El Córdoba está tomando un nuevo rumbo de la mano de José Ramón Sandoval. El técnico, con la difícil tarea de reconducir el equipo ante una situación complicada tanto a nivel institucional como futbolístico, está implantando su sello en el conjunto andaluz. Una de las grandes muestras de su personalidad a la hora de dirigir un equipo, la ha dejado el pasado domingo en el duelo frente al Valladolid. Donde ha hecho debutar a un, hasta entonces, inédito con la elástica blanquiverde en Liga, Javi Noblejas. Tan sólo había disputado 27 minutos en Copa del Rey.
Noblejas, el incansable trabajador
El lateral formado en la cantera del Real Madrid, ha sido un jugador que siempre ha tratado de buscar su sitio en la Liga española. A sus 24 años ha dejado leves recuerdos en equipos como Elche o Albacete. En ninguno de los dos gozó de gran protagonismo. En el cuadro ilicitano llegó procedente del Getafe B, dispuesto a dar un mayor respiro en la banda izquierda al entonces técnico del equipo valenciano, Rubén Baraja. Sus participaciones fueron contadas, pero ofreciendo buen fútbol.
En el Albacete tuvo la oportunidad de llegar en el mercado invernal a la categoría de bronce con la intención de ganar galones que le permitieran llegar más arriba en el deporte de sus amores. Su equipo ascendió a la categoría de plata, pero él no acabó de encontrar su sitio. Por eso, en los últimos compases del último mercado de verano, el Rayo Vallecano le fichó para que se disputara un puesto junto a los laterales izquierdos que tenía el conjunto madrileño en aquel momento, Álex Moreno, Razvan Rat y Sergio Akieme. Pero la entidad decidió cederle al Córdoba con la intención de que Noblejas ganara confianza.
Pero los minutos no llegaban para el madrileño, que veía como jornada tras jornada no contaba para los diferentes técnicos que pasaron por el banquillo del Estadio Nuevo Arcángel. Pero el trabajo y el esfuerzo del lateral vieron sus frutos cuando disputó 46 minutos como titular hasta ser sustituido por Narváez. Así que puede que al Córdoba por el momento Sandoval no le haya devuelto la sonrisa, pero sí a un incansable Noblejas.