Lucas Torró Marset, 23 años, 188 cm de altura, y natural de Concentaina. Esa seria la descripción más básica del jugador rojillo, pero Lucas Torró va más allá.

El jugador de Concentaina llegó libre del Real Madrid, tras haber estado cedido en Oviedo la temporada pasada. El jugador rojillo se formó en la cantera blanca, y en la del Hércules y el Alcoyano. El alicantino firmó un contrato hasta 2020 con Osasuna, y actualmente está cotizado en el mercado, según varias webs, entre 750.000 y 800.000 euros.

Antes de Osasuna

Antes de llegar a Osasuna, el jugador alicantino militó en Segunda División en las filas del Real Oviedo, jugando un total de 39 partidos en Liga, y uno en Copa del Rey, en Liga, disputando 38 de esos 39 como titular, anotando un gol y jugando un total de 3.444 partidos.Su buen hacer en la medular asturiana, tanto iniciando el juego, como en la labor de recuperación y presión, hizo que el club navarro se fijara en el jugador valenciano.

Llegada a Osasuna

Lucas Torró llegó en Julio a la entidad rojilla, en una rueda de prensa junto al director deportivo, ya se vio que Lucas era consciente de a que sitio había venido, pues de sus primeras declaraciones fueron las siguientes: “Es un paso adelante en mi carrera”.

Lucas Torró: “Ya he comprobado que Osasuna es diferente”

Sin duda una declaración de intenciones, de un jugador ambicioso, y de alguien que va a un club histórico, a ocupar una de las plazas más complicadas del XI, y lo ha conseguido, vaya si lo ha conseguido.

El nivel mostrado por el jugador de Concentaina ha sido tal, que ya se le ha comparado con alguien que dejó huella en Osasuna, Mikel Merino, misma posición, juventud, calidad, ambos jugadores comparten muchas cosas.Y a pesar de que son jugadores diferentes, la manera de entender el juego, de luchar, correr, y darlo todo por una camiseta es la misma.

Lucas, al igual que hizo Mikel, se ha convertido en una pieza fundamental de Osasuna, jugando 28 partidos, 25 de titular, y sólo se perdió tres partidos, por lesión y sanción. Básico para sacar el balón, incrustándose entre los centrales, así saliendo de tres, con laterales abiertos, y la pieza fundamental en el balance defensivo y la presión alta.

Ese es Lucas Torró, un faro, que proyecta luz, pero que vive en la sombra de los focos y del juego.