Podemos preguntarnos y entrar en que sí el Atlético de Madrid este domingo jugó bien, y la respuesta probablemente sea que no, pero consiguió tres puntos realmente importantes de cara a mantener la segunda posición y para seguir soñando, de lejos, pero soñando en que puede quedar algo de Liga sobre la mesa, por muy poco que sea. Y es que se quedaron tres puntos en el Wanda Metropolitano de penalti, con la mínima en el marcador y con un Deportivo de la Coruña que quizás mereció más, pero que no lo consiguió. Y es que para competir, también hay que saber ganar así, con lo justo.

Poco juego con recompensa

La jornada 30 para el Atlético de Madrid no iba a ser nada fácil, Diego Pablo Simeone iba a contar con quince jugadores del primer equipo para el partido ante el Depor. Las lesiones de Juanfran, Filipe Luis, Vrsaljko y Giménez sumadas a las sanciones de Antoine Griezmann y de Vitolo le dejaban pocas opciones al técnico argentino. El once titular tenía novedades Oblak, Carlos Isaac, Savic, Godín, Lucas; Thomas, Koke, Saúl, Gabi; Correa y Gameiro. La novedad más grande era la del lateral derecho, Carlos Isaac, que debutaba con el primer equipo después de tres años como canterano; que aprobó en su debut pese a las dificultades de cargar con una tarjeta amarilla desde el final de la primera parte, con el ataque constante del rival por su banda, pero no desentonó y tuvo el apoyo de sus compañeros y de la afición.

Banda derecha, quebradero de Simeone

Pese a la correcta actuación de Carlos Isaac, Diego Pablo Simeone tuvo que utilizar hasta tres jugadores en dicha posición a lo largo del partido para efectuar los cambios. La amarilla del canterano y el transcurso del partido hicieron que el entrenador viera conveniente cambiar al lateral derecho por Diego Costa y que su posición la ocupara Thomas Partey. Pero tras unos minutos en la banda derecha, aguantando el tirón, el ghanés tuvo que abandonar lesionado, sustituido por Toni Moya, otro de los canteranos convocados. Y tuvo que ocupar su lugar Saúl Ñiguez, los últimos cinco minutos del partido. 

Con lo justo pero ganan

Es verdad que hizo falta un penalti para que Gameiro abriera la lata y pusiera en el marcador el único gol del encuentro, y también, que el Atlético de Madrid no jugó bonito, por eso los aficionados que presenciaron el partido desde las gradas se marchaban con un doble sentimiento, la sensación de que su equipo volvía al "unocerismo" ganando con lo justo, pero contentos porque saben lo valiosos que son estos tres puntos de cara a afrontar el derbi de la próxima jornada y para la clasificación de la temporada.