La UD Almería disputará este sábado un duelo vital para seguir avanzando hacía lo que se ha convertido en el principal objetivo de la temporada: la permanencia. Viajará hasta Asturias, donde se enfrentará ante un grande de la categoría, el Oviedo. Para aquellos que estén pensando que la palabra “grande” sea exagerada, solo tienen que ver la clasificación, pues se sitúa 3º, solo por detrás de Huesca y Cádiz.

Sin duda, no será ni mucho menos un partido fácil. Tendrán que visitar el Carlos Tartiere, un estadio en el que su equipo solo ha caído derrotado una sola vez esta temporada (jornada 1), y en el que la presión de los aficionados dificulta el juego en cada partido. Al mismo tiempo, el conjunto entrenado por Juan Antonio Anquela, atraviesa su mejor racha de la presente campaña: de las últimas siete jornadas ha ganado cinco y ha empatado dos, teniendo además un impresionante registro de 13 goles a favor y tan solo cuatro en contra. Entonces, la pregunta del aficionado almeriense es: "¿Podremos sacar algún provecho de esta visita?".

Es incuestionable que los dos equipos atraviesan situaciones muy diferentes. Mientras que el equipo asturiano solo mira hacia arriba en la tabla de clasificación, el Almería lucha cada jornada por alejarse del tan temido descenso, pesadilla habitual durante los tres últimos cursos. Sin embargo, está situación parece estar cambiando con la llegada de Alcaraz. El técnico granadino, quién impuso una táctica defensiva en el primer momento que llegó al club (debido a la gran cantidad de goles que encajaba el equipo), ha logrado no solo sacar a la UD Almería del descenso, sino que ha puesto un importante colchón de cinco puntos. La incorporación de un nuevo entrenador y cuerpo técnico ha dado aire fresco al equipo y ha logrado sacar el máximo de todos los jugadores, siendo rival digno ante los mejores de la categoría. Estadísticamente también podemos ver reflejada esta mejoría, y es que, en la mitad de partidos, Lucas Alcaráz ha conseguido tan solo un punto y un gol menos de lo que fue capaz de hacer Ramis, con los mismos jugadores.

Por lo tanto, volviendo a la pregunta anterior, el partido se decidirá según quieran los jugadores importantes de cada equipo. Claro ha quedado que, en cuanto Pozo o Rubén Alcaraz entraban en contacto con la pelota y se sentían confiados, eran capaces de hacer maravillas con el balón. Asimismo, las últimas actuaciones de René en portería y de la defensa en general, dan la seguridad de que no les será nada fácil marcar un gol. Será vital también un añadido esfuerzo en el centro del campo. El Almería deberá tener el balón, esperar con paciencia y aprovechar sus oportunidades, pues, como hemos visto en multitud de partidos este año, si no aprovechas las oportunidades, “te matan”. En este caso serían los delanteros los que tratarán de cortar su mala racha de cara a portería para marcar un gol, necesario más que nunca.

No obstante, la pesadilla de las lesiones sigue rondando por la plantilla: un total de seis bajas no permitieron al técnico sacar a su once deseado frente al Nástic, teniendo que echar mano del filial para rellenar los huecos de la convocatoria. Esta situación se volverá a repetir este sábado, y es que no todos se han recuperado y estarán disponibles para jugar.

Lo que hay que tener claro es que el equipo tendrá que dar el máximo si pretende parar a la delantera envidiable del Real Oviedo. Tan solo cuatro de sus jugadores han conseguido los mismos goles que toda la plantilla del Almería junta (tres de ellos delanteros). Jugadores como Aarón Ñíguez, Saúl Berjón o Toché, complicarán el trabajo a la defensa, y su portero, Alfonso Herrero, evitará a toda costa el gol rojiblanco. Será una de las visitas más difíciles de la temporada, pero si algo ha demostrado la UD Almería en las últimas jornadas es que casta y coraje no le faltan.