UD Las Palmas

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UD Las Palmas

1949 Las Palmas de Gran Canaria


La Unión Deportiva Las Palmas es un equipo de fútbol fundado en Las Palmas de Gran Canaria el 22 de agosto de 1949. Con 34 temporadas en Primera División, finalista en Copa del Rey y subcampeón liguero, es considerado por los expertos como el equipo más representativo de las Islas Canarias en el fútbol español.

Fundación y primeros años

Cuando el fútbol español empezó a experimentar su primer apogeo en los primeros años del siglo XX, los equipos canarios tenían un gran hándicap, puesto que estaban vetados para participar en competiciones nacionales. Como resultado, cuando un gran talento se mostraba en la isla, rápidamente tenía que marcharse a los equipos de la Península, en aquel momento con más poder y capacidad organizativa.

Fue por ello que se inició un proceso doble en la isla. Por un lado, la Federación de Fútbol de Las Palmas, con Manuel Rodríguez Monroy y Adolfo Miranda a la cabeza, comenzó a tramitar los permisos y trámites para que la Real Federación Española de Fútbol incluyera a los equipos grancanarios en sus competiciones. A la misma vez, el propio Monroy fue el impulsor de una idea revolucionaria en el archipiélago. Para que Gran Canaria tuviera un equipo competitivo capaz de plantar cara a los grandes del país, propuso que los cinco mejores clubes de la isla se unieran en uno solo.

Los resultados no tardaron en llegar, tras meses de conversaciones, negativas y más negociaciones, la RFEF aprobó que los equipos de la isla pudieran participar en competiciones nacionales el 9 de junio de 1949. Tan solo dos meses después, la fusión era una realidad. Real Club Victoria, CD Gran Canaria, Arenas Club, Marino FC y Atlético Club (fundado y conocido como CD Santa Cantalina), se unieron y fundaron el 22 de agosto de 1949 lo que hoy se conoce como Unión Deportiva Las Palmas.

El éxito de esta unión fue rotundo desde el principio. La UD se convirtió en el primer equipo de toda la historia del fútbol español en ascender a Primera División en los dos primeros años de fundación. Arrasando en su primea liga regional y consiguiendo el subcampeonato en la liguilla de ascenso, los amarillos llegaron a Segunda División en la temporada 1950/51. En una segunda vuelta casi intachable, el equipo firmó un meritorio tercer puesto y el ascenso a la división de honor del fútbol español de la mano de los Tacoronte, Tatono, Joaquín Peña y Jorge Padilla.

Años 50: Idas y venidas

La temporada 1951/52 fue una temporada de sentimientos encontrados. Por un lado, toda la isla sentía orgullo de su equipo puntal se pasera por los mejores estadios del país. Era un acontecimiento único. Pero por otro lado, Las Palmas se encontró con una dura dosis de realidad. Pese a lo histórico de sus dos ascensos consecutivos, el equipo amarillo vio que aún estaba a años luz de los clubes punteros del país. El equipo descendió siendo penúltimo, a tres puntos de la salvación.

Después de ese primer descenso, la UD comenzó a preparar su travesía para regresar a Primera. Lo logró dos años después, en la temporada 1953/54. El equipo quedó líder de la categoría y además pudo saborear las mieles del ascenso en el Heliodoro Ródriguez López, campo de su eterno rival, el CD Tenerife. Les bastaba un empate en la última jornada y ese fue el resultado del partido (0-0).

De regreso a Primera, el equipo supo reponerse de sus errores de su primer campaña. En la isla se conoce esta etapa como los Maravillosos Años 50. Un tiempo de estabilidad y asentamiento, donde el equipo consiguió mantenerse durante seis temporadas consecutivas. El primer aviso a los grandes del país llegó con la primera vuelta de la temporada 1955/56. Las Palmas llegó a ser líder durante varias jornada y cerró el primer tramo de la temporada en tercera posición, sólo por detrás de Athletic Club y Barcelona. De aquel equipo destacaron, entre otros, Adolfo Atienza y el mítico Macario.

Sin embargo, todo no iba a ser felicidad. Tras dos temporadas seguidas consiguiendo la permanencia prácticamente sobre la bocina, se produjo la debacle en la campaña 1959. Todo un despropósito de año que acabó con la UD colista y descendiendo con sólo tres victorias en su haber. Fue ahí cuando tuvo lugar el primer punto de inflexión y autocrítica en la isla.

Muchos aficionados ya no se sentían identificados con Las Palmas. La filosofía del club, de dar prioridad siempre a los jugadores y promesas de la cantera insular, se había dejado a un lado para apostar por el fichaje de futbolistas de fuera del archipiélago. Lo que nadie se esperaba es que mientras este debate estaba candente en el club, una generación de futbolistas nunca antes vista (y que hasta el momento nunca se ha vuelto ver) explotaron en la cantera amarilla.

Alineación de Las Palmas en la Promoción de División de Honor, temporada 1950/51 | Fotografía: UD Las Palmas
Alineación de Las Palmas en la Promoción de División de Honor, temporada 1950/51 | Fotografía: UD Las Palmas

 

Años 60: la época dorada en la isla

Casualidades del destino. Si hacemos una lista de los 10 mejores jugadores de la historia amarilla, probablemente nos encotremos conque seis de ellos coincidieron. Hablamos de leyendas como Germán Dévora, Juan Guedes, Tonono, Paco Castellano, Gilberto I y José Manuel León. Esta generación llevó a la UD a otro nivel. Consiguieron un nuevo ascenso en la temporada 1963/64, arrasando en la categoría de plata y logrando acabar líderes.

Pero la hazaña no se quedó ahí. Cuando el objetivo no era otro que lograr la permanencia, los amarillos consiguieron la salvación de manera holgada, quedando en un meritorio noveno puesto. El proyecto consiguió asentarse de manera estable y así estaría durante los siguientes 19 años. Casi dos décadas de manera ininterrumpida en la élite del fútbol español.

La explosión definitiva llegó a finales de la década. El fútbol de toque y amor a la pelota que practicaba Las Palmas empezó a asombrar a todo el país. Durante dos años seguidos, el equipo incluso llegó a pelear por el título. En la temporada 1967 /68 destacaron, además de los antes mencionados, nuevas figuras como Martín Marrero, Justo Gilberto o José Juan. Ese equipo le disputó la Liga a Real Madrid y Barcelona prácticamente hasta el final. Aquella campaña la UD lograba un histórico tercer puesto, a solo cuatro puntos del campeón, el Madrid de Gento, Pirri, Amancio y compañía.

Lejos de conformarse con hacer historia, la temporada siguiente Las Palmas siguió escalando aún más. Aunque acabó a más distancia de un intratable Real Madrid, el equipo, entonces entrenado por Luis Molowny, le arrebató la segunda plaza al Barcelona. Aquel subcampeonato liguero es hasta la fecha, la mejor posición del equipo en toda su historia.

Aquel memorable 1969 también significó que la UD disputaría por primera vez competición europea. Fue un paso efímero por la Copa de Ferias, donde cayeron en primera ronda contra el Hertha de Berlín (0-0 en el Estadio Insular, 1-0 para los alemanes en la vuelta).

Germán Dévora, leyenda de la UD durante los 60 y 70 | Fotografía: UD Las Palmas
Germán Dévora, leyenda de la UD durante los 60 y 70 | Fotografía: UD Las Palmas

Años 70: tragedias y resurrección

El aficionado amarillo recuerda con mucho dolor los primeros años de la década de los 70. Por un lado, los amarillos retornaron por la puerta grande a las competiciones europeas en la temporada 1971/72 gracias a un meritorio quinto lugar en Liga. Lejos de conformarse con eso, el equipo consiguió alcanzar la tercera ronda de la Copa de Ferias. Superó en las dos primeras rondas al Torino italiano y al Slovan de Bratislava.

 

Poco de eso importó. Un trágico 9 de marzo de 1971 fallecía el Mariscal. Con 28 años y en la mejor etapa de su carrera, la vida se llevaba por delante a Juan Guedes. Un fallecimiento que conmocionó a la isla por completo. Un jugador querido por todos, que aspiraba a ser presidente del club cuando colgara las botas. Elogiado por sus compañeros, referente en el vestuario y casi venerado en la isla, a Las Palmas le costó sobremanera reponerse a aquel duro golpe.

Y cuando parecía que el equipo levantaba cabeza, volvió la tragedia a la isla. Otra vez en un día 9, esta vez de junio y en 1975, una infección hepática se llevaba al mítico Tonono. El equipo acaba de jugar una eliminatoria copera contra el Málaga y días después, se encontraba con el varapalo. Algo que nunca se había visto en la isla. En tan sólo cuatro año, dos enfermedades terminaban con la vida de dos leyendas de Las Palmas cuando estaban aún en activo.

Pese a ello, en honor a Tonono y Guedes, Las Palmas quiso reponerse y se repuso a ello. Durante la segunda etapa de los 70, el equipo decidió hacer una combinación arriesgada. Juntó a lo mejor de su cantera con la contratación de cuatro futbolistas argentinos. El primero en llegar fue el meta, Daniel Carnevalli. Después llegaron Quique Wolff, Juan Carlos Morete y Miguel Ángel Brindisi.

Aquella nueva generación, a las órdenes de Miguel Muñoz, volvió a ilusionar a la isla. Por primera vez, jugadores de fuera del archipiélago funcionaban y enorgullecían a la afición. La temporada cumbre de la UD de los argentinos fue la 1976/77. Cuarto puesto en Liga y tercera y hasta el momento última clasificación de Las Palmas a competición europea, esta vez la Copa de la UEFA. Cayeron en segunda ronda ante el Ipswich Town, entrenado en aquel entonces por la leyenda del fútbol inglés Sir Bobby Robson.

Un año después, en la temporada 1977/78, el equipo tuvo en su mano ganar su primer gran título. Aunque la campaña liguera no fue tan buena como la anterior (séptimo puesto, fuera de Europa), Las Palmas llegó a la final de la Copa del Rey. La UD había dejado en la cuneta al Cádiz en octavos, a todo un Atlético de Madrid en cuartos y al Sporting de Gijón en semifinales para vérselas en la gran final con el Barcelona. Al final, el cuadro azulgrana, comandado por Johan Cruyff, se llevó el trofeo (3-1).

Plantilla de Las Palmas en la temporada 1976/77 | Fotografía: UD Las Palmas
Plantilla de Las Palmas en la temporada 1976/77 | Fotografía: UD Las Palmas

 

Años 80: el principio del fin

Los años 80 supusieron para Las Palmas los primeros pasos del hundimiento que vendría después. Las buenas campañas de los argentinos hicieron que los grandes se fijaran en ellos y poco a poco, el equipo empezó a desarmarse. En la temporada 1982/83 y tras 19 años en la élite, la UD firmaba un descenso que se venía anunciando desde hacía meses.

Pese a ello, el equipo intentó relanzarse de la mano de un entrenador muy recordado con cariño en la isla como es Roque Olsen. Con el chileno Coque Contreras como jugador estrella, Las Palmas volvía a ascender en la temporada 1984/85, siendo campeón de Segunda División con bastante holgura.

De regreso a la élite, los más veteranos recordarán la temporada 1985/86, cuando Las Palmas consiguió la salvación in extremis pero habiéndose llevado por delante a Real Madrid (4-3) y Barcelona (3-0). Aquello fue tan solo un espejismo. La UD coqueteaba peligrosamente con los puestos de descenso y años más tarde se acabó quemando. Los amarillos firmaron su peor temporada en Primera en la 87/88, quedando colistas de la categoría y volviendo a descender a Segunda División.

Ese descenso supuso un duro varapalo a los intereses amarillos. El equipo, acostumbrado en décadas atrás a renovarse en la categoría de plata y volver a ascender pocos años después, no supo encontrar la tónica para a volver a repetir las hazañas de antaño. Se avecinaban unos años de caída libre.

Plantilla de Las Palmas en la temporada 1988/89 | Fotografía: UD Las Palmas
Plantilla de Las Palmas en la temporada 1988/89 | Fotografía: UD Las Palmas

Años 90: Descenso a los infiernos

Después de tres años de travesía sin rumbo en Segunda División, Las Palmas vivió en los 90 los peores años de su historia. En la temporada 1991/92, el equipo amarillo volvía a firmar una nefasta temporada y acaban descendiendo a Segunda División B. Toda una tragedia, pues la UD no se veía jugando en una categoría tan baja dese su fundación en 1949.

El descenso a la categoría de bronce supuso un duro golpe en cuanto ingresos se refiere. Se empezó a recaudar menos dinero y llegó a peligrar incluso la existencia de club. Una ley obligaba a todos los equipos en transformarse en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) y la UD arrastraba una deuda de casi 600 millones de las antiguas pesetas que necesitaba saldar en un breve período de tiempo. De manera milagrosa, aportaciones voluntarias de miles de aficionados, unidas a la inversión del Cabildo de Gran Canaria, lograron salvar al club.

Fueron años muy convulsos en la isla. Como no podía ser de otra manera, el gran objetivo era el de subir a toda costa a Segunda División.  En la 92/93, el equipo fue líder con holgura del Grupo IV, pero cayó en la promoción ante el Hércules de Alicante. Un año después, el equipo acabando segundo, siendo el Salamanca el equipo que le privara del ascenso. El tercer intento corrió la misma fortuna: terceros en el Grupo I, se quedaron a las puertas con el Deportivo Alavés.

Cuatro años de travesía en el desierto. Fue de la mano de Pacuco Rosales y en la temporada 95/96 cuando la Las Palmas empezó a ver la luz al final del túnel. La UD arrasó en la fase regular, siendo campeón de su grupo y sacando nueve puntos al segundo clasificado, el Racing de Ferrol. En la fase de promoción, los amarillos barrieron a sus rivales, consiguiendo 5 victorias y un empate para lograr el ansiado ascenso venciendo a Elche, Nàstic de Tarragona y Cultural Leonesa.

Ya en la categoría de plata, el equipo trató por todos los medios pelear por el ascenso. Se desembolsaron 500 millones de pesetas (casi la deuda que el equipo arrastraba) en el fichaje del argentino Turu Flores. Fue el traspaso más caro de la historia de la UD hasta la fecha y también marcó un récord en Segunda División. Aún así, el equipo no ascendería hasta tres años después.

Con Sergio Kresic en los banquillos, la UD consiguió el ansiado regreso a Primera casi cerrando la década, en la temporada 1999/2000. Aquel equipo, comandado por Viny Sanways, Orlando Suárez o Josico, entre otros, completaron la resurrección amarilla. Se iniciaba la década en Segunda B, se cerraba en Primera.

Plantilla de la UD Las Palmas en la temporada 1999/00 | Fotografía: UD Las Palmas
Plantilla de la UD Las Palmas en la temporada 1999/00 | Fotografía: UD Las Palmas

Década 2000-2010: al borde del abismo

Ya estaba conseguido lo más complicado, el llegar a la élite. Ahora tocaba sentar las bases para construir un equipo que durara en la categoría como había ocurrido décadas atrás. En la 2000/01, el equipo cumplió con creces y acabó en undécima posición. Sin embargo, en la segunda temporada volvió el descalabro. Con Fernando Vázquez en los banquillos, el equipo había cuadrado una buena primera vuelta, en mitad de tabla y a seis puntos de entrar en Europa.

Pese a todo ello, Las Palmas firmó una de las peores segundas vueltas que se recuerdan en la isla y acabó firmando el descenso en la última jornada. Este último tramo de la temporada fue un golpe tan duro para el equipo que estuvo a muy poco de significar su desaparición.

La UD no aprendió de sus errores en el pasado y volvió a tener en su haber una gran cantidad de deuda. Los resultados siguieron ayudar, hasta el punto que en la temporada 2003/04, Las Palmas se despedía del fútbol profesional al descender a Segunda B.

Fue ahí donde el equipo estuvo verdaderamente al borde la desaparición. Se inició por primera vez en la historia del fútbol profesional un proceso de Administración Concursal, donde los amarillos ya daban por hecho que tendrían que desaparecer. El destino de fútbol quiso que se obrara el milagro y la nueva directiva, con el actual presidente Miguel Ángel Ramírez a la cabeza, revirtiera la situación.

Para frenar la sangría, era necesario que la UD regresara como mínimo a Segunda División. Un hecho que se haría realidad en la temporada 2005/06. El cuadro amarillo quedó tercero en el Grupo I y en la promoción logró vencer a Real Sociedad B y Linares para firmar el ascenso. Irrumpían en el primer equipo jugadores como Aythami Artiles, Nauzet Alemán, David García y el matador, Marcos Márquez.

Con el retorno al fútbol profesional, Las Palmas tuvo que afrontar seis años en tierra de nadie. Costaba certificar la permanencia en la categoría y los años en los que el equipo lograba conseguirla con holgura, se quedaba bastante lejos de competir por el ascenso a Primera División.

Marcos Márquez, ídolo de Las Palmas a principios de siglo | Fotografía: UD Las Palmas
Marcos Márquez, ídolo de Las Palmas a principios de siglo | Fotografía: UD Las Palmas

Década 2010-2020: un proyecto desaprovechado

No fue hasta la temporada 2012/13 cuando el equipo tuvo la solvencia económica y una buena base de jugadores para realizar el ataque al ascenso. Dos años antes, se cambió el formato de competición en Segunda División. Ya no ascendían de manera directa los tres primeros clasificados, sino que lo hacían dos primeros y del tercer al sexto en la tabla se jugaría promoción.

Aquella temporada, la UD acabó sexta y se ganó el derecho de jugar promoción gracias al goalaverage que tenía a favor con la Ponferradina, con la que había empatado a puntos. Aquel equipo tenía la base de jugadores que habían ascendido de Segunda B, canteranos con una proyección de futuro enorme como Vitolo y una pareja de delanteros africanos que invitaba a la ilusión: Thievy Bifouma y Macauley Chrisantus. Sin embargo, los amarillos fueron penalizados por la falta de experiencia en el nuevo formato y perdieron en la prórroga de las semifinales. Su verdugo, un Almería que finalmente sería el que ascendería.

Pese a ello, el equipo no perdió la ilusión a la siguiente temporada. Llegaron los Aranda, Apoño, Masoud y el regreso a casa de la leyenda, Juan Carlos Valerón. Nuevamente, Las Palmas acabó sexta en la tabla y participó en play-off. En semifinales doblegaron al Sporting de Gijón (1-0 en el Gran Canaria, 0-1 en El Molinón) y se plantó en la final con el Córdoba. Empate sin goles en el Nuevo Arcángel que dejaba todo por decidir.

Las Palmas tenía todo a su favor para ascender. La vuelta como local, 30.000 aficionados en las gradas y además el equipo por delante en el marcador gracias a un gol de Apoño. Sin embargo, un vergonzoso episodio en las gradas dejó al equipo sin ascender. Llegando al tiempo de descuento, decenas de individuos empezaron a festejar el “ascenso” con el partido aún sin terminar e invadieron el campo. El partido tuvo que ser detenido varios minutos, tuvo que intervenir la policía…todo este lamentable episodio acabó desconcentrar y desconcertar a los jugadores. Al final, en un fatídico minuto 97, el Córdoba marcaba el 1-1 y rompía los sueños del equipo.

 

Aquel episodio dejó tocada a la isla, que vio que tuvo al enemigo en casa. Fueron unos meses bastante duros para el equipo, pero cuando llegó la nueva temporada, Las Palmas era consciente de que sí o sí era el año del ascenso. Se contrató a Paco Herrera como técnico, se realizaron acertados fichajes como Sergio Araujo, Casto Espinosa, Culio pero sobre todo, una base y columna vertebral de jugadores de la isla. En el mercado invernal, se confirmó el primer regreso del hijo pródigo, Jonathan Viera.

Con todo ello, Las Palmas quedó en cuarta posición y volvió a meterse en promoción. El primer rival en caer fue el Real Valladolid (1-1 en Pucela y un sufrido 0-0 en Gran Canaria) y quedaba solo la final contra el Zaragoza. En la ida, fue el conjunto aragonés el que se impuso por un claro 3-1. Sin embargo, ese gol fuera de casa anotado por Viera daba pie a la ilusión en Gran Canaria.

La vuelta fue la fiesta que la afición no tuvo el pasado año. Una remontada histórica gracias a los goles de Roque Mesa y Sergio Araujo, este último a cuatro goles del final. Después de una casi desaparición, varios años en el desierto y dos play off perdidos, Las Palmas regresaba por la puerta grande a Primera División.

El primer año del retorno a la categoría fue una montaña rusa. El equipo coqueteaba con el descenso, por lo que la decisión de la directiva fue la de destituir a Paco Herrera y contratar a uno de los mejores técnicos que ha tenido Las Palmas en su historia reciente: Quique Setién. Con el cántabro en los banquillos, el equipo no solo salvó la categoría, sino que daba la impresión que, con un buen proyecto, se podía aspirar a más.

Las Palmas celebra un gol en la temporada 2015/16 | Fotografía: UD Las Palmas
Las Palmas celebra un gol en la temporada 2015/16 | Fotografía: UD Las Palmas

 

Durante la temporada 2016/17, el equipo quiso soñar. Por primera vez, el Estadio de Gran Canaria casi se llena para ver una presentación de un fichaje. La contratación de una estrella internacional como Kevin-Prince Boateng ilusionó. Llegaban también promesas del fútbol europeo como Alen Halilovic, jugadores que querían relanzar su carrera como Jesé Rodríguez…la materia prima estaba, el equipo en las primeras jornadas llegó a estar incluso líder, pero poco a poco el equipo empezó a desinflarse.

 

Aún así, a Las Palmas le dio para mantener la categoría con tranquilidad. Aún así, Setién veía al equipo con posibilidades de estar en la zona noble de la tabla. Como condición para renovar, el técnico pidió tener peso a la hora de confeccionar el equipo y tener voz y voto a la hora de hacer fichajes. La directiva amarilla se negó y por desavenencias como el presidente Ramírez, el entrenador decidió acabar con su trayectoria en la isla.

La tercera temporada en Primera de Las Palmas fue un culmen de despropósitos. La marcha de Setién dio lugar a inestabilidad. Cuatro entrenadores en una sola temporada (Manolo Márquez, Paquito Ortiz, Pako Ayestarán y Paco Jémez) y una temporada muy negativa en los terrenos de juegos propiciaron un nuevo descenso. El equipo lo tenía todo para prosperar en la élite pero malas decisiones lo devolvían a la categoría de plata.

La decepción siguió en el regreso a Segunda. Las Palmas era uno de los equipos con mayor presupuesto de la categoría y el objetivo no era otro que el de volver a ascender. Se contrató a un técnico con experiencia como Manolo Jiménez pero, con el equipo en tercera posición cerca del ecuador de la temporada, se destituyó al técnico andaluz. El equipo se desinfló, el regreso de Paco Herrera no dio los resultados que se esperaban y desde el 4 de marzo de 2019, Pepe Mel es el técnico de Las Palmas. En su última temporada, la 2019/20, la UD finalizó novena, a cuatro puntos de la promoción.

Biografía realizada por Nehemías Dorta