En silencio, desde la medular, hay un nuevo chaval galopando por las bandas. El legendario Fernando Torres ya no es tan niño como antes, aunque el aprecio que le tiene su admirada afición sigue siendo la misma de siempre. Parece ser, sin embargo, que nuevas promesas van asentándose en el Atlético. Una de ellas es Saúl Ñíguez Esclápez.

Su destino tiene pinta de llevar el Atlético de Madrid por bandera y a modo de vehículo para recorrer con él la totalidad de su carrera como futbolista profesional. Es muy pronto todavía para llamarlo one club man, pero el chaval tiene contrato con el Atleti hasta 2026 y el escudo del equipo -fundido con el del Elche- tatuado en el brazo.  

Toca agradecerle al eterno rival

Saúl comenzó su andadura en el fútbol en el equipo de su ciudad natal: el Elche CF. Pronto, su primer entrenador se dio cuenta de las cualidades especiales que tenía el joven jugador. A los nueve años le surgió la oportunidad de marcharse a jugar en el Real Madrid. “Boria”, padre de Saúl, no le dejó irse en un principio, pero dos años más tarde, permitió a su hijo marcharse a la capital.

"Gracias al Real Madrid, estoy aquí ahora"

El joven niño Saúl era el único de su edad allí. Estuvo en el club blanco durante un año, y su experiencia allí no fue del todo buena: le robaban las botas, era castigado injustamente, no tenía una buena relación con sus compañeros… Esto fue lo que ayudó a Saulito "a madurar, a crecer" y a darse "cuenta de muchas cosas", según sus propias palabras. El ilicitano afirma que, a pesar de que se trató de un periodo muy duro, fue una época buena gracias a todo lo que allí aprendió.

Regreso a Madrid; esta vez al Atleti

Superada su etapa como jugador madridista, Pepe Fernández, su entrenador en infantiles, llamó a Saúl para sacarlo del Madrid y llevárselo a otro gran equipo de la capital: el Atlético. Así, todo fluyó con una gran facilidad: Saulito regresó a Madrid, ciudad a la que en un principio no se planteaba volver, y todo cambió. El centrocampista afirma que se sentía "como en casa", en un ambiente que para él era natural. La entidad colchonera anteponía la importancia de cada persona y los valores de la misma a jugar al fútbol, y como bien puede apreciarse a día de hoy, Saúl se identifica mucho más con estos valores.

Abran paso: llega el futuro

El debut de Ñíguez en el primer equipo llega en abril de 2013, en un partido en el que entró para sustituir a Koke. Sin embargo, el verano de ese mismo año, el club cede al jugador al Rayo. Saúl tenía muy claro que tarde o temprano iba a volver; de hecho, al regresar del club vallecano, el jugador tenía todas las de marcharse de nuevo en régimen de cesión al Valencia. No obstante, el Cholo prefirió quedárselo.

Fue así como el nuevo niño empezó a tener cada vez más y más importancia en el primer equipo. Su primer gol llegó en un partido ante el Sevilla, el 27 de septiembre de 2014. Desde entonces, Saulito ha deleitado al mundo del fútbol con sus tantos, ya que los colecciona de muchos colores con sus 23 años. 

¿Jugador franquicia?

La plantilla del Atlético, que después de enero saldrá positivamente reforzada, cuenta con jugadores clave e imprescindibles. Sin embargo, algunos se van haciendo mayores y se nota, lo cual hace que haya que pensar en el futuro: ¿qué mejores elegidos para prolongar el legado que los de toda la vida? Saúl, Koke, Thomas, Lucas… No son pocos los canteranos que juegan en el primer equipo, y si siguen fieles a la cuadrilla son, desde luego, los más indicados para seguir haciendo historia.

Saúl es imprescindible en el centro del campo. Además, cuando sube y se aproxima al área rival, es capaz de hacer auténticas maravillas con el balón, lo cual lo hace todavía más valioso. Con el tiempo, Saulito podría convertirse en aquel que le dé forma al conjunto: el jugador alrededor del cual se ideen las jugadas del equipo

Una leyenda más

No cabe duda de que el emblema del Atleti por excelencia actualmente es el niño más mayor: Fernando Torres. Sin embargo, este veinteañero viene pisándole los pies a la velocidad del rayo, puesto que el fuenlabreño ya tiene una edad que para el fútbol no se corresponde expresamente con la juventud.

El debut de Saúl tuvo lugar antes de que Torres se incorporase a las filas de Simeone, lo que hizo que la afición rojiblanca lo recibiese con los brazos abiertos. Fue entonces cuando algunos empezaron a llamarlo “el nuevo niño”, lo que podría asentarlo como heredero del grandísimo Fernando Torres.

Desde la sombra

Se sabe que el “8” colchonero no siempre es reconocido como debería. A esto contribuyen muchos factores: su posición, el rol que desempeña en cada partido, la humildad con la que actúa de por sí… Saúl no se lleva, ni muchísimo menos, la mayor parte del protagonismo.

Sin embargo, todo esfuerzo tiene su recompensa. Si no es ahora, en un futuro, Saúl podría convertirse en la estrella de la plantilla.

A pesar de esto, cuando Saúl brilla, también lo hace el Atleti. No mete goles como churros, pero cuando los mete, firma auténticas maravillas: al Madrid, al Bayern, al Bayer, al Barcelona, con la selección… En la memoria de todo Atlético deben estar estos goles, que parecen de otro planeta. Con ellos, Saúl ha demostrado que vale, y que no sólo está para apoyar en el centro del campo, sino que también es capaz de regalar puntos con sus botas. 

Coraje, corazón y sacrificio

Una noche de febrero de Champions, en Leverkusen, Saúl vio peligrar su futuro debido a un golpe de Papadopoulos en el  riñón. Su padre siempre le había dicho que del campo sólo se puede salir en camilla, por lo que el ilicitano trató de aguantar hasta el final. El daño que había sufrido, que era bastante grave, no le permitió continuar.

Le auguraba, después de esto, una baja de un mes aproximadamente. Debido al dolor que le causaba jugar con un catéter, el jugador tomó la decisión extrema de extirparse el riñón: sólo el Mono Burgos fue capaz de disuadirlo de esta idea tan drástica.

Finalmente, Saúl se recuperó de su complicado contratiempo: a día de hoy, ya no juega con catéter y se encuentra mucho mejor, después de haber pasado una racha difícil y llena de dolores. Todo, por su Atleti, su pasión, su equipo. 

Estrella nacional

Desde el Europeo sub-21, Saúl comenzó a brillar también con la selección. Tanto él como Marco Asensio fueron las grandes estrellas del campeonato, del cual se llevaron el segundo puesto. Ahora, Saulito es uno de los llamados por Lopetegui para jugar en la absoluta, y tiene tanto las capacidades como las papeletas requeridas para jugar de titular en el Mundial de Rusia 2018.

Saúl es todavía muy joven, y tiene un brillante futuro a sus pies. Con sus pocos años ha conseguido ya grandes méritos: esto no ha hecho más que empezar. Ojalá su carrera esté llena de emociones y triunfos, pero, sobre todo, teñida de rojo y blanco.