El colombiano se ha convertido en el gran olvidado, como se dice, los delanteros viven del gol. Aunque nos parezca que está siendo un jugador menos determinante que aquel que brillaba en Sevilla, la buena forma del club groguet pasa por sus botas. Su solidaridad está ayudando al equipo, ha encontrado su lugar y aunque haga aquel trabajo invisible que la mayoría no ve, parece que va a dar mucho que hablar. Una gran prueba de ello es su auténtico golazo contra su exequipo. El jugador del Villarreal consiguió anotar su mejor tanto de la temporada fruto de una combinación de velocidad, potencia física y definición.
Al delantero, igual que a todo el equipo, le costó arrancar en los primeros partidos de competición, pero la lógica hace indicar que el jugador amarillo recuperará el olfato goleador que demostró en su estancia en Sevilla y Milán. De momento lleva 6 goles oficiales en lo que va de temporada, 4 en liga (contra Betis, Alavés, Atlético de Madrid y Sevilla) y 2 en Europa League (contra el Slavia de Prague).
Su temporada más goleadora en la élite fue con el Sevilla en la 2014-2015, con un total de 28 tantos en 55 partidos (Liga, Copa, Europa League). Son números que aún se alejan de la actualidad, pero parece que su adaptación en el equipo amarillo está empezando a dar sus frutos.
Actitud combinativa
A sus 31 años parece que Bacca se encuentra en buena forma y viviendo una madurez futbolística que ya no se limita a la producción del gol. El jugador interviene en el juego más de lo que lo hacía en su primera vez en la Liga Española, prueba de ello (a parte de sus dos asistencias) es el gol de Bakambu contra el Sevilla, donde el colombiano es el que inicia la jugada combinando con Pablo Fornals. Esto también tiene que ver con el sistema de juego que utiliza el Villarreal (4-4-2) donde comparte el último tercio de campo con otro delantero (en su mayoría Bakambu), por lo que se le proporcionan más oportunidades de pase. Mirando los números que nos proporciona La Liga podemos confirmar lo dicho anteriormente, ya que el jugador ha realizado 188 pases (la media de los delanteros de La Liga es de 170), 180 de los cuales han sido en corto.
Observando las estadísticas que nos facilita la UEFA Europa League, de 77 pases en los partidos de esta competición, 62 han sido con éxito. Esto se traduce en un 80% de precisión de pase, un porcentaje bastante superior al que tuvo en su última final que disputó con el Sevilla contra el Dnipro (2014-15), donde pese a anotar 2 goles que dieron la victoria al equipo español, fue el jugador titular con menos pases y con un 65% de acierto.
Tareas defensivas
La tarea pendiente de este delantero siempre ha sido su papel defensivo. Visualizando las estadísticas que proporciona La Liga podemos ver que ha recuperado únicamente 16 balones en toda la temporada (la media de los otros delanteros esta en más de 21). Es un jugador que valora el juego limpio, no suele fingir faltas y las que comete están dentro de la media. La falta de agresividad defensiva se traduce en solamente 2 entradas, eso sí las dos hechas con éxito, dando valor a lo dicho anteriormente. Esta actitud viene de lejos, ya que en la final de 2014-15 con el Sevilla pese a toda la tensión que significa una final, únicamente cometió dos faltas y recibió una tarjeta amarilla por la celebración del gol de la victoria.
Para dar aún más significado a lo dicho en este apartado, comparamos a Bacca con su compañero Bakambu. Dos polos opuestos que parece que se compenetran a la perfección dados los resultados del equipo.
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Un nuevo jugador
Carlos Bacca está consiguiendo en Villarreal renacer como jugador, creciendo en sus actitudes y aptitudes para ser un delantero más completo. El colombiano se ha adaptado al sistema de juego del equipo amarillo, y ha sabido buscar su lugar junto a Bakambu, el máximo goleador del equipo. Bacca siempre ha vivido del gol, pero el entrenador Javi Calleja está más que satisfecho con el nuevo papel del delantero. Los resultados están ahí, y Bakambu está disfrutando de una gran temporada goleadora gracias en gran parte al humilde trabajo de Bacca, que le ofrece más espacios, desmarques y apoyo que otros jugadores.