La UD Las Palmas ya es equipo de la categoría de plata. Cuatro goles del Alavés han dejado al equipo amarillo hundido y la mala gestión de la temporada ha provocado que la afición protestara y buscara culpables durante los noventa minutos del encuentro.

Paco Jémez no quería que su equipo descendiera en casa, sin embargo, ha sido incapaz de cambiar la dinámica de un conjunto que se acercaba, con el pie en el acelerador al descenso.

El técnico del cuadro insular analizó el choque contra los vitorianos en sala de prensa y aseguró que el primer gol “nos ha hecho mucho daño, solo nos valía ganar”, y en el momento "en el que encajamos el tanto nos ha sido difícil mantener un nivel mental óptimo”.

Asimismo, considera que la imagen hubiera sido diferente si se hubiese “mantenido la igualdad durante más minutos”.

También quiso mandar un mensaje a la afición y resaltó que: “Estamos tan tristes como ellos y seguiremos trabajando para mejorar.” Van a aceptar todas las opiniones y críticas y “Estaremos en el centro del campo después de cada partido para aguantar, como hemos hecho hoy. La categoría la tenemos perdida, pero hay mucho que hacer.”

Jémez ha hecho valorado su paso por el club y asume que el balance es malo. Destaca que el equipo fue capaz de “Remontar varios puntos al Dépor y al Levante, pero a partir de ahí nos desinflamos.” A su vez asevera que lo que menos le preocupa es su imagen porque nadie podrá poner en duda “Mi profesionalidad. El reto era importante, complicado.”

Según el entrenador del conjunto grancanario es uno “De los peores momentos para nuestra vida deportiva y privada. Lo hemos hecho todo con la mejor intención y ha salido como el culo.” Asume su culpa y asegura que es él el responsable de todo lo que han hecho desde que llegó, pero se ve capacitado para seguir dirigiendo al equipo.

Sobre sus declaraciones sobre Jonathan Viera subraya que no quiere que parezca que está echándole la culpa a otras personas y dijo que se debería haber marchado porque, “Esa situación nos iba a hacer mucho daño. No me podía esperar la venta de Jonathan Viera. El club pudo hacer poco y yo sabía que era un suicidio deportivo porque en aquella situación, en la que estábamos sacando la cabeza fue un golpe importante. Nuestro mejor jugador se fue.”

Aclara que en un momento quiso irse, pero, “Luego pensé en toda la gente que vino por mí y la que se quedó por mí, tomé una decisión y me responsabilizo por ella.”

Por otra parte, aún no sabe qué hará el próximo año y considera que no es el momento para hablar de eso, porque queda un mes de entrenamiento y solo piensa en la UD Las Palmas. Además, confirma que nadie del club le ha comentado nada a él sobre ese tema.