No cabe duda de que la permanencia en Primera División se está complicando cada vez más. Por tal de evitarlo, es necesario que el equipo consiga  tener más contundencia, seguridad y consiga recuperar una confianza que está mermada desde hace tiempo. Actualmente, es el equipo que más porcentaje de acierto en los pases concede a sus rivales (el 69,4%), un detalle que solamente habla mal de la presión que ejerce el equipo entrenado por Míchel y que demuestra la falta de intensidad del equipo costasoleño.

El Málaga paga muy caro sus errores, debido también a su falta de eficacia de cara al gol y no es de extrañar que actualmente sea el equipo que menos goles ha marcado en LaLiga, además de ser el que segundo que más encaja, solo por detrás de Las Palmas.

Llama mucho la atención que de los 32 goles encajados todos sean dentro del área malaguista y ninguno desde larga distancia o ni siquiera desde la frontal, logro que comparte solo con el Atlético de Madrid, aunque ellos solo han encajado 8 goles.  Este curioso dato no hubiera sido posible sin las intervenciones de Roberto, que está teniendo un altísimo nivel de participación en los partidos del club malaguista, dejando siempre su sello con una estirada de gran valor o demostrando reflejos felinos. Es el único que está cumpliendo con lo esperado a principios de temporada . Pese a esto, el equipo sólo dejó la puerta a cero en dos choques de dieciocho, ante el Levante y la Real Sociedad (tres de treinta si se suman los amistosos). El balance de triunfos también asusta: tres. O cuatro victorias, dos empates y 24 derrotas si se consideran también los duelos de Copa del Rey o los no oficiales. Algo que proecupa y enciende todas las alarmas en Martiricos.

A día de hoy parece bastante difícil revertir la situación, pero con un drástico cambio en la forma de trabajo, acierto en los fichajes invernales y más intensidad, el Málaga puede lograr el objetivo.

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