El esfuerzo no se negocia. Al menos, no en Ipurúa. Y al menos no si defiendes los colores del Eibar. Como ya hiciera el día del Barcelona para tapar a Busquets, Mendilibar optó por alinear a Joan Jordán en la mediapunta para así poder realizar una presión más concisa en la salida del balón del Real Madrid. Lamentablemente para los armeros y al igual que ya ocurrió contra los de Valverde, el Eibar cayó derrotado a pesar de las buenas sensaciones que dejó el equipo y tras ser superiores al rival durante gran parte del encuentro

Los de Zidane sufrieron un asedio constante desde los primeros compases del partido, con una forma de presionar que hizo que los defensores blancos tuviesen que renunciar a sacarla jugada y buscasen el balón en largo hacia sus delanteros para evitar complicaciones. Tan solo un error de Arbilla en la salida del balón y la falta de acierto de los delantero impidió al Eibar sacar algo positivo. 

Efecto Mendilibar

A pesar de la derrota, una de las figuras que salió más reforzada del encuentro fue, una vez más, José Luis Mendilibar. El de Zaldibar volvió a plantear un partido más que complicado a un rival muy superior sobre el papel. Además, consiguió que ninguno de sus futbolistas bajasen los brazos durante los noventa minutos, a pesar de ir por debajo en el marcador durante parte del partido. Las doce faltas cometidas por los armeros durante el encuentro dejan al descubierto el grado de implicación de los futbolistas con el sistema del míster.

Además, salvo el cambio de Oliveira por Ramis por lesión, los otros dos cambios llegaron en los cinco últimos minutos de partido, lo que indica que todos los futbolistas jugaron casi los noventa minutos sin dejar de presionar. Una muestra más del sacrificio del equipo, que está haciendo de la intensidad su sello de identidad.

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Sobre el autor
David Lourido
Estudiante de Periodismo en la UPV/EHU.