Fernando Torres se convirtió en una pieza clave, fija, y de la que no podía desprenderse la selección española. Ha sido el ‘9’ de España en numerosas ocasiones. Tuvo la suerte de ser uno de los protagonistas de la llamada Generación de Oro del fútbol español que tantas alegrías ha dado y que, en unos momentos duros, unieron a todo un país. Más de 100 veces, 110 para ser exactos con 38 goles,  ha vestido la camiseta de la selección española absoluta, sin contar sus participaciones con las categorías inferiores.

En esas centenarias ocasiones ha llevado el nombre de España a lo más alto en los torneos más prestigiosos (tres Eurocopas, tres Mundiales y dos Copa Confederaciones más los eventos de las inferiores), proclamándose campeón del mundo y, por dos veces, de Europa, siendo actor principal en muchos de esos campeonatos. 

Debut y primer gol

Fernando siempre ha destacado por ser un futbolista precoz desde que comenzase a jugar en el fútbol. Con solo 17 años saltó al Vicente Calderón con el Atlético, con 19 debutó con España y, con 20, marcó su primer tanto ante Italia, además de disputar su primera Eurocopa donde jugó el partido más decisivo contra Portugal.

Pero su momento más especial y esperado no llegaría hasta el año 2006 con el Mundial de Alemania. Antes de poner pie en el país bávaro tenían que clasificarse y el fuenlabreño fue fundamental para la Roja. España era favorita para quedar como primera de grupo pero, a pesar de diez partidos invictos, acabó segunda. Esta fase de clasificación fue un éxito para Torres, marcó siete de los 19 goles de la selección quedando como cuarto máximo goleador de la fase europea de la clasificación. Entre esos siete, anotó un tanto vital ante Bélgica y un hat-trick ante San Marino.

La hora de la verdad

Al Niño, como se le conocía en el Atlético de Madrid, se le presentaba su gran oportunidad, iba a disputar ese torneo con el que había fantaseado en las noches de verano cuando era niño y no paraba de darle patadas al balón, el Mundial de Alemania de 2006.  

Además contaba con la ayuda de que el seleccionador era Luis Aragonés, quien ya le hiciera debutar en el Atleti. Era la ocasión perfecta para darse a conocer por el panorama planetario, si no era ya conocido. 

Pese a haber finalizado la fase clasificatoria como el máximo goleador español, tenía muy claro que la fase final representaba un escalón más en la élite. Con la eficacia goleadora que mostró, Fernando estaba llamado a ser uno de los jugadores que causaría más impacto y que los clubes más poderosos pusieran sus ojos sobre él. A pesar de ello, sabía que le quedaba mucho por demostrar y esto solo era una prueba más para la que estaba preparado.

Fernando Torres en el Mundial de Alemania l Foto: Getty
Fernando Torres en el Mundial de Alemania l Foto: Getty

Con ese palmarés a sus espaldas y con la intención de seguir siendo muy importante para España llegó a Alemania. El torneo no pudo empezar mejor. España iniciaba su andadura mundialista con una aplastante victoria frente a Ucrania por 4-0, en la que el delantero consiguió su primer gol en un Mundial, Torres cerró la cuenta goleadora en el minuto 81, culminando una jugada espectacular de España y rematando el balón al fondo de las mallas.

En la remontada ante Túnez, segundo partido, todo el país volvió a corear su nombre por partida doble, el segundo lo hizo de penalti. Hasta entonces, tres goles en dos partidos que le colocaban como el pichichi del campeonato. En los siguientes 90 minutos, Luis Aragonés solo le concedió 20.

El Niño contra Francia 

Así, se llegaba a octavos. El rival, Francia. Otro examen difícil para la selección pero sobre todo para Fernando. Ya era pichichi y todos confiaban en que prodigase su racha goleadora. El destino no quiso concederle ese premio. Se repetía la misma historia de siempre, caer en cuartos.

Fernando Torres contra Francia l Foto: Getty
Fernando Torres contra Francia l Foto: Getty

El ariete cerró su participación con tres goles en cuatro partidos. Tres de titular y un cuarto con 20 minutos. España no logró ser la mejor del Mundo pero para Fernando era solo el principio, además de que supuso su consagración como futbolista y su escaparate al fútbol internacional y mundial. Su gran actuación despertó el interés de muchos clubes como el Chelsea pero se quedó con su Atlético de Madrid. 

Dos años después entró en la historia de la selección al darle su segundo título europeo, la Eurocopa de 2008. Un solitario gol, a Alemania, levantó de los asientos a los millones de aficionados que veían como España se proclamaba la mejor del continente. Un año después, el 28 de marzo de 2009, disputó ante Turquía su encuentro número sesenta con la selección, durante la fase de clasificación para el Mundial de 2010, para ser el futbolista más joven en lograr este hito. 

Campeón del mundo

Era la segunda vez que Fernando acudía a esta cita pero fue la más importante. No solo por el final sino por todo lo que tuvo que luchar para estar en Sudáfrica. No fue tan determinante como en 2006 pero fue titular en siete ocasiones. 

Carrera contra el crono 

Fernando estaba en el mejor momento de su carrera, todo balón que tocaba cerca del área acababa en gol y estaba en plena forma para disputar su segundo mundial. Pero un 18 de abril todo cambió.

Unos problemas en la rodilla acabaron en el quirófano. De ahí, toda una carrera en contra del tiempo para poder entrar en la lista de convocados de Del Bosque. Tras pasar por el hospital en Barcelona y la recuperación en Galicia, lo logró. Estaría en el Mundial

Fernando Torres en la celebración del Mundial en Madrid l Foto: Getty
Fernando Torres en la celebración del Mundial en Madrid l Foto: Getty

Y por fin llegó. 11 de julio de 2010, España era campeona del mundo. Quizás el día más importante, a nivel futbolístico, de todos los españoles. En un campeonato muy complicado, el equipo de Del Bosque no empezó con buen pie, se logró por primera vez en la historia eso que tanto se deseaba, un Mundial.

El calendario quiso que España debutase el último día ante Suiza. Como cualquiera, Fernando quería jugar ese partido pero Del Bosque y los médicos decidieron no arriesgar y no jugó. Esa noche se tornó en decepción, pues fue la primera derrota. Pero no era del todo malo, aún quedaba mucho camino por delante. Contra Honduras si salió desde el inicio y participó en la victoria. El enfrentamiento contra Chile era una absoluta final y la jugó. Nada más finalizar, los dolores volvieron a aparecer y siguieron en los minutos que disfrutó ante Portugal.

Y llegó Paraguay, su última oportunidad para mantenerse en la titularidad pero volvía a fallar de cara a portería y la perdió para participar en las semifinales contra Alemania. Contra los alemanes tuvo algunos minutos que le servirían de ayuda para participar en esa ansiada final.

FernandoTorres en la final l Foto: Getty
FernandoTorres en la final l Foto: Getty

El día D 

Solo quedaba el desenlace. Holanda era el escalón final para tocar el cielo. Fernando vio el principio desde el banquillo para salir en el minuto 105 y vivir desde dentro aquel inolvidable momento. Cuando ya parecía que su calvario había tocado su fin, la rodilla hizo acto de presencia para el más cruel de los finales. En un envío largo de Capdevila, el canterano del Atleti corrió hacia el balon y...cayó fulminado al césped.

Pitado ya el final, mientras todos celebraban, él se encontraba tumbado y lesionado. En camilla abandonó el terreno y llegó a la caseta donde asumió lo ocurrido para, minutos después, salir a la fiesta que todos tenían montada. Aunque el destino fuera muy cruel con él, consiguió su sueño de niño y tener entre sus manos esa Copa del Mundo

Después de Sudáfrica llegó la Copa Confederaciones que pasó sin más. Y volvió la Eurocopa. España se la llevó y fue la tercera para las vitrinas de la selección

La despedida 

El 31 de mayo del 2014, Vicente del Bosque dio la lista definitiva de futbolistas que irían al Mundial y el por entonces delantero del Chelsea fue uno de los cuatro seleccionados.

Brasil fue el tercero y el último Mundial para el delantero de Fuenlabrada. Quizás el peor que se recuerda de la selección en los recientes años. La actuación de la selección fue bastante decepcionante, no pudo superar la primera fase y quedó eliminada en la misma. 

España inició la defensa del título con la venganza de Holanda. Los orange endosaron cinco goles a Casillas. En la segunda jornada la historia siguió igual. Chile superó a España con dos dianas y con ello dejaban fuera a la por entonces actual campeona del mundo. Ya con la eliminación a cuestas quedaba Australia donde maquilló su participación. La Roja ganó por 3-0 en el que fue el único tanto del '9'

Torres en Brasil 2014 l Foto: Getty
Torres en Brasil 2014 l Foto: Getty

Podría parecer que era el momento idóneo para que Fernando se despidiese con honores de la Roja y de las citas mundialistas pero el mal papel de la selección no le dejó tener una despedida para recordar, más bien para olvidar. Solo tres jornadas estuvieron en suelo brasileiro. De los tres partidos jugó uno de titular y anotó un gol.

Jornada Partido Minutos Goles Asistencias
1 España 1-5 Holanda 28 0 0
2 España 0-2 Chile 26 0 0
3 Australia 0-3 España 90 1 0

 

Fernando ha sido uno de los mejores futbolistas españoles de toda la historia. Con la selección se le ha visto crecer personal y futbolísticamente hasta hacerse todo un hombre. Gracias a él España ha disfrutado de los éxitos más grandes. Sus mejores años han sido en los momentos clave de la Roja. Torres es el reflejo de la lucha incansable hasta llegar a lo más alto. Sin duda, de los tres mundiales a sus espaldas, el que más le ha marcado ha sido el de Sudáfrica por todo lo que hubo antes y por cómo terminó. También, en estos años, se ha ganado el cariño de todos sus compañeros gracias a su dedicación y entrega.  Pero como todo, esto no dura para siempre y ahora verá como un aficionado más el próximo Mundial de Rusia.