Después de casi dos semanas de inactividad por las vacaciones navideñas, tocaba empezar el año con buen pie y con un partidazo como son los Celta-Barça. El FC Barcelona tras su fin de año de oro, con la victoria en el Clásico y con la Liga más que encarrilada, tocaba empezar el año lejos del Camp Nou. El defensor del título copero visitaba un Balaídos siempre maldito, donde sumaban dos derrotas consecutivas en sus dos últimas visitas y con la intención de revertir la situación con una sorprendente convocatoria. Ernesto Valverde decidió en la previa que ni Leo Messi ni su inseparable compañero Luis Suárez, viajarían con el equipo para medirse al Celta. Por su parte el conjunto de Unzué, también venía de cerrar el año de la mejor manera posible, con una victoria en el derbi por excelencia del fútbol gallego, frente al Deportivo de la Coruña. Un partido que dejó con muy buenas sensaciones al Celta, que venció cómodamente al Depor en Riazor con un contundente 1-3.

Los azulgranas plantaron en el campo un once lleno de novedades, donde los menos habituales fueron los protagonistas. Ernesto Valverde apostó por: Cillesen; Semedo, Piqué, Vermaelen, Digne; Busquets, André Gomes, Paulinho; Denis, José Arnaiz, Aleix Vidal. La novedad no solo estuvo en los jugadores, sino en la formación, en la que Valverde volvió a apostar por el casi inédito esta temporada 4-3-3. Por su parte, el Celta salió con los pesos pesados de inicio, un equipo muy similar al que se enfrentó al Deportivo en Riazor. La única novedad la presentó Jozabed, que sustituyó al ‘Tucu’ Hernández en el centro del campo.

FC Barcelona y Celta de Vigo, terminaron sellando un empate, en un partido que no tuvo un dominador claro, en el que ambos pudieron llevarse la victoria y donde deja al Barça como principal beneficiado del empate. La eliminatoria queda totalmente abierta para un partido de vuelta que se presenta apasionante, en el que seguro Valverde volverá a contar con su equipo de gala para rematar la eliminatoria.

Intercambio de golpes

La atmósfera fría de Balaídos se vio eclipsada por el caluroso recibimiento que recibieron ambos equipos cuando saltaron al césped. Con la inercia propia de un equipo que juega en casa salió el Celta de Vigo, con las líneas bastante adelantadas e intentando generarle problemas al Barça en el control del balón. Los primeros compases del partido no tuvieron un dominador claro, solo una pelota larga de Wass hacia Iago Aspas, puso en alerta a la defensa del Barça, donde Semedo estuvo providencial.

En el minuto 15, cuando más dominio del juego tenía el Celta llegó el gol del Barça. André Gomes robó y montó una contra de vértigo apoyándose en Denis Suárez, para que el portugués terminara asistiendo a José Arnaiz dentro del área, donde no perdonó el jugador del filial, que sumó su tercer gol en sus tres primeros partidos con el primer equipo.

José Arnaiz en pleno partido. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com
José Arnaiz en pleno partido. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com

El guión del partido siguió siendo el mismo tras el gol. El Barça seguía muy bien plantado defensivamente, regalándole el protagonismo del partido a los locales, con el objetivo de seguir matando a la contra. Un estilo totalmente opuesto al que estamos acostumbrados a ver a los de Valverde. El partido se presentaba movido y no tardamos en ver otro gol en el partido. Corría el minuto 30 cuando el Celta consiguió poner las tablas en el marcador, en una jugada rocambolesca, donde Pione Sisto recogió un rechace del larguero y terminó por fusilar a Cillesen para poner el empate. En un tira y afloja constante moriría una primera parte que terminó como empezó, con tablas en el marcador.

Todo abierto para la vuelta

Los mismos 22 protagonistas saltaron al terreno de juego en la segunda parte. El descanso le vino bien a un Barça que comenzó el segundo acto con otra actitud, los de Valverde querían el balón y así se lo dejaron claro al Celta, con una presión un poco más intensa que en el primer tiempo. Diez minutos tardó el Barça en lograr encontrar el hueco para generar su primera ocasión clara, la tuvo José Arnaiz, que no supo aprovechar un gran centro de Digne desde la izquierda que terminó rematando con la cabeza fuera el delantero del filial. Pero no fue la única ocasión desaprovechada por el Barça, Denis Suárez en una clara oportunidad  y posteriormente Busquets, estrellando un balón en el larguero, metieron el miedo en el cuerpo a los de Unzué que no terminaban de encontrar su juego en el segundo tiempo.

Corría el minuto 70 cuando Ousmane Dembélé, 108 días después de su fatídica lesión, volvía a los terrenos de juego, sustituyendo al  goleador José Arnaiz. El joven internacional francés tenía 20 minutos por delante para ir cogiendo sensaciones. Según pasaban los minutos, los locales se fueron envalentonando y los cambios hicieron efecto en el cambio de juego de los celtiñas. El joven delantero del Celta, Emre Mor, puso en aprietos a Cillesen en dos ocasiones en las que casi pone por delante a los gallegos. La réplica la puso Dembélé, que en su vuelta se dejó notar en el campo y puso a prueba a Sergio Álvarez en una ocasión que el portero terminó despejando a córner.

En los últimos minutos del partido, el Celta llevó todo el peso en el juego, poniendo contra las cuerdas al conjunto de Valverde, que se veía incapaz de frenar las acometidas de los locales. Sin embargo, el Barça aferrado al contragolpe, pudo llevarse el partido en el último minuto, cuando Semedo logró conectar con Sergi Roberto dentro del área, el cual envió el balón al poste derecho de Sergio Álvarez. Con este 1-1, la eliminatoria pasa por el Camp Nou.