Dicen que se tiene que estar loco para ser portero. El actual entrenador del Celta de Vigo y ex-entrenador de porteros del FC Barcelona, Juan Carlos Unzué, llegó a afirmar que: "dónde el rival pone el pie, el portero pone la cara". Y aunque hay muchos dichos sobre la figura del guardameta, lo que sí es cierto es que, a menudo, es el puesto más infravalorado del equipo.

Si un delantero marca un gol, es el mejor del mundo: no importa cuántas veces haya fallado. Pero si un portero comete un error, ya se merece ir al banquillo: no se tiene en cuenta cuántos goles ha salvado. El entrenador más laureado de la historia del Barça, Pep Guardiola, dijo, en una ocasión y hablando sobre un jugador concreto que: "nada de lo que ganamos lo hubiéramos hecho sin él". El de Santpedor no estaba hablando ni de un delantero, ni de un centrocampista y, tampoco, de un defensa. Estaba hablando de Víctor Valdés, el portero con más títulos en la historia del Barça y que, este miércoles, ha colgado los guantes definitivamente.

El portero levantando una de sus tres Champions / Foto: UEFA
El portero levantando una de sus tres Champions / Foto: UEFA

El portero que no le gustaba el fútbol

La carrera futbolística de Victor Valdés ha sido cómo una montaña rusa: llegó a lo más alto consiguiendo ganar todos los títulos posibles pero, lamentablemente, también tocó fondo en un año en Manchester para olvidar. Seguramente, no tuvo la despedida que se hubiera merecido en el Barça, pero él tampoco la quiso. Porque Valdés tenía mucho carácter en el terreno de juego, pero también fuera de él.

A los 10 años se incorporó al fútbol base del Barcelona después de que lo ficharan de la Penya Blaugrana 5 Copes, el equipo dónde terminó siendo portero por, casi, obligación: Víctor tenía unas cualidades increíbles, pero no era feliz bajo palos.

Pero dos meses más tarde, y por motivos familiares, tuvo que abandonar el club azulgrana y mudarse a Tenerife. Allí no dejó de jugar, pero echaba de menos Barcelona. El día clave fue cuándo, al ver por televisión un partido en directo del que tenía que ser su equipo en el Barça, Víctor empezó a llorar. Hay gente que no cree en las segundas oportunidades pero tres años después de haber marchado, Valdés volvió a casa. En 1995, el portero volvió al FC Barcelona.

Fue en la temporada 2000 - 2001 cuando debutó en el fútbol amateur. Lo hizo en el FC Barcelona B, equipo dónde jugó durante tres años y del cuál fue titular casi indiscutible. Mientras tanto, un portero de la misma edad de Víctor consiguió afianzarse en el primer equipo azulgrana: Pepe Reina. En 2002, ambos tenían 20 años y cuando parecía que Víctor Valdés marcharía del conjunto azulgrana después de tres temporadas en 2a División B, llegó a Barcelona uno de los entrenadores más importantes en la carrera del catalán: Louis Van Gaal.

El de Gavá en sus primeros años con el primer equipo / Foto: Gettyimages
El de Gavá en sus primeros años con el primer equipo / Foto: Gettyimages

11 temporadas siendo indiscutible

Con la llegada del holandés, y en contra de culquier pronóstico, Valdés subió al primer equipo provocando la marcha de Pepe Reina al Villarreal: un joven portero del filial hacía que el portero titular hasta entonces tuviera que abandonar el primer equipo azulgrana. Aun así, esa temporada 2002-003 no fue fácil para el de Gavá: empezó cómo titular pero después de una serie de malas actuaciones, el entrenador holandés decidió que, otra vez, Valdés volviera al filial. Eso no le gustó al potero catalán, que se rebeló y no acudió en los entrenos posteriores. Incluso reconoció que llegó ir al psicólogo pero, después de unos días complicados, Valdés volvió a entrenar y continuó en el Barça.

En esa misma temporada, Louis Van Gaal fue despedido después de una horrible temporada y, en verano de 2003, llegó Frank Rijkaard, un entrenador al que Valdés debe mucho: y no sólo porque fue titular en las cinco temporadas con el holandés en el banquillo sino que, con el técnico, Valdés ganó sus primeras dos ligas y el que, seguramente, es el título más importante de su carrera: la Champions League conquistada en París en 2006.

Era el 17 de mayo de 2006 y aunque Rijkaard había confiado con el guardameta catalán desde su llegada al club, el nivel de Valdés era un tanto irregular. Él mismo sabía que ese partido podría marcar su futuro en el Barça y aunque el Arsenal empezó marcando, el FC Barcelona consiguió levantar en título con un Valdés estelar que, literalmente, le amargó la noche a Henry. El mismo Valdés reconoció que, la noche anterior a la gran final, había soñado que le ganaba el pulso al francés. Y es que, a veces, los sueños se hacen realidad.

Ese partido marcó un antes y un después en la carrera del guardameta azulgrana no solamente en el Barça, sino también en su vida. Durante las siete temporadas posteriores, el de Gavá continuó siendo el titular indiscutible del FC Barcelona con Guardiola, Tito Vilanova y Tata Martino y, en 2010, sólo le quedaba una cosa pendiente: jugar con la selección.

En 2010, España disputaba el Mundial en Sudáfrica y aunque durante el 2009 y principios de 2010 y por detrás de Iker Casillas y Pepe Reina, era Diego López el tercer portero de la selección, en los partidos previos a la gran cita futbolística, el seleccionador Vicente del Bosque decidió contar con Valdés de cara al Mundial. Desde entonces, y hasta 2014, el guardameta fue un fijo en la selección jugando un total de 20 partidos y encajando tan sólo nueve goles. Con un Mundial y una Eurocopa en su palmarés, Valdés ya lo había ganado todo.

Victor Valdés jugando con la selección española / Foto: RFEF
Victor Valdés jugando con la selección española / Foto: RFEF

Una lesión que le cambió la vida

Individualmente, el catalán ganó cinco veces el trofeo Zamora al portero menos goleado y solamente otro portero ilustre en la historia azulgrana, Antoni Ramallets, comparte esa cifra de trofeos al portero con menos goles recibidos con Valdés.

La temporada 2013-2014, el Tata Martino se convirtió en el entrenador del FC Barcelona. Fue una temporada dura para el club azulgrana, ganando un sólo título y quedándose a las puertas de dos más: la Liga -que perdió en el Camp Nou ante el Atlético de Madrid- y la Copa del Rey. Pero por si algo también se recuerda esa temporada fue porque, el 26 de marzo de 2014 y en un partido ante el Celta de Vigo, Víctor Valdés se rompió el ligamento cruzado. Esa misma temporada había anunciado que no seguiría en el Barça, pero el destino fue demasiado duro con él.

Era el minuto 20 de partido y el Barça ganaba 1-0. Entonces, el árbitro señaló penalti a favor del Celta. En ese instante, el portero culé salió directo hacia el árbitro y le dijo que había sido falta pero fuera del área. El colegiado lo consultó con su asistente y, efectivamente, corrigió su error y pitó falta. Orellana fue el encargado de chutar la falta y le salió un disparo centrado que Valdés atajó en dos tiempos. Pero al levantarse, el guardameta mandó el balón a la banda y se tiró al suelo: al atrapar por segunda vez el balón, se había roto el ligamento cruzado de la rodilla derecha. El mismo portero, al recordarlo, confesó que: "me rompí la rodilla, pero el balón me lo quedé yo"

Ese día fue el último partido de Víctor Valdés con la camiseta del FC Barcelona. Marchó a Alemania a operarse y a recuperarse y no volvió más al Camp Nou. Lamentablemente, marchó por la puerta de atrás. Sus siguientes destinos fueron el Manchester United, donde coincidió con Van Gaal dónde se repitió una historia parecida a la que ya habían vivido 13 años atrás en Barcelona, Standard de Lieja y Middlesbrough. En sus últimas tres temporadas cómo profesional, apenas superó la treintena de partidos disputados en total.

El portero en su última temporada cómo profesional en Middlesbrough / Foto: Middlesbrough FC
El portero en su última temporada cómo profesional en Middlesbrough / Foto: Middlesbrough FC

Pero nada puede borrar todo lo que logró el portero cómo futbolista profesional: seis ligas, seis Supercopas de España, tres Champions League, dos Supercopas de Europa, dos Copas del Rey, dos Mundiales de Clubes, una copa belga, una Eurocopa, un Mundial y cinco trofeos Zamora. A Víctor Valdés le llegó la lesión durante la que, problablemente, estaba siendo su mejor temporada en el FC Barcelona. Incluso se perfilaba como titular en el Mundial que se disputaría en Brasil en 2014 pero una lesión le cambió la vida. Le alejó de los focos y, este miércoles, los ha querido despedir para siempre. Porque el de Gavá quiere disfrutar de los suyos lejos de una vida mediática pero Víctor Valdés siempre será recordado como el mejor portero de la historia del FC Barcelona.