Sábado, 3 de Marzo. Estadio Santiago Bernabeu. El Getafe acecha al actual campeón, pero un depredador futbolístico como es Cristiano Ronaldo afina puntería para anular cualquier intento de ofensiva azulona en el templo merengue. El Getafe llega a este partido en un estado envidiable de forma respecto a los objetivos pactados a principio de temporada. Ambas escuadras se medirán en la capital con la consigna de obtener los tres puntos y seguir encarando la recta final de la temporada. La gran amenaza para la expedición getafense se llama Cristiano y se apellida Ronaldo, ya que tras muchas críticas, el jugador luso se resarce a base de goles.

Y es que, tras darle por muerto, el Rey de la sabana siempre será el Rey. Como si de un Ave Fénix se tratase, el natural de Madeira siempre vuelve más fuerte de lo que nunca se fue. La estadísticas en los últimos partidos le avalan, debido a que de los últimos siete encuentros disputados por el delantero del Real Madrid, éste ha conseguido anotar un total de 12 goles para los suyos, dos de ellos en Champions League. Entre ellos se encuentran cuatro dobletes (tres en Liga y uno en competición europea) y un hat trick, obtenido en la victoria por 5-2 frente a la Real Sociedad.

Tras un inicio de temporada un tanto irregular, marcada por la sanción en la Supercopa de España, el portugués ha conseguido enderezar su rumbo dentro del equipo, demostrando así de lo que es capaz. El luso se sitúa quinto en la tabla clasificatoria de goleadores en competición doméstica, con un total de 14 goles y 4 asistencias, por detrás de Messi, Suárez, Aspas y Griezmann, teniendo a estos dos últimos a tiro de piedra. Por ello, la zaga azulona deberá estar muy atenta en labores defensivas si no quiere que la ira del depredador del milenio caiga sobre los pupilos de José Bordalás, quien mantiene a su equipo como el tercero menos goleado de la Liga Santander. Cristiano Ronaldo afina de cara al encuentro ante el PSG del próximo martes en el Parque de los Príncipes ante un rival que no le pondrá las cosas nada fáciles.