La historia interminable: es lo que vive el murcianismo desde hace varios años con su equipo. La afición pimentonera, cansada de sufrir en los despachos, sigue viviendo en una pesadilla de la que día tras día sigue sin despertar.

Desde hace unos días, el Real Murcia está escribiendo una de las páginas más negras y ridículas de su historia. Todo empezó hace un par de semanas cuando Raúl Moro, máximo accionista del club aunque fuera de él, se reunió con Bryan Cohen, un empresario de Nueva York que estaría interesado en el Real Murcia. Tras estas noticias, Mauricio García de la Vega, quien actualmente posee la mayor parte de las acciones del club grana, decidió adelantarse a la jugada al hacer efectiva, el pasado Miércoles por la mañana, la cláusula de opción de compra impuesta en el contrato firmado con Raúl Moro cuando este le cedió sus acciones hasta junio de 2019. 

Por la tarde del mismo Miércoles, Raúl Moro se manifestó diciendo que él no sabía nada sobre la compra de Mauricio García ya que el empresario mejicano no se había puesto en contacto con él. La incertidumbre fue en aumento y el toma y daca entre el extremeño y el sudamericano fue en aumento. Raúl Moro, acto seguido, se puso en contacto con sus abogados para analizar dicha compra. La respuesta de Mauricio García de la Vega fue cargarse a Deseado Flores, quién presentó su dimisión como Consejero Delegado y quien fue la mano derecha de Raúl Moro y el propulsor del desembarco de Mauricio a la entidad pimentonera el pasado mes de Diciembre, y a Pedro Contreras, quien no tenía un papel concreto en el Real Murcia.

La cuerda se fue tensando cada vez más y el intercambio de golpes continuaba. Ahora sería Raúl Moro quien movería ficha al anunciar que revocaría el poder a Mauricio debido a que la compra de este era ilegal porque no había cumplido una serie de cláusulas acordadas. Tal fue la firmeza de Raúl Moro que ayer acudió a las oficinas de Nueva Condomina, a la cual prohibió la entrada al señor de la Vega y a Pedro Gómez, director deportivo quien llegó de la mano del mejicano, al contratar un personal de seguridad. E incluso, se habla de que un consejero pudo intentar cambiar la cerradura de la puerta de las oficinas. Esta mañana, el extremeño decidió dar una comparecencia en Nueva Condomina para explicar el por qué de todo esto donde dejó el titular de que el grupo Gálvez Brothers había pagado una mensualidad a la plantilla y a la vez estos se harían cargo de resto de nóminas.

En medio de este circo se encuentran los jugadores, quienes no saben quién será su jefe y a falta de cobrar aún dos mensualidades más. Pese a ello la plantilla se sigue manteniendo tranquila y en la mañana de hoy se han reunido en Cobatillas con Deseado Flores y Miguel Martínez. Y por otro lado, los aficionados, quienes ven como ninguno de los dos máximos representantes de su equipo siguen sin aflojar y cada uno mira por sus intereses. Nadie mira por el Real Murcia excepto una afición que ya está cansada ver como maltratan su escudo y de promesas incumplidas.

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