Con aquella inesperada noticia de Ander Capa se despertaba el aficionado armero un tranquilo día de septiembre, con el mercado cerrado y con la liga ya en marcha. El lateral de Barakaldo plantaba su despedida de la SD Eibar para la temporada que viene, confirmando los rumores que tanto habían tensado la cuerda entre Athletic y Eibar. El lateral derecho vestiría la zamarra de los leones la temporada que viene.

Esto era, cuanto menos, una trágica y dolorosa noticia de encajar para los aficionados eibarreses, que veían como uno de sus pilares fundamentales de la última década decía adiós de tan sorprendente manera. Liderando a esta masa de seguidores armeros, se encontraba José Luis Mendilibar, que tan sorprendido como todos, veía como se le torcía de cierta forma la temporada. Ante él se plantaba un dilema, pues teniendo a un jugador el cual virtualmente no es tuyo no le puedes conceder la facilidad de disputar todos los minutos de la campaña, tal y como venía acostumbrando Ander. Tenía que buscar una solución, y con el mercado de fichajes cerrado, las cosas se complicaban aún más si cabe.

Llegaba ese momento en el que el entrenador reúne a todo el equipo para, con su radar, buscar con la mirada al hombre elegido para ‘desterrar’ a la heroica figura que se había construido de Ander Capa. No es nada fácil deshacerse de uno de tus mejores hombres de una manera tan radical, y Mendilibar pensó entonces en encomendar esta misión a un hombre que no estaba teniendo todas las oportunidades posibles. Se le cerraba la puerta a Ander, para abrírsele a Rubén Peña.

Y es que, el anteriormente extremo atacante derecho, ha retrocedido su posición con el fin de satisfacer la necesidad de Mendilibar de apartar, de una manera justificada a Ander Capa. Justificada porque el ex pepinero se ha adaptado a la perfección a la nueva posición que se le ha asignado, completando partidos enteros como lateral polivalente. Su pasado como atacante le ofrece la posibilidad de incorporarse en cualquier momento del partido a la ofensiva.

La reconversión de Rubén Peña a la posición de lateral derecho es uno de los efectos secundarios que tuvo otra de las famosas reconversiones del de Zaldívar, como fue el acertado cambio de Anaitz Arbilla para pasar de lateral a central. Si esto no hubiera pasado, Rubén no se hubiera reconvertido, ya que Arbilla podría haber ocupado la vacante de Capa. Un golpe de fortuna en la vida de Rubén.