La buena racha del Fútbol Club Barcelona no ha hecho más que empezar. Tras no haber conseguido los objetivos que se tenían en mente en dos temporadas y con cierta añoranza de los dos tripletes y el sextete que el equipo ya ha conseguido como récords colectivos, en Can Barça ha comenzado una nueva era tras la marcha de grandes técnicos como Pep Guardiola y Luis Enrique, que han hecho que el Barcelona crezca más a nivel nacional e internacional. Ernesto Valverde tomó las riendas del equipo blaugrana con los objetivos claros y transmitiendo tranquilidad, moderación y responsabilidad y la afición no hace más que verlo reflejado en los resultados, que hasta ahora, dan que hablar. 

Centrándonos en las estadísticas, el Txingurri deja atrás la marca de 17 partidos invicto que consiguió con el Espanyol en la temporada 2007/08 y se ha apuntado un nuevo récord individual a nivel técnico: no ha conocido la derrota. Valverde ha tomado las riendas de este Barça consiguiendo algo que ni Guardiola, ni Tito, ni Martino, ni Luis Enrique, han conseguido: quedar invictos (en derrotas) en la primera vuelta de la competición liguera. A este mérito de Valverde, se le une la victoria en Anoeta, un campo en el que para el Barça siempre hay gafe, y en el que ha conseguido darle la vuelta a un resultado que estaba a favor de los realistas y que se veía imposible de cambiar en la primera parte del encuentro. Este dato les consolida el primer puesto en la clasificación y una ventaja clara respecto a los demás rivales de la tabla, con vistas a los retos más importantes de la temporada.

Después de la tormenta, llega la calma

Tras la inminente salida de Neymar al PSG, parece que el equipo recobra vida y que incluso se recompone con más fuerza con la llegada de refuerzos que a la vez que jóvenes, desprenden talento y futuro en el mundo del fútbol, un mundo que se ve atacado por la inflación del mercado de fichajes y por la inversión de equipos que para ganar lo que siempre han soñado, necesitan reforzarse al máximo para enfrentarse a grandes rivales. A rey muerto, rey puesto, por así decirlo. 

El Barcelona ha sabido sacar provecho de la venta de Neymar al equipo parisino y ha conseguido, tras un mercado de verano a contrarreloj, reforzar el equipo con jugadores que ilusionan a la afición. 

Dembélé entró en la historia de los fichajes más caros, tras firmar el contrato con la entidad blaugrana. Un joven con talento, procedente del Borussia Dortmund y que, a nivel individual, puede aportar bastante al equipo con el binomio formado por su regate y velocidad de cara a portería. El fichaje del galo de 20 años, deja como ventaja principal en Can Barça, que por su juventud, tiene mucho margen para mejorar su efectividad en el mundo del fútbol, lo que ilusiona al staff técnico y a los aficionados, tras admitir el propio entrenador que Neymar había dejado un gran vacío de cara a importantes tácticas como la de profundidad. Otra de las ventajas del futbolista, es que quitarle el balón es una tarea complicada, por el gran dominio que tiene en sus dos piernas. Pero cuando más ilusión había, la desesperación llegó tras el partido jugado en Getafe, cuando se tiraba al suelo y se sabía que hasta el próximo año no volvería a pisar los terrenos de juego por una rotura en el tendón del bíceps femoral, consecuencia de no haber entrenado lo suficiente antes de comenzar a jugar y consecuencia de haber estado en rebeldía con su equipo y hacer todo lo posible para jugar al lado de jugadores tan reconocidos a nivel mundial como Messi.

El jugador francés se ha convertido en un fichaje más de este mercado de invierno por su reaparición. El jugador ha luchado contra el tiempo y el peso de la rutina y ha estado ultimando su vuelta en los últimos días, separado del resto de la plantilla y con intensas sesiones de mañana y tarde. A este nuevo, y futurible proyecto, se suman otros nombres ilusionantes como el de Coutinho, que decidido a jugar en el equipo, uno de sus sueños, ha renunciado a jugar la Champions para llegar al Camp Nou lo antes posible junto al que fue uno de sus compañeros en Anfield, el uruguayo Luis Suárez, quien ya hace unos meses, como muchas otras personalidades del ámbito futbolístico, avalaba la llegada del jugador. La Perla tiene la ventaja de que es el sustituto perfecto para Andrés Iniesta, quien más de una vez ha reconocido que necesita dosificación y llegar a los partidos lo mejor posible; tiene polivalencia, crea, da juego, tiene gol y aporta calidad futbolística a un Barcelona que ya ha tenido en su equipo a grandes estrellas brasileñas como Romario, Rivaldo, Ronaldo, Ronaldinho o Neymar y que quiere volver a recuperar la esencia de volver a ganar tantos títulos como lo hicieron en épocas brillantes como la de Pep Guardiola o Luis Enrique. 

Pero el nombre de Coutinho no cierra un mercado de fichajes, que aún pendiente de las salidas, ha dado otro refuerzo al equipo: Yerry Mina. El central colombiano llega procedente del Palmeiras, con ganas de aportar al equipo su potencia física y juego aéreo, factores que necesita el Barça para seguir invicto de cara a la segunda vuelta de la competición liguera.

En el horizonte, la Champions y la Copa del Rey

Aunque la afición está ilusionada con los refuerzos que el club ha conseguido, es en las competiciones más duras donde se tiene que demostrar que son aspirantes a ganar los títulos y objetivos más importantes de la temporada. A pesar de la ausencia de Coutinho en la competición europea por su ya participación con el Liverpool, su fichaje servirá para dar dosificación a Andrés Iniesta y aportará una mayor organización del equipo, para encarar a futuros enfrentamientos como el que se va a presenciar en Stamford Bridge, el campo del Chelsea, en el que el Barça ya ganó al conjunto londinense gracias a un gol de Andrés Iniesta.

El equipo liderado por Antonio Conte es el vigente campeón de la Premier League y cuenta en sus filas con los que fueron jugadores del equipo blaugrana, Cesc Fàbregas y Pedro Rodríguez y con otros que también conocen la liga española como Álvaro Morata, procedente del Real Madrid con el objetivo de tener más minutos en el terreno de juego, además de con los titulares habituales, Azpilicueta y Marcos Alonso. El Barcelona, por su parte, con su buena racha, al haber quedado primero en la fase de grupos, jugará el primer partido del enfrentamiento en el campo del equipo londinense y el segundo, en casa, en el Camp Nou, un aspecto positivo y decisivo y una fórmula que suele funcionar, o si no, sólo hay que recordar el encuentro que tuvo lugar en el Camp Nou contra el PSG, correspondiente a los octavos de final de la Champions League, el 8 de marzo del pasado año, donde el equipo blaugrana supo remontar, merecidamente, el partido que ya estaba decidido a favor del conjunto parisino.

Hasta la fecha, Barça y Chelsea han disputado partidos en quince ocasiones, y esos partidos dan lugar a unas estadísticas de igualdad extrema: cinco victorias para cada equipo y cinco empates, aunque con un balance goleador favorable al conjunto de Ernesto Valverde, que ha marcado 25 goles, superando los 20 del conjunto de Conte.

Respecto a la Copa del Rey, el Barça afronta el partido de vuelta de octavos contra el Celta de Unzué como un partido en el que todo está por decidir, tras el empate que consiguieron en Balaídos y con el claro objetivo de pasar a cuartos de final, asumiendo el rol de vigente campeón de la competición.

Un nuevo Camp Nou con el modelo inculcado de Cruyff, revolucionario en el campo y en el banquillo

Por mucho que el Camp Nou cambie, la esencia será la misma. Permanecerá en él su estilo de juego y el gran recuerdo de los grandes jugadores que han pasado por allí, desde el Dream Team de Cruyff, hasta él mismo, quien inculcó un nuevo modelo y sin el que no se entendería la mayor parte de la historia del Barça, pasando por su fundador, Joan Gamper, Carlos Comamala, Paulino Alcántara, Ramón Torralba Larraz, Ladislao Kubala, Luis Suárez, Julio César, Johan Neeskens, Quini, Maradona, Zubizarreta, Bakero, Guillermo Amor, Txiki Begiristain, Koeman, Guardiola, Stoichkov, Romario, Luis Enrique, Rivaldo, Ronaldinho, Deco, Eto’o, Puyol, Valdés, Xavi Hernández, Iniesta, Dani Alves, Piqué y Messi, entre otros muchos jugadores que han engrandecido la historia de un Barça en la que hay un claro principio, pero no un final.