Octavos de final para Seedorf. Nueva final para la afición. Dos equipos más que necesitados de puntos. A vida o muerte. La victoria, era fundamental. El Levante había hecho los deberes la pasada noche, y la salvación se alejaba para ambos conjuntos.

Quien se llevase los tres puntos podría albergar todavía algunas esperanzas de continuar un año más en la categoría de oro del fútbol español. El que perdiese, quedaría sentenciado. Al final, ni para uno ni para otro. Un empate. Un resultado que desciende a ambos equipos.

El Dépor no le está poniendo las cosas fáciles a la afición esta temporada. Y es que como viene siendo costumbre, se abría el marcador de Riazor de forma muy temprana. Una vez más, no sería a favor del cuadro gallego. Minuto tres y Halilovic lograba recuperar el cuero en el centro del campo. El croata encara a portería, y Fernando Navarro no puede hacer nada para detenerlo. Vuelve a tocar remar.

Los errores defensivos se suceden, y un Deportivo que había iniciado el partido adormilado comienza poco a poco a centrarse.

No sería hasta veinte minutos después cuando la afición y el equipo comenzasen a creer en remontar este adverso marcador. Dos acciones volvieron a meter al cuadro coruñés en el partido. La primera, una falta botada por Lucas Pérez desde la banda derecha. Muy bien lanzada, se envenenó, pero ni Sidnei ni Florin Andone lograron llegar. La segunda volvería a salir de las botas del delantero gallego. Saque de esquina lanzado por Lucas, y Raúl Albentosa empata el encuentro con testarazo. Este tanto no solo fue sinónimo de esperanza para los gallegos, sino que, tras las continuas críticas recibidas, el central podría volver a coger confianza.

A punto estuvo la UD Las Palmas de volver a ponerse por delante por segunda vez. La decisión del trío arbitral de anular un tanto en fuera de juego de Calleri salvaba a los locales de irse al descanso siendo inferiores en el marcador.

Destacable fue la actuación de Lucas Pérez a lo largo del partido. La acciones a balón parado lanzadas con precisión fueron el fuerte del coruñés en el partido de hoy. Como terminó la primera mitad, comenzó los últimos 45 minutos. Y es que a punto estuvo de adelantar a los suyos con un gran disparo de falta directa. El esférico impactó contra el travesaño. El 7 deportivista sigue sin tener suerte.

Un Muntari agotado trataba insatisfactoriamente de parar a Halilovic. El atacante visitante resultó ser un quebradero de cabeza para los centrocampistas y defensas deportivistas. Así, con cada incursión canaria al área del Deportivo, el nerviosismo iba aumentando en la grada de Riazor. El tiempo corría en el marcador, y la victoria no llegaba. La segunda división estaba un poquito más cerca.

Tuvo nuevamente Lucas Pérez una oportunidad de cambiar el partido. Celso Borges, que había entrado como parte del intento de revertir la situación de Seedorf, centró. Desmarque de ruptura. El de Monelos, pese a llegar en una posición buena, remata en plancha y el esférico termina fuera de la portería defendida por Chichizola.

Aplaudido y silbado en su cambio, Lucas Pérez dejaba el terreno de juego. Entraba por el delantero Carles Gil, quien disfruta de sus primeros minutos desde la llegada del entrenador holandés.

La última del partido fue para Florin Andone. El rumano tuvo el gol que hubiese significado la victoria gallega. Pero en el camino se topó con el portero argentino. Con una grandísima parada había salvado a su equipo. Porteros que ayudan a ganar partidos.

Ser superiores en la última parte del encuentro no fue suficiente para los pupilos de Seedorf. Ni cinco faltas cerca del área a favor del Deportivo ayudaron al cuadro gallego a llevarse los tres puntos.

Con 27 puntos en juego, comienza ahora una difícil etapa para los deportivistas. Caras de desolación y abatimiento presenció Riazor al término del encuentro. A estas alturas, eludir el descenso parece algo imposible.