Y van siete, siete décadas en las que el Real Madrid juega cada dos domingos en el Santiago Bernabéu. Es indudable que el estadio coliseo blanco es historia viva, ya no solo del club, sino también de la capital. Son 70 años los que han pasado desde aquel 14 de diciembre de 1947, cuando el conjunto portugués, Os Belenenses, inauguraba lo que por entonces se conocía como Chamartín, con una derrota por 3-1, con los goles de Barinaga y Chus Alonso (2).

Un Chamartín, que pasó a llamarse estadio Santiago Bernabéu en 1955, llevando el nombre del undécimo presidente del club y una de las personas más importantes de la entidad en sus más de 115 años de historia. Por este campo han pasado leyendas recordadas por todos como es el caso de Di Stéfano, Gento, Amancio, Santillana, Hierro, Raúl, Ronaldo Nazario o Cristiano Ronaldo. Además, se han vivido noches históricas como las remontadas al Anderlecht después de perder 3-0 en Bélgica o al Borussia Mönchengladbach después de haber caído derrotado por 5-1 en territorio germano. Más recientes, 5-0 al Barcelona en la jornada 16 de la Liga 94-95 y la victoria frente al Bayern de Múnich en 2014 por 1-0 con un solitario gol de Benzema en el camino hacia la décima.

En breve el conjunto presidido por Florentino Pérez realizará una remodelación del estadio prevista para los veranos de 2018 y 2019. El campo contará con techo retráctil, 12 metros más de alto y un hotel de lujo en su interior. El estadio, que recibió la máxima puntuación de la UEFA en 2007, llegando así a la categoría de élite. Por todo esto y mucho más, a ningún equipo del mundo, le gustará venir al Paseo de la Castellana jugándose algo, porque sabe que, desde hace 70 años, poca gente sale viva de lo que es y será uno de los mejores estadios del mundo.