El Real Zaragoza ha dado un importante salto en el juego y, sobre todo, en los resultados en las últimas jornadas. Se ha logrado dejar a 11 puntos los puestos de descenso a Segunda División B, y el conjunto dirigido por Natxo González se encuentra tan solo a cuatro puntos del playoff.

Buena culpa de esta reacción la tiene su buen hacer como local en La Romareda. Un dato demoledor: el Real Zaragoza suma en febrero de 2018 las mismas victorias cosechadas como local que en todo el año 2017 (final de la 2016-2017 e inicio de la temporada actual). Bien es sabido por todos que, si un equipo pretende aspirar a cotas mayores que la salvación, debe ser un fortín en su campo. Véase los ejemplos de ascenso del Alavés o Levante en los últimos años, quienes convirtieron su casa en un fortín. O de la propia SD Huesca, líder destacado de Segunda División sin conocer la derrota en su feudo en lo que llevamos de temporada.

El Real Zaragoza ha logrado en este inicio de año 13 puntos de 15 posibles en La Romareda, logrando cuatro victorias consecutivas, hecho que no se lograba desde el año de la salvación agónica en Getafe (11/12). Los triunfos frente a Tenerife y Córdoba por la mínima (1-0), Lugo (2-0)  y Real Oviedo (2-1) han catapultado al Real Zaragoza en la clasificación, convirtiéndolo además en el mejor equipo de la segunda vuelta, con 16 puntos de 21 posibles.

La afición zaragocista ha tenido que sufrir mucho durante los últimos años, y es ahora cuando parece que el equipo está respondiendo frente a su afición como es debido. Esta regularidad, tan buscada durante los cinco años que lleva el cuadro maño en Segunda, es la clave para poder aspirar a cotas mayores. La gente está con el equipo, y el equipo responde ante la gente. Si esta comunión sigue en buen estado de aquí a final de temporada, al Real Zaragoza todavía no habrá dicho su última palabra.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Alberto  Arilla
Estudiante de Periodismo en Unizar.