El Benito Villamarín se vestía de gala, convirtiéndose en un fortín para recibir al líder de la tabla, el Barcelona. El Betis ansiaba los tres puntos para seguir soñando con un proyecto grande, con Europa. El Barça, por su parte, a pesar de la ventaja sobre los rivales, solo pensaba en sumar y seguir con su racha de imbatibilidad en Liga. Tello volvía a encontrarse cara a cara con su antiguo equipo, pero vistiendo las trece barras.Los culés, a pesar de tener la cabeza en la elimantoria de Copa, no se reservaba al gran Messi. 

Una lucha constante

Los verdiblancos salían "enchufados" uniéndose a la fiesta en Heliópolis. No solo en las gradas se sentía la pasión del encuentro, sobre el césped las ganas parecían las mismas. A pesar de la presión de un gran rival como es el Barça, el Betis llegaba al área azulgrana a los tres minutos del partido, generando peligro al alemán. Un gran tiro de Guardado se iba rozando el palo.

Un gran comienzo en el que los béticos no cesaban de intentarlo. Joaquín se sumaba al juego, intentando otro tiro tras un pase de Durmisi que se iba hacia arriba. El dominio de los verdiblancos desde el pitido inicial se hacía evidente. Las débiles llegadas de los blaugranas eran controladas por la línea defensiva bética, con una presión de ambos equipos bastante igualada. 

La lucha de estilos de juego de Setién y Valverde quedaba al descubierto en el césped del Villamarín. Tanto el Betis como el Barça componían una batalla constante por dominar la posesión del encuentro. Así empezaba a peligrar la portería verdiblanca, sufriendo dos ocasiones clarísimas para los culés. Sergi Roberto intentaba la primera marchándose por arriba de la meta de Adán, mientras que un tiro desde fuera del área de Iván Rakitic acababa en las manos del portero bético. Poco después, Messi se unía a las amenazas estrellando el balón con el lateral de la red.  

Se sentía mucho control blaugrana en el tramo final de la primera mitad que los de las trece barras pudieron aguantar dejando el marcador en tablas. Vermaelen, con algunas molestias y al que siguen sin respetarle las lesiones, abandonaba el terreno de juego y entraba en su lugar Umtiti, que volvía a aparecer en la convocatoria blaugrana este domingo. 

Duelo entre el Real Betis y el FC Barcelona | Foto: Ernesto Aradilla -VAVEL
Duelo entre el Real Betis y el FC Barcelona | Foto: Ernesto Aradilla -VAVEL

El Barça rompe la meta verdiblanca

Los de Heliópolis comenzaron la segunda mitad al mismo nivel que la primera, con la intención de no dejarse derribar por el líder. No obstante, el insaciable Barça no paraba de presionar en el área verdiblanca. Fabián era el encargado de enfrentarse por primera vez a Ter Stegen tras el descanso, con un tiro desde dentro del área que atrapaba el muro alemán. Sin embargo, la suerte no sonreía al Villamarín por mucho más tiempo. En el minuto 58, Iván Rakitic abría la lata a favor de los blaugranas con una defensa bética adelantada, poniéndose por encima en el marcador.

A pesar de los ánimos de la fiel hinchada bética, el Barça seguía a lo suyo, inconformista aún con el marcador. Leo Messi, el que nunca falla en la plantilla culé, ponía el segundo tanto gracias a una gran asistencia de Busquets en el minuto 63 de juego. Sumaba y seguía el conjunto de Valverde. El equipo incansable y demoledor de esta temporada liguera encajaba otro más en la portería de Adán, esta vez de Suárez aprovechando un centro del croata

Eder Sarabia intentaba reforzar el ataque, entrando Boudebouz y Rubén Castro al terreno de juego. Estos parecían no dar resultado cuando el astro argentino se movía por el área verdiblanca a sus anchas y marcaba el cuarto a falta de diez minutos para el pitido final. El uruguayo también quería firmar su doblete, aprovenchando un pase de Messi para clavar un zurdazo a Adán.

El Betis, de más a menos y en una segunda parte bastante floja, recibía un jarro de agua fría por parte de los blaugranas, que reflejaba una vez más los preocupantes problemas defensivos y dejaba sin sumar a un conjunto con anasias de Europa. Los de Valverde, con esta victoria, aumentaban su racha de imbatibilidad y continúaban más líderes que nunca.