Pese a los pocos entrenamientos que llevaba como técnico sevillista, ha conseguido lo mínimo que se le podía exigir: una victoria y detalles de lo que puede ofrecer su Sevilla. El partido tuvo dos partes, la primera donde los visitantes fueron muy superiores y marcaron los dos únicos tantos del encuentro y, una segunda, donde dieron un paso atrás dejando que Sergio Rico dejara alguna parada de las que valen partidos.

Los primeros 45 minutos dejaron entrever lo que se puede esperar de este nuevo Sevilla: una presión adelantada, un juego combinativo cimentado en una circulación rápida de la pelota y el no complicarse la vida con el balón. Fruto de ese esfuerzo se pudo apreciar cómo en la segunda mitad el equipo se fue atrás, y ello llevó a los gaditanos a intentar por todos los medios un gol que le diese esperanzas. Con todo esto, se pueden sacar lecturas positivas como negativas.

La idea está clara, ahora a mejorar

Mucha expectación había entre los sevillistas en las horas previas al choque. Era el primer partido de su nuevo entrenador y, por ello, quedaba por ver a qué iba a jugar este nuevo Sevilla. De primeras no cambió mucho el centro del campo. Mantuvo a Pizarro y a Banega, que eran fijos con Berizzo y, salvo giro de 180º, lo serán con Montella. A los dos argentinos se les sumó el gigante francés, lo cual no era sorpresa, ya que desde la destitución de Berizzo muchos eran los rumores de que N´Zonzi se quedaría en el Sevilla y el nuevo técnico, desde que llegó, confirmó que contaba con él.

Por sus cualidades,  N´Zonzi debe estar siempre que pueda en el once

Se notó que al francés le faltaba algo de ritmo competitivo, ya que no jugaba desde el 21 de noviembre. Aun así, era palpable que es un jugador que siempre debe estar en el terreno de juego. Uno de los mejores jugadores de la plantilla, sabe sacar el balón jugado desde atrás, gracias a sus movimientos y cuerpo logra crearse espacios para abrir líneas de pase, sabe recuperar balones... un sinfín de características positivas que mejoran y mucho al equipo. Gracias a este excepcional medio del campo, el Sevilla pudo plasmar lo que el italiano quería: un juego rápido con el balón, no amasar tanto la pelota y buscar llegar cuanto antes a la portería rival.

Con los jugadores que posee el Sevilla esto es posible. Además, se le suma una presión adelantada y con sentido que tapa las posibles salidas en corto del rival, amén del acoso que sufre el jugador rival que tiene el balón al que no dudan en ir dos o tres jugadores. Todo esto funcionó, durante la primera mitad este trabajo se hizo, pero en la segunda mitad no. Seguramente sea por un cúmulo de agotamiento por el esfuerzo realizado y por la tranquilidad de la renta de los dos goles, aunque un equipo como el Sevilla no puede permitir esto y tiene que mantener un nivel alto durante los 90 minutos. Así, Montella debe hallar cómo mejorar esta transición para que no pase factura el día del derbi y los demás partidos venideros.

Pese a todo, buena imagen de los sevillistas y más aun si cabe por los pocos días que han tenido los jugadores para interiorizar lo que espera el nuevo míster de ellos.

N´Zonzi volvió a jugar tras siete partidos / Foto: SFC
N´Zonzi volvió a jugar tras siete partidos | Foto: SFC

La defensa, línea a mejorar

El nuevo sistema de juego hizo que todos los jugadores se tengan que adaptar a un nuevo rol. La línea defensiva no fue una excepción. El realizar una presión adelantada provoca que el equipo tenga que dar un paso al campo rival, lo cual provocó que la defensa estuviera a pocos metros del centro del campo cuando los locales tuvieron la pelota.

Los centrales sufren más debido a la presión adelantada del equipo

El problema principal surgió para los centrales Lenglet y Kjaer quienes sufrieron en sus carnes su falta de velocidad. Si bien es cierto que el danés vio tarjeta amarilla a los dos minutos, no fue fruto a esta circunstancia, pero sí lo fue para el francés que la vio en el 39' tras dejarle atrás Barral. Por suerte para ambos, no se vieron forzados a cometer más faltas que pudieran acarrear una segunda amonestación, pero es una circunstancia que deberán tener en cuenta para partidos venideros y, sobre todo, ante equipos que tenga atacantes veloces.

Las bandas estuvieron algo mejor. Escudero sufrió mucho al principio a través de Moha, pero logró revertir la situación con el paso de los minutos y logró adaptarse ante la calidad del extremo amarillo. El apoyo de Nolito le ayudó a frenar el tráfico en su banda. Corchia dejó sensaciones encontradas, aunque tampoco hay que precipitarse en sacar algo en claro en este partido, ya que es un jugador al que le caen los minutos a cuenta gotas. Cuando tenga continuidad se podrá ver el techo del lateral francés, aun así debe ser más preciso en los pases debido a que una pérdida por su zona puede provocar contras peligrosas. Su asociación con el extremo que tenga delante debe ir a más para conseguir situaciones de superioridad numérica sevillista en zona de ataque.