota. La racha arrancó el 25 de septiembre con un 2-3 frente al Sevilla y terminó el 13 de enero ante el Almería. Una dinámica que les valió para alcanzar el tercer puesto -un punto por debajo del FC Barcelona- en la jornada 18 de liga.

El rendimiento del conjunto blanquiazul, sin embargo, decayó durante el resto de la campaña hasta acabar en la duodécima posición y quedar eliminados de la Copa del Rey. Esa temporada fue la última de Ernesto Valverde como entrenador del Espanyol, justo un año después de conducir al equipo barcelonés a la final de la Copa de la UEFA que perdieron en la tanda de penaltis frente al Sevilla.

La racha de Valverde con el Espanyol se resume en 10 victorias y 7 empates con 27 goles a favor y 17 en contra. Unos números positivos para el club perico, pero bastante alejados de los que ha conseguido desde su llegada al Camp Nou. El Barça de Valverde en estos 18 encuentros ha sumado 15 triunfos y tres tablas con 43 tantos marcados y 5 encajados.

Un récord a base de inercia

Ernesto Valverde ha alcanzado esta nueva marca en sintonía con la dinámica del equipo. Un resultado eficiente -el empate ante la Juve pasaba de ronda a los culés como primeros de grupo- a través de un juego sencillo y pragmático.

Aunque el Barcelona está lejos de su mejor versión, los azulgranas han arrancado la temporada 2017/18 arrasando, a excepción de la Supercopa de España: líderes en Liga, en octavos de Champions, con la eliminatoria de Copa del Rey encarrilada y habiendo igualado el mejor arranque liguero del club. No obstante, el éxito de la temporada no se mide en récords sino en títulos, y estos todavía están lejos.