El Sevilla tiene ante sí una nueva final para volver a recordarse a sí mismo que es uno de los clubes más grandes de España. A pesar de la temporada tan irregular que está realizando, parece ser que siempre tiene un as guardado debajo de la manga temporada tras temporada, y este año puede ser capaz de conseguir otro título, esta vez luchan por la Copa del Rey, título que se resiste desde 2010.

Esa Copa la ganó ante el Atlético de Madrid por 2-0 con goles de Diego Capel y Jesús Navas en el Camp Nou, terreno bastante propicio aquel año para alzar la quinta Copa del Rey en las vitrinas sevillistas. Y es que, para ganar aquel título el Sevilla tuvo que sudar mucho y tuvo que vencer dos veces en ese mismo estadio para llegar hasta ahí. Ya que el equipo entrenado por aquel entonces Manolo Jiménez fue emparejado con el todopoderoso Barcelona de Guardiola que venía de ganarlo absolutamente todo.

El Camp Nou fue un estadio propicio para que el Sevilla ganara su quinta Copa del ReyLos sevillistas afrontaban una temporada bastante ilusionante con un tridente espectacular formado por Kanouté, Luis Fabiano y Negredo, entre los tres sumaron un total de 38 goles al final de liga dónde les llevó a posicionarse en el cuarto puesto de la tabla. En cambio, aquel Barcelona era el equipo más espectacular, Guardiola cambió el rumbo de un club que pasó a la historia con un juego táctico comandado por la posesión de juego bajo la batuta de un Messi que ya iba de estadio a estadio dando recitales con su juego.

Pérez Burrull también fue protagonista negativo en el partido. Foto: Getty Images.

El partido de ida de la eliminatoria se disputó en el Camp Nou el 5 de enero, una noche de Reyes Magos más placentera para los sevillistas. Los de Manolo Jiménez iban al encuentro con una racha irregular en liga, ya que cayeron al quinto puesto de la clasificación tras dos derrotas seguidas ante el Racing y el Atlético de Madrid. El técnico sevillista ya empezaba a ser cuestionado por gran parte de la afición para que, a finales de la temporada, acabó siendo destituido por Del Nido.

Pero ese partido iba a romper todos los esquemas, Guardiola fue confiado al partido y puso un once inicial repleto de suplentes pero con Messi, Alves e Iniesta. Jiménez también alterno un equipo entre titulares y suplentes, ya que Jesús Navas, Palop y Perotti estuvieron acompañados con Lolo, Koné y Diego Capel, el último acabó siendo uno de los protagonistas del partido, y a la postre, de la final. El partido estuvo repleto de tarjetas amarillas, hasta 10 cartulinas se vieron mostradas por parte de Pérez Burrull, casi todas en la segunda parte, como en los goles, y es que en la primera parte el partido brillaba por la ausencia de grandes ocasiones de gol aunque sí tuvo alguna que otra los locales para adelantarse en el marcador, pero el encuentro no era especialmente vistoso a pesar de ser el partido estrella de la eliminatoria.

Fue en la segunda parte cuando todo se resolvió de manera sorprendente bajo la polémica de Pérez Burrull, que anuló un gol del Barcelona que fue legal y no pitó un posible penalti para los locales. Guardiola y Jiménez rectificaron y pusieron a Ibrahimovic y a Negredo en el terreno de juego. Y ya en el minuto 60, Diego Capel batió a Pinto tras un gran pase de Renato que dejó sólo al de Albox ante el portero para poner el primero de los sevillistas, un gol para la sorpresa en el partido porque el que más ocasiones generaba era el Barcelona.

Messi y Perotti, dos argentinos en el partido. Foto: Getty Images.

En el minuto 73, los culés creían que todo iba a empezar a ir sobre ruedas tras el tanto de Ibrahimovic, que se plantó solo mano a mano ante Palop y éste no puedo hacer nada para evitar el tanto del sueco y ver el empate a uno en el marcador, pero poco le duró la alegría al Barcelona, ya que dos minutos después, el defensa Chigrinsky cometió penalti por derribar a Diego Capel dentro del área, que se iba como una bala hacia la portería de Pinto, Negredo no falló y puso el definitivo 1-2 en el marcador para que los sevillistas siguieran con el sueño de seguir caminando hacia la Copa ante el rival más difícil posible.

En el partido de vuelta todo siguió siendo una auténtica locura. Bajo un gran ambiente en el Pizjuán, el Barcelona fue con todo para remontar la eliminatoria, y a punto estuvieron de hacerlo, pero el gol de Iniesta no fue suficiente para pasar la eliminatoria, pues los culés se toparon con un inspirado Andrés Palop que salvó los muebles del equipo e hizo que su equipo certificara su pase a cuartos de final del torneo. Deportivo de La Coruña y Getafe fueron los siguientes equipos en ser eliminados por el Sevilla para llegar hasta la final y toparse con un Atlético de Madrid que venía de ganar la Europa League frente al Athletic Club de Bielsa. Pero en este caso fueron los hispalenses los triunfadores del torneo y los sevillistas pudieron alzar su quinta y, hasta ahora, última Copa del Rey conseguida gracias a los goles de Diego Capel y Jesús Navas.