El Celta B sumó el pasado domingo su tercera victoria consecutiva ante el líder de la categoría, el Rayo Majadahonda. Un partido muy serio de los pupilos de Rubén Albés, que desde el comienzo ya mostró la tranquilidad y a ambición que le llevó a ganar el partido.

El filial supo defender con gran solvencia y seriedad, y fue incisivo en el ataque, mostrando el juego que le llevo a colocarse en los puestos altos de la tabla en el comienzo de la temporada y pero que había desaparecido los últimos meses.

En el minuto 22 de la primera parte Dennis Eckert conseguía batir a Basilia, el portero visitante, con un gran lanzamiento cruzado tras un pase de Drazic en profundidad. El serbio se está convirtiendo en un jugador completo, serio y con minutos la Segunda B se le queda pequeña, por lo que pronto podría llamarle Unzué para probarle de nuevo con el primer equipo.

A los pocos minutos, Juan Hernández era el que aumentaba la distancia en el marcador gracias a un gol de penalti tras una mano en el área de un defensa madrileño. Resultado que no se movería más antes del descanso.

En la reanudación, el filial saltó al campo aún más concentrado, sabiendo jugar a un rival que buscaba el gol a la desesperada. El filial celeste mantenía la posesión, desesperando al rival que se empleaba con dureza. Una dureza excesiva que acabó con el delantero De Frutos en los vestuarios antes de tiempo, por una doble amarilla.

El Celta pudo matar el partido antes, gracias a las vertiginosas contras de sus atacantes. Pero no fue hasta los minutos finales cuando Agus Medina anotaba el tercer gol de los locales en Barreiro, gracias a una jugada de bella factura de Dani Molina.

Así el filial conseguía una importante victoria que le deja a tan solo cuatro puntos del objetivo marcado a principio de temporada, los playoff de ascenso a Segunda B. La próxima semana se medirán en el derbi de la ciudad ante el Coruxo en O Vao. Partido donde los celestes querrán mantener la racha de victorias para seguir acercándose a esos puestos de ascenso.