Eguaras llegó a las categorías inferiores del Athletic Club en 2004, procedente del Txantrea, donde empezó a jugar al fútbol. Pasó por todas las categorías del fútbol base en Lezama desde que llegó. En 2011 se incorporó a la disciplina del Bilbao Athletic, filial del Athletic de Bilbao, donde estuvo tres temporadas como habitual titular. En 2014, se incorporó al C.E. Sabadell. En julio de 2015, tras el descenso de categoría del Sabadell, el jugador firmó por el C.D. Mirandés por dos temporadas. ​ El 13 de junio de 2017, tras el descenso de categoría del conjunto burgalés, fue anuciado como nuevo refuerzo del Real Zaragoza.

El navarro llegó a Zaragoza como teórico recambio de Alberto Zapater en el pivote, pero ya desde pretemporada demostró una magistral visión de juego que impresionó a todos aquellos zaragocistas que no le habían visto jugar. Empezó la temporada muy intermitente: jugaba la mayoría de sus partidos al lado de Zapater en el doble pivote y no funcionaban juntos en esa posición.

Revolución en el sistema

El técnico zaragocista, Natxo González, hizo varias pruebas en el sistema de juego del Zaragoza entre Octubre y Diciembre. Tras numerosos cambios, el mister vizcaíno dio con la tecla: ideó un centro del campo en forma de rombo con Eguaras en la base, dos volantes a los lados y un mediapunta en la punta del mismo. A Eguaras le viene como anillo al dedo a este sistema y a este sistema Eguaras le viene como anillo al dedo.

El de Antsoain  ha sufrido una impresionante evolución en forma de fútbol. Desde el momento en el que el Real Zaragoza empezó a jugar por, para y mediante Íñigo Eguaras, el juego blanquillo ha mejorado de forma mayúscula. Tanto es así que, desde que todo el juego blanquillo pasa por Eguaras, el Real Zaragoza se ha convertido en el mejor equipo de la segunda división. El navarro se ha convertido en la piedra angular del mejor Zaragoza de la temporada. Podríamos decir que el ex jugador del Athletic ha sido el artífice de la resurrección zaragocista.

Pero el único artífice de la revolución en el juego zaragocista no ha sido solo Eguaras. Raúl Guti y Alberto Zapater han sido desplazados a la posición de interior, lo que les hace tener un mayor despliegue físico cada partido pero su juego ha incrementado de nivel brutalmente. En la punta del rombo se sitúa Aleix Febas. El ilerdense es la clave en las transiciones ataque-defensa zaragocistas y, mediante su desequilibrio, es capaz de romper cualquier sistema defensivo con una conducción.

El rey del centro del campo en segunda

Iñigo Eguaras ha jugado un total de veintiséis partidos. En 23 ha ejercido como titular y en otros tres ha salido al campo sustituyendo a un compañero. El navarro acumula un total de 2.026 minutos en los que ha conseguido hacer cuatro asistencias. En estos veintiséis partidos, Iñigo Eguaras ha conseguido liderar el top 5 de mediocentros de la categoría de plata en cuanto a estadísticas se refiere.

El pivote zaragocista acumula un total de 1564 pases, conviertiéndose así en el segunda mayor pasador, solamente detrás de Yeray (Cultural y Deportiva Leonesa, 1872 pases). Comparando estos datos con la media de pases de los mediocentros de la segunda división (435.7 pases) podemos observar que el juego del navarro de superior al nivel de la categoría de plata.

Eguaras ha hecho que al Zaragoza le guste llevar el control de balón, pero también ha organizado un sistema defensivo a su alrededor clave para la mejoría de los resultados blanquillos. Tanto es así que acumula 228 recuperaciones, lo que le convierte en el mejor mediocentro de contención, con 161 recuperaciones por encima de la media (67,1).

En líneas generales, la metamorfosis de Eguaras, gracias en gran parte a Natxo González, ha generado una evolución en el juego blanquillo que le ha llevado a estar peleando con los mejores de la categoría por un puesto en la promoción de ascenso a primera.